Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

sábado, 27 de julio de 2013

EN REDES OTRA VEZ



Ida y vuelta desde Orlé por Conforcos, valle la Capiella, collado Gallegos y Brañadales

            La parroquia de Orlé, una de las diez que componen el concejo de Caso, fue hasta la segunda década del siglo XIX coto con Ayuntamiento propio; desde 1986 es también parroquia rural, organización diferente de la eclesiástica, con capacidad de elegir su órgano de gobierno, formado por un presidente y sus vocales, en las elecciones municipales. Al pueblo de Orlé, más en concreto a Nozaleda, su barrio bajo, fuimos citados en el grupo La Peñuca por Paniceres para realizar una caminata por brañas, valles y collados de esta parroquia que él tan bien conoce, no en vano tiene aquí sus raíces familiares, y también de la vecina de Sobrecastiello; todo ello territorio de este Parque Natural de Redes siempre tan atractivo para el caminante.
            La caminata se inicia en Nozaleda, a 660 metros de altitud, por un camino de carro que va remontando el río Orlé, afluente del Nalón y uno de los ríos importantes del concejo de Caso, que nos acompañará durante la primera parte del recorrido. Llama la atención de los caminantes, además del viejo y excelente empedrado de la empinada caleya, el frondoso hayedo que nos ofrece agradable sombra en este caluroso día de verano; hasta tres puentes de piedra nos permiten cruzar de una a otra margen del río: el primero es el de Pomerada y el último el de Vallumasaltu, ya a 920 metros de altitud.

 Uno de los puentes sobre el río Orlé

A partir de aquí salimos del bosque para recorrer la Cuesta del Acebal, zona de pastos con algunas cabañas, hasta llegar a la majada de Conforcos (1 080 metros), donde es obligada una primera parada; hay aquí, entre arbolado y pradería, un refugio de cazadores que llaman “El Chalé”. En Conforcos se unen dos de los ríos que conforman el Orlé: de nuestra izquierda viene la riega Melordaña por la foz del mismo nombre y de la derecha, el reguero la Capiella.

La majada de Conforcos y el Chalé

Nosotros seguiremos por el valle la Capiella, atravesando la amplia vega de Busterosu que deja a la izquierda el pico La Carasca, para llegar al collado Capiella (1 439 metros); frente a nosotros se asoma una de las cumbres señeras de Redes, el Tiatordos, pero más cerca está la mayor altura de esta caminata: el pico la Senda. Alcanzar sus 1 705 metros de altitud no exige más que paciencia y constancia para salvar el desnivel por la cresta sin ninguna otra dificultad.

El collado y el valle la Capiella

Desde la cumbre tenemos casi al alcance de la mano todo el Cordal de Ponga con el Tiatordos, el Maciédome y el hayedo de Pandellanza; más allá, ya en Ponga, el Colláu Zorro por detrás del que se asoman algunas cumbres nevadas de Los Picos; a nuestros pies, Bezanes y gran parte de su parroquia de Sobrecastiello; también la pista que sube a Brañagallones y cumbres como la Peña el Viento, la Rapaína, el Cantu el Oso… En fin, una magnifica atalaya para contemplar el Parque de Redes.

El pico la Senda desde el collado Capiella

El descenso desde el pico La Senda es fácil y agradable, por un sendero que recorre la ladera cubierta de retamas en flor, hasta llegar a la braña les Cuerries ( 1 367 metros) con varias cabañas en abandono. Luego bordeamos la majada y el collado Llagos, hasta encontrar el lugar adecuado para el descanso, la comida y la conversación: el Cotu la Braña (1 300 metros), zona de pastos, con arbolado y algunas cabañas.
Al reanudar la marcha, encontramos uno de los pasos más interesantes de la caminata: la senda que asciende por la ladera hasta el collado Gallegos (1 365 metros), con la panorámica en el fondo del valle de los pueblos de Soto y Belerda, desde donde el ganado accede a los pastos de estos lugares. Sobre el collado Gallegos se muestra el pico Requexón de Valdunes (1 562 metros), tan tentador que cuatro no pueden sustraerse al estímulo de alcanzar su cumbre; tras la breve parada en el collado, iniciamos lo que ya será todo descenso hacia el final del camino.

