Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

lunes, 28 de abril de 2014

EN SAN MARTÍN DE OSCOS



Desde Revoqueira hasta San Martín por Mon, Mazo de Mon y Ventosa

            El pasado mes de marzo escribí sobre la caminata realizada por dos municipios de la cuenca baja del río Navia; ahora comentaré la que hicimos por otro concejo de su cuenca media: San Martín, el municipio más oriental de los tres Oscos, una comarca cuyas aguas van en su totalidad al primer río de Asturias por su longitud y segundo por la extensión de su cuenca. El propio presidente del grupo La Peñuca, Albino González Ordiz fue quien propuso este singular recorrido por San Martín de Oscos, quizá la ruta programada más al occidente de Asturias.
            Nuestro recorrido comienza en Revoqueira a dos kilómetros de la capitalidad municipal, tomando como base el PR-AS 114 Ruta de Mon. Se trata de un PR que ofrece un circuito por la llamada meseