Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

viernes, 23 de octubre de 2015

ENTRE CASO Y MARAÑA



Desde el puerto de Tarna por la ladera del Remelende, el puerto de las Señales, las lagunas y el collado de Tronisco..., hasta llegar a Maraña

            El puerto de Tarna a 1 495 metros de altitud es un paso natural entre Asturias y León, o lo que es lo mismo, entre los municipios de Caso y Maraña. Desde poco más al sur de la raya del puerto hasta Maraña, se puede ir por una buena pista que recorre el valle de Riosol; pero nosotros, en un buen rodeo montañero, hicimos la primera parte de nuestra caminata siguiendo la línea divisoria regional.
            Más allá del puerto de Tarna por la carretera que va hacia Cofiñal, ya en el municipio leonés de Lillo, está otro puerto, el de las Señales, tan cerca que en ocasiones se confunden. Nosotros también pasaremos por este segundo puerto para internarnos en el concejo de Maraña, donde será el final de esta caminata del grupo La Peñuca propuesta y coordinada por Manuel Quintana.

El puerto de Tarna en el centro de la imagen; en primer plano, 
la carretera a las Señales, y muy al fondo, asoman los Picos de Europa
 
            Iniciar el camino por la ladera del pico Remelende, con el objetivo de alcanzar la cumbre que se levanta sobre el mismo alto del puerto, es un buen desafío; y más si azota fuerte viento con algunas gotas de lluvia. El fuerte y rápido desnivel nos obliga a un ascenso casi vertical por senda entre piornales, siempre pegados a la alambrada que marca la separación regional.
            A nuestra derecha dejamos el collado de Remelende, zona de buenos pastos, y más al fondo la vista recorre el Parque Natural de Redes, por donde desciende el río Nalón en su curso más alto y se descuelga la AS-117 que nos subió al puerto. Al fin, cuando después de los últimos y costosos pasos coronamos la cumbre, comprobamos que el esfuerzo mereció la pena.

Hacia el pico Remelende; atrás quedan el collado y el puerto
 
            El Remelende, de 1 888 metros de altitud, con vértice geodésico y límite entre la parroquia casina de Tarna y el municipio de Maraña, es uno de los picos más destacados del Parque Natural de Redes; un excelente mirador del parque y del valle del Nalón, con el espectacular cierre que supone la mole del Tiatordos en el Cordal de Ponga; al sur, todo el valle de Riosol que forma parte de la cuenca alta del Esla hasta el embalse de Riaño.

Riosol y el embalse de Riaño desde la subida al Remelende
 
            Con el Remelende se inica la sierra del Mongayu, que podríamos recorrer en la línea de demarcación entre Caso y Lillo; ya lo hemos hecho hace algunos años (Montes de Caso, Maraña y Lillo, 23 de junio de 2012). Ahora nuestro camino debe descender hasta el puerto de las Señales, que también vemos en la base del pico donde nos encontramos ya sin lluvia, aunque con fuerte ventisca. El descenso es fácil, agradable y por una ladera bastante más tendida que la recorrida en el ascenso; ya en el llano, antes de llegar a la collada del puerto, pasamos junto a unas lagunas que sirven de abrevadero para el ganado.

Descenso hacia el puerto de las Señales; al frente nos espera el pico del Lago
 
            El puerto de las Señales está a 1 625 metros de altitud en la L-331, a sólo tres kilómetros del de Tarna y en el borde entre los concejos de Maraña y Lillo; su entorno es un buen criadero de setas, una delicia para quienes sienten afición a la micología. Después cruzamos la carretera y, dejando a la izquierda las lagunas Valdecarrín, ascendemos por buena pista maderera en bosque de pinos, hasta alcanzar la crestería por la que recorreremos la divisoria entre los dos concejos leoneses, en busca de la segunda cumbre de la jornada.

Por la crestería hacia el pico del Lago, nuestra cumbre más alta
 
            Una vez en la crestería, tenemos una buena vista de las lagunas que hemos dejado atrás, y de nuevo el valle de Riosol: el caserío con su ermita y cerca, restos de explotaciones mineras de mercurio ya hace tiempo abandonadas. A nuestra derecha, en el término de Lillo, la vista alcanza hasta el mismo puerto de San Isidro; pero lo más espectacular es el inmenso Pinar de Lillo, una de las mayores poblaciones de pinos milenarios de España, hoy zona sólo autorizada al paso de grupos inferiores a 15 personas.
            Por lo demás, esta crestería es el tramo más complicado de la caminata; bordeando el cordal por la empinada ladera que cae a Lillo, el camino entre bloques de piedra nos obliga a emplear las manos junto a la vara de avellano. Así, llegamos a la cumbre del pico del Lago de 2 007 metros de altitud, también llamado del Pinar, sin duda en alusión a la masa boscosa antes citada. Es para nosotros la mayor altura de la caminata, y desde su cumbre se columbran, a uno y otro lado, los dos embalses de La Montaña Oriental de León: el de Riaño y el del Porma.