Descenso del pico la Senda entre retamas en flor

Un sendero cubierto de hoja desciende por un bosque de hayas hasta encontrar el arroyo Vallinamenor, otro de los que forman el río Orlé: estamos en el valle de Brañadales, donde el camino va bordeando prados cercados de piedra y alambrada. En un momento determinado abandonamos el camino para saltar al prado en busca de una fuente; decisión que sólo puede venir de quien conoce bien el terreno para encontrar el manantial escondido en la parte baja del prado: es el caso de Pani que, mientras nos abastecemos de agua fresca, cuenta cómo en sus años mozos, y de eso no hace tanto tiempo, acudía en comandita a la siega de este vasto prado donde está la fuente de Brañadales. Es el lugar adecuado para esperar a los cuatro del Requexón que también agradecen su encuentro con el agua.

El hayedo cubre de hoja el camino

Reunidos todos, del prado se sale por la correspondiente portilla, y por un camino empedrado nos vamos acercando al fondo del valle. Mientras, el camino se convierte en pista de tierra que permite el acceso rodado a cabañas y alguna nave de ganado.
Así llegamos a la vera del río Orlé, que cruza la AS-254 bajo un puente de piedra; pasamos el puente y ya estamos de nuevo en Nozaleda, el barrio bajo del pueblo de Orlé, cuyo escalonado caserío en la parte alta, conocido como Cima la Villa, se extiende por la margen derecha del río, que corre a entregar sus aguas al Nalón en el cercano embalse de Tanes. En Orlé, finaliza pues esta caminata circular que nos ha traído otra vez al Parque Natural de Redes que en cualquier época del año muestra sus encantos al caminante.

Panorámica del caserío de Orlé

 
Las fotos son de Juan Lobelle


             (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 20 de julio de 2013)

sábado, 13 de julio de 2013

POR LA MONTAÑA DE LEÓN (I)



De cómo llegar desde La Uña hasta Lario por el valle de Carcedo, el puerto de la Fonfría y la Puerta del Zalambral

            Para quienes hemos nacido, vivido y trabajado en la Cuenca del Nalón, sobre todo desde el municipio de San Martín del Rey Aurelio hacia el sur, el puerto de Tarna fue siempre nuestra salida natural hacia las tierras del norte de León. Cuántas escapadas domingueras para pasar el día al sol y disfrutar del aire limpio; cuántas acampadas por Riosol, Valdeburón o el viejo Riaño: así los municipios de Maraña, Acebedo o Burón eran para nosotros familiares como los mismos asturianos.
              Hoy toca de nuevo pasar el puerto para realizar esta caminata por la Montaña de León propuesta para el grupo La Peñuca por Juan Lobelle, el más asiduo patrón de las fotos que ilustran estos artículos y que, sin embargo, tampoco en esta ocasión fue capaz de abanonar la cámara.

El fotógrafo, gran amante de los Picos, se recrea en el Cornión

            Comienza la caminata en el pueblo de La Uña a 1 200 metros de altitud, en el municipio de Acebedo, por una buena pista ganadera que desde el principio va ganando altura. Al llegar a los Campos de María, el paso de la habitual portilla nos sitúa en el municipio de Burón; en esta majada encontramos un camino que viene por nuestra derecha desde Polvoredo y Lario: es el Camino de Arcenorio. Subimos por él remontando el valle de Carcedo que recorre el río del mismo nombre, una de las muchas arterias del alto Esla; a nuestra espalda destaca la mole de la sierra del Mampodre y al frente, la presencia de Peña Ten con algunos neveros atrae la vista de los caminantes.

Hermoso valle de Carcedo: al fondo La Uña y el Mamprodre

            El camino por el valle de Carcedo se empina; pasamos junto al refugio de ganado a cuya sombra los animales sestean y, en su parte alta, atravesamos las llamadas Majadas Viejas para alcanzar el esperado puerto de la Fonfría, donde una fuente, aunque escasa, hace honor a su nombre.
            El puerto de la Fonfría a 1 638 metros de altitud es el punto más alto de este Camino de Arcenorio, histórico camino de arrieros de la alta Castilla con Cangas de Onís, que atraviesa, ya en Ponga, la vega y puerto de Arcenorio, para pasar por el collado Granceno y alcanzar, mucho más abajo, el fondo del valle del Sella; es obligada en este punto una parada para contemplar el camino recorrido, pero también, porque ahora comienza la parte más dura de la caminata.

