Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

domingo, 4 de noviembre de 2018

POR LOS OSCOS UNA VEZ MÁS


En Villanueva de Oscos, desde A Ponte de Penacova: San Critobal, Mourelle, Ballongo, Bruquete...

            Siempre es agradable caminar por los Oscos; los tres municipios que, junto con otros, componen la comarca llamada Eo-Oscos. Sus profundos valles y empinadas laderas con abundantes zonas de matorral, pinares de repoblación y también bosque autóctono, junto con las amplias y bien cuidadas praderías repletas de ganado vacuno orientado a la producción de carne, principal base de su economía, ofrecen amplias posibilidades para el trazado de rutas de media montaña.
            En sendos artículos de este blog podemos encontrar los comentarios a dos caminatas realizadas con anterioridad. Hace ya algún tiempo (En San Martín de Oscos, 28 de abril de 2014), caminamos por este concejo de San Martín hacia Mazo de Mon, en la linde con el vecino término municipal de Pesoz. Luego lo hicimos (Caminando por los Oscos, 16 de marzo de 2017) por el concejo de Santa Eulalia, hasta llegar a la mina Carmina. Ahora lo hacemos por la conocida como Ruta del Silencio en el concejo de Villanueva, el más extenso y más septentrional de los tres.

Detalle de Villanueva de Oscos; al fondo, 
a la derecha, el edificio del Ayuntamiento.
 
            Esta caminata, que fue propuesta y coordinada en el grupo La Peñuca por José Manuel Tejera, es el PR AS-209, por caminos bien cuidados y, sobre todo bien señalizado, con los oportunos carteles con el mapa de la ruta y el consiguiente símbolo de "Está usted aquí". Y aunque se trata de un PR (pequeño recorrido), son algo más de 18 kilómetros con un desnivel acumulado tanto de subida como de bajada de unos 1.100 metros, al que nos llevan las empinadas laderas y los profundos valles aledaños a la sierra de la Bobia.

Una muestra del camino entre la hermosura del bosque.
 
            En la carretera AS-13 que nos baja del alto la Garganta, en el lugar de A Ponte de Penacova encontramos los carteles indicadores de dos rutas: la Ruta de la Bobia y nuestra Ruta del Silencio. Desde allí coinciden ambas por una carretera hasta Pico del Somo; se trata de un entretenido ascenso por esta estrecha y empinada carretera que deja a nuestra derecha, al fondo, la vista hacia el pueblo de Morlongo y la carretera que hemos dejado ya próxima a Villanueva. En Pico del Somo, amplia explanada a 933 metros de altitud, la Ruta de la Bobia se va hacia la sierra que ya vemos cerca con su parque de eólicos. Nosotros iniciamos el descenso por la carretera hormigonada hasta la aldea de San Cristobal.

En otra muestra del paisaje recorrido, la vista
 hacia la sierra de la Bobia y sus eólicos.
 
            Es San Cristobal la cabecera de su parroquia, la más septentrional de las cuatro que conforman el concejo de Villanueva de Oscos. Se encuentra esta aldea, con fama de su excelente producción de miel, a 725 metros de altitud en un rellano del cordal que domina el barranco sobre el reguero que baja de la Bobia. Para nosotros es obligada una parada  para contemplar varias muestras de arquitectura popular y también la actividad de los que en ese momento se ocupan de un abundante enjambre en la misma plaza del pueblo.

Panorámica hacia la aldea de San Cristobal.
 
            Luego nuestro camino continúa por un sendero a veces empedrado y entre murias de piedra, siempre por bosque de castaños, robles y madroños. En fuerte descenso pasamos por la aldea de Mourelle (580 metros) y llegamos hasta el fondo del barranco (480 metros), donde cruzamos el reguero que baja de la Bobia. Es la cabecera del río Soutelo, afluente del Ahío que en el concejo de Pesoz desemboca en el Agüeira, importante afluente del Navia.

Mourelle es una aldea abandonada: casas y cuadras 
en ruinas, ocultas entre la maleza.
 
            A partir de aquí el camino es por pista y en ascenso con algunos tramos en llano, hasta recuperar los 800 metros de altitud en la braña de Ballongo. Hay una cumbre con un excelente mirador sobre lo que anduvimos y lo que nos falta por andar: un excelente lugar para el descanso, la comida y la conversación. En el cordal que tenemos al frente podemos ver restos de las instalaciones de la mina de la Excomulgada. Situada a unos 1.000 metros de altitud, en la linde con el municipio de San Martín, fue hasta mediados de los años 50 del pasado siglo una importante explotación de mineral de hierro que se transportaba hacia Bilbao (fierro pa Bilbao) desde el puerto de Ribadeo.

 En la braña de Ballongo, restos del azulejado 
en lo que debió de ser una vivienda.

            Después del descanso, el camino continúa hasta el pueblo de Brusquete (770 metros) con algunas casas rehabilitadas y un amplio colmenar. El pueblo tiene su acceso por pista desde la carretera que recorre la Bobia al alto la Garganta. Nosotros iniciamos a partir de aquí un fuerte descenso que se convierte en el tramo más pesado y difícil de toda la ruta.
            Pasado el duro trance, el camino se vuelve benévolo. A nuestra derecha quedan las cascadas del Cellón y del Picón, pasamos junto al molino de la Bobia y otra subida más, para columbrar ya de nuevo San Cristobal. Sin entrar en el pueblo salimos a la carretera, y sobre el mismo camino de la mañana subimos otra vez hasta Pico del Somo y finalizamos la caminata donde la iniciamos, en A Ponte de Penacova. Una ruta más por los Oscos con todos sus alicientes, muestras de un paisaje y unos lugares con gran encanto: estímulos suficientes para volver.

 La ermita de San Cristobal tiene grabadas 
en el dintel de la puerta las fechas 1892-2002.

Las fotos son de Ana Fabián

            (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 20 de octubre de 2018).

2 comentarios:

  1. Un placer volver a disfrutar de tus relatos, es como volver a hacer la ruta. Muchas gracias.

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    1. Gracias a ti, Ana, por las fotos; sin ellas, mis comentarios...

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