Hermoso panorama del Pinar de Lillo, y muy al fondo el puerto de San Isidro
 
            En la base misma del pico están las lagunas de Tronisco, hacia las que descendemos en busca de un tiempo más apacible, fuera de la impertinente ventisca que nos viene acompañando. Este descenso, bastante vertical, nos deja junto a las tres lagunas, dos pequeñas y una mayor que sin duda es la acreedora del nombre de lago; resguardadas por las peñas del viento y bajo los primeros rayos de sol, a su vera encontramos el lugar más agradable para el descanso, la comida y la conversación.

Las tres lagunas de Tronisco, agradable lugar para el descanso
 
            Después del descanso, por pradería, monte bajo y siempre en ligero descenso, alcanzamos el collado de Tronisco (1 665 metros), donde retozan buenos ejemplares de la ganadería caballar marañense. Hasta aquí llega una pista de exclusivo uso ganadero, y por ella, bordeando el pico de Tronisco, nos adentramos ya de forma definitiva en el término de Maraña.
            La pista se encuentra con el reguero de la Collada que desciende del collado de Maraña, situado a nuestra derecha. Sobre nuestro camino se levantan los picos El Convento, La Polinosa y La Cruz del Mampodre; y entre ellos Valverde, hermoso valle incluido en la oficialmente conocida como Reserva Glaciar del Mampodre, zona también restringida para el paso de caminantes en grupo.
 
Los picos del Mampodre y Valverde, en el camino hacia Maraña
 
            Nos encontramos con el arroyo Valverde, que junto a otros conforma la cabecera del río Esla; lo seguimos por su margen izquierda y pronto llegamos a la pista que viene del valle de Riosol. Sólo nos resta seguirla en los últimos metros y entramos en Maraña, a 1 238 metros de altitud, única localidad de su municipio.
            Allí en la amplia plaza del pueblo, junto a la fuente, el ayuntamiento, el edificio que albergó las escuelas nacionales y un moderno parque infantil, terminamos la jornada. Fue una caminata que surgió como alternativa a otra que desde Acebedo pretendía recorrer las lomas del Mampodre; hubo de ser suspendida por imperativo legal, pero, pelillos a la mar, tengo para mí que este interesante recorrido entre el puerto de Tarna y el pueblo de Maraña  bien mereció la pena, como todos las que se pueden hacer por estos montes entre Asturias y León.

 Al final del camino, el pueblo de Maraña y sus praderías



Las fotos son de Ana Fabián

                    (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 17 de octubre de 2015)

viernes, 9 de octubre de 2015

POR MONTES DE OMAÑA



Desde Fasgar por la Cuesta de Ocidiello, el collado Campo y las colladas de Arca de Agua y del Pando, para bajar a Vegapujín; y por el viejo camino del Valle Gordo, regresar a Fasgar

            El río Omaña nace en la vertiente meridional del puerto de la Magdalena y corre hacia el sur para confluir con el Luna en la zona conocida como La Ribera, y conformar allí el nacimiento del río Órbigo, afluente del Esla. En su recorrido, el río Omaña atraviesa la comarca a la que da nombre, declarada por la UNESCO "Reserva Universal de la Biosfera". Esta comarca de Omaña está dividida en cinco municipios, y el de Murias de Paredes, donde nace el río, es el situado más al norte y uno de los más extensos.
            Al Ayuntamiento de Murias de Paredes pertenece el pueblo de Fasgar, donde por la unión de los arroyos Urdiales y Fasgarejo nace el río Vallegordo, un importante afluente del Omaña. Pues bien, a Fasgar en Omaña acudimos hoy para realizar esta caminata propuesta y coordinada en el grupo La Peñuca por José Manuel Tejera, quien en su convincente presentación aportó interesantes datos históricos y geográficos que intentaré reflejar en este artículo. Se trata de una caminata circular por el municipio de Murias de Paredes, aproximándonos hacia el oeste a la linde con terrenos del Ayuntamiento de Igüeña, cuyas aguas ya vierten al Sil.

Hermoso detalle de Fasgar de Omaña
 
            Al iniciar el camino en la plaza del pueblo, a 1 315 metros de altitud, seguimos el indicador hacia el Campo de Santiago, y por buena pista de tierra entre bosque de abedules ascendemos por la Cuesta de Ocidiello; a nuestra derecha dejamos cada vez más al fondo el arroyo Urdiales en las praderas de Foncabado. La primera parada es junto a una buena fuente a la vera del camino; reformada en los años noventa del pasado siglo, se adorna con un poema titulado "La Fuente, la Sed y el Mar", versos del poeta local Samuel Rubio.

Por la Cuesta de Ocidiello al Campo de Santiago
 
            Tras el descanso junto a la fuente y las fotos de rigor, continúa el ascenso hasta el collado Campo o collado Ocidiello, a 1 641 metros de altitud. Este collado se encuentra en la divisoria entre las cuencas del Omaña, y por tanto del Duero, y del Sil, pues hacia occidente, pocos metros más abajo, está el Campo de Santiago, amplia pradería en un valle de origen glaciar donde nace el río Boeza, que desemboca en el Sil en Ponferrada.