El puerto de la Fonfría y al fondo Peña Ten

            Primero, por la sierra que separa el concejo asturiano de Ponga del leonés de Burón debemos alcanzar la primera cumbre de la jornada: Peña Mora (1 876 metros) que se sitúa entre Asturias y León, en el vértice de los concejos ya citados de Ponga y Burón y el también leonés de Sajambre.
            A partir de esta cumbre, damos la espalda de forma definitiva a Ponga y el camino prosigue por el límite entre Burón y Sajambre; descendemos a la collada de Valdemagán (1 737 metros) y por terreno difícil entre argomales, brezales y algunos pedregales, recorremos la crestería, y tras el ascenso al cerro del Porro, alcanzamos la siguiente cumbre, que es Peña Negra (1 859 metros): el calor y la dificultad del terreno comienzan a hacer mella en algunos caminantes, entre ellos, cómo no, quien esto escribe. No obstante, anima la panorámica que desde aquí se ofrece hacia el imponente Cornión, sobre todo para los enamorados de los Picos, capaces de recitar en la distancia el nombre de aquellas cumbres nevadas.

Por la crestería hacia la cumbre de Peña Negra

            Desde Peña Negra se desciende por la cresta, contemplando al fondo casi todo el municipio de Sajambre con los pueblos de Oseja, la villa municipal, Ribota y Pío. En el descenso, atravesamos algunas colladas como La Boya o Jian, para llegar al Pando de Becenes y a la Puerta del Zalambral (1 5 96 metros). Es éste otro lugar de paso en las tradicionales rutas entre León y el oriente de Asturias; para nosotros, un lugar con buena sombra y ligero fresco del norte que aprovechamos para el bocadillo, la conversación y sobre todo el descanso.

Panorámica de los pueblos de Sajambre

            Tras la pausa, corta porque el camino por andar aún es largo, los más valientes montañeros siguen en busca de la tercera cumbre de la jornada, el Pozúa o pico Jian (1 911 metros), para desde allí finalizar su recorrido en el alto del puerto del Pontón; otros, más humildes caminantes, optamos por dar la espalda a Sajambre e internarnos a través de valle de Becenes en la comarca de Valdeburón. Y en verdad que mereció la pena, porque este valle de Becenes que recorre el río del mismo nombre es bellísimo: amplias praderías en las que pastan innumerables yeguas, acompañadas algunas de sus jóvenes potrillos, y laderas cubiertas de bosque de hayas, robles y acebos, que en ocasiones se alarga hasta el camino para darle sombra.

El Pozúa o pico Jian: homenaje a los más valientes montañeros

            Recorremos un camino que el mapa del Instituto Geográfico y Catastral denomina Camino de Pío porque, tras pasar por el Zalambral, se interna en Sajambre y pasa por Pío y Oseja para luego seguir el curso del Sella: otro camino más de la tradicional arriería, por el que circulaban hasta Asturias el vino y el pan, hoy convertido en una bien cuidada pista de exclusivo uso agrícola y ganadero.
            Caminamos siempre a la vera del río Becenes, recorriendo las grandes praderías que ya en la parte baja se convierten en prados de siega con máquinas y personas que se afanan en esta labor; hasta que llegamos al pueblo de Polvoredo donde una fuente de dos caños nos ofrece el agua que el calor demanda. Desde Polvoredo, algo menos de dos kilómetros por carretera nos separan de Lario a 1 140 metros de altitud y a orillas del Esla: así termina nuestra caminata por la Montaña de León que nos permitió recorrer interesantes lugares de la comarca de Valdeburón o valle del alto Esla.

Hermosa laguna en los altos de Valdeburón


Las fotos son de Juan Lobelle
            
                         (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 6 de julio de 2013)