En Villanueva de Oscos, desde A Ponte de
Penacova: San Critobal, Mourelle, Ballongo, Bruquete...
Siempre es agradable caminar por los
Oscos; los tres municipios que, junto con otros, componen la comarca llamada Eo-Oscos.
Sus profundos valles y empinadas laderas con abundantes zonas de matorral, pinares
de repoblación y también bosque autóctono, junto con las amplias y bien
cuidadas praderías repletas de ganado vacuno orientado a la producción de
carne, principal base de su economía, ofrecen amplias posibilidades para el
trazado de rutas de media montaña.
En sendos artículos de este blog
podemos encontrar los comentarios a dos caminatas realizadas con anterioridad.
Hace ya algún tiempo (En San Martín de Oscos, 28 de abril de 2014), caminamos
por este concejo de San Martín hacia Mazo de Mon, en la linde con el vecino término
municipal de Pesoz. Luego lo hicimos (Caminando por los Oscos, 16 de marzo de
2017) por el concejo de Santa Eulalia, hasta llegar a la mina Carmina. Ahora lo
hacemos por la conocida como Ruta del Silencio en el concejo de Villanueva, el
más extenso y más septentrional de los tres.
Detalle de Villanueva de Oscos; al fondo,
a la derecha, el edificio del Ayuntamiento.
a la derecha, el edificio del Ayuntamiento.
Esta caminata, que fue propuesta y
coordinada en el grupo La Peñuca por José Manuel Tejera, es el PR AS-209, por
caminos bien cuidados y, sobre todo bien señalizado, con los oportunos carteles
con el mapa de la ruta y el consiguiente símbolo de "Está usted
aquí". Y aunque se trata de un PR (pequeño recorrido), son algo más de 18
kilómetros con un desnivel acumulado tanto de subida como de bajada de unos
1.100 metros, al que nos llevan las empinadas laderas y los profundos valles
aledaños a la sierra de la Bobia.
Una muestra del camino entre la hermosura del bosque.
En la carretera AS-13 que nos baja
del alto la Garganta, en el lugar de A Ponte de Penacova encontramos los carteles
indicadores de dos rutas: la Ruta de la Bobia y nuestra Ruta del Silencio.
Desde allí coinciden ambas por una carretera hasta Pico del Somo; se trata de un
entretenido ascenso por esta estrecha y empinada carretera que deja a nuestra
derecha, al fondo, la vista hacia el pueblo de Morlongo y la carretera que
hemos dejado ya próxima a Villanueva. En Pico del Somo, amplia explanada a 933
metros de altitud, la Ruta de la Bobia se va hacia la sierra que ya vemos cerca
con su parque de eólicos. Nosotros iniciamos el descenso por la
carretera hormigonada hasta la aldea de San Cristobal.
En otra muestra del paisaje recorrido, la vista
hacia la sierra de la Bobia y sus eólicos.
Es San Cristobal la cabecera de su
parroquia, la más septentrional de las cuatro que conforman el concejo de
Villanueva de Oscos. Se encuentra esta aldea, con fama de su excelente producción
de miel, a 725 metros de altitud en un rellano del cordal que domina el
barranco sobre el reguero que baja de la Bobia. Para nosotros es obligada una
parada para contemplar varias muestras
de arquitectura popular y también la actividad de los que en ese momento se ocupan
de un abundante enjambre en la misma plaza del pueblo.
Panorámica hacia la aldea de San Cristobal.
Luego nuestro camino continúa por un
sendero a veces empedrado y entre murias de piedra, siempre por bosque de castaños,
robles y madroños. En fuerte descenso pasamos por la aldea de Mourelle (580
metros) y llegamos hasta el fondo del barranco (480 metros), donde cruzamos
el reguero que baja de la Bobia. Es la cabecera del río Soutelo, afluente del
Ahío que en el concejo de Pesoz desemboca en el Agüeira, importante afluente
del Navia.
Mourelle es una aldea abandonada: casas y cuadras
en ruinas, ocultas entre la maleza.
A partir de aquí el camino es por
pista y en ascenso con algunos tramos en llano, hasta recuperar los 800
metros de altitud en la braña de Ballongo. Hay una cumbre con un excelente mirador
sobre lo que anduvimos y lo que nos falta por andar: un excelente lugar para el
descanso, la comida y la conversación. En el cordal que tenemos al frente
podemos ver restos de las instalaciones de la mina de la Excomulgada. Situada a
unos 1.000 metros de altitud, en la linde con el municipio de San Martín, fue
hasta mediados de los años 50 del pasado siglo una importante explotación de mineral
de hierro que se transportaba hacia Bilbao (fierro pa Bilbao) desde el puerto
de Ribadeo.
En la braña de Ballongo, restos del azulejado
en lo que debió de ser una vivienda.
Después del descanso, el camino
continúa hasta el pueblo de Brusquete (770 metros) con algunas casas
rehabilitadas y un amplio colmenar. El pueblo tiene su acceso por pista desde
la carretera que recorre la Bobia al alto la Garganta. Nosotros iniciamos a
partir de aquí un fuerte descenso que se convierte en el tramo más pesado y
difícil de toda la ruta.
Pasado el duro trance, el camino se
vuelve benévolo. A nuestra derecha quedan las cascadas del Cellón y del Picón,
pasamos junto al molino de la Bobia y otra subida más, para columbrar ya de nuevo
San Cristobal. Sin entrar en el pueblo salimos a la carretera, y sobre el mismo
camino de la mañana subimos otra vez hasta Pico del Somo y finalizamos la caminata
donde la iniciamos, en A Ponte de Penacova. Una ruta más por los Oscos con
todos sus alicientes, muestras de un paisaje y unos lugares con gran encanto:
estímulos suficientes para volver.
La ermita de San Cristobal tiene grabadas
en el dintel de la puerta las fechas 1892-2002.
Las fotos son de Ana Fabián
(El
grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 20 de octubre de
2018).
Un placer volver a disfrutar de tus relatos, es como volver a hacer la ruta. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias a ti, Ana, por las fotos; sin ellas, mis comentarios...
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