"La Fuente, la Sed y el Mar"; Samuel Rubio, 1981
 
            Nosotros, abandonando la pista, seguimos en fuerte ascenso hacia el sur por sendero entre monte bajo y atravesando abundantes pedreros. Al llegar al Campo de la Vallina Escura, la vista hacia el Campo de Santiago es total: el nacimiento del río Boeza entre hermosos meandros, antes de precipitarse por una estrecha canal hacia tierras del Bierzo; el edificio que fue posada y bar para caminantes y ganaderos y la ermita de Santiago. Esta ermita, junto a otros indicadores, es señal de que por aquí pasaba el Viejo Camino de Santiago, también llamado Camino de la Montaña, una alternativa en la época medieval para huir de las zonas más conflictivas en el Camino Francés, al que se une de nuevo en el Bierzo; tras tiempo en el olvido, hoy está en proceso de recuperación y de nuevo señalizado.

Campo de Santiago: río, posada y ermita
 
            El ascenso, tras el paso junto a una llamativa torre de piedras, continúa por la línea divisoria entre los municipios de Murias de Paredes y de Igüeña hasta alcanzar el Sesteadero del Buey de Fraile (1 904 metros). Desde aquí se columbra al fondo del valle del Boeza Colinas del Campo de Martín Moro, el pueblo de nombre más largo y que homenajea a los montañeros llegados de Salientes después de pasar por la cumbre del Catoute; un pico que también asoma entre otras cumbres apuntadas bien a lo lejos por los más amantes de los riscos.
            El camino por la vertiente de aguas nos deja ver a nuestra izquierda los Llaos de Baucín y mucho más al fondo Fasgar, adonde podríamos bajar acortando el recorrido; pero no es éste nuestro mandato, sino seguir el ascenso hasta coronar el pico Fernán Pérez, también llamado Arcos de Agua, a 2 062 metros de altitud, nuestra primera cumbre de la jornada. Luego, dando la espalda a las tierras de Igüeña, nos adentramos definitivamente en Omaña.

 Los Llaos de Baucín; al fondo, en el valle, se adivina Fasgar

            Se trata ahora de un fuerte descenso, haciendo camino entre un sembrado de altas escobas, hasta los 1 972 metros, donde está la collada de Arca de Agua. Y en un nuevo ascenso alcanzamos entonces la segunda cumbre: Peña Cefera a 2 012 metros de altitud. Aquí, con la mejor vista a nuestros pies de las tres lagunas de Baucín, dispone el coordinador el lugar para el descanso, la comida y la conversación; más a lo lejos se disfruta con el panorama de las tierras de Babia, bajo el perfil de la Cordillera y el inevitable macizo de las Ubiñas.

Pico Fernán Pérez y Peña Cefera; entre ambos, la collada de Arca de Agua
 
            Después del descanso viene un nuevo y algo complicado descenso hasta los 1 866 metros, junto a otra curiosa torre de piedra; el camino entonces mejora, en el cómodo y agradable paso por las praderías del Campón de Posada. Al llegar al Teso de Pidriera (1 667 metros), bordeamos un altozano y en ligero ascenso alcanzamos la collada del Pando (1 875 metros); un cartel nos informa que desde aquí hay camino hasta Tremor de Arriba, que divisamos a lo lejos y al fondo de su amplio valle: se trata de un pueblo del Ayuntamiento de Igüeña, en la zona minera del Bierzo, en cuyas proximidades se muestran vestigios de las explotaciones a cielo abierto.

Desde el Teso de Pidriera hacia la collada del Pando
 
            A partir de la collada del Pando, para nosotros todo será descenso por buena pista de tierra y piedra. Así, pasamos por Los Tablados (1 462 metros), un cruce en el que ambos caminos nos llevarían hasta el fondo del Valle Gordo: uno hacía Posada de Omaña y el otro, que nosotros seguiremos entre bosque de robles y prados cercados de piedra, hasta Vegapujín.
            Al llegar a Vegapujín, a 1 284 metros de altitud, recorremos parte del pueblo para enlazar con el último tramo del que fue antiguo camino de Aguasmestas a Fasgar. Por él circularon -informa un cartel en la plaza del pueblo- caminantes y mercancías hasta el trazado de la actual carretera a mediados de los años sesenta del pasado siglo.

Vista de Vegapujín al fondo del camino

            Este camino casi llano y en muy buen estado remonta el río Vallegordo por su margen derecha, entre prados, tierras de labor y bosque de ribera; son unos dos kilómetros y medio muy agradables, al final de esta caminata que desde Fasgar nos llevó a recorrer los montes de Omaña en su vertiente más occidental, con vistas a la comarca del Alto Sil.

 Hermosura otoñal de Omaña, en la foto de Ana Fabián


Las fotos, excepto la última, son de Juan Lobelle

                      (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 3 de octubre de 2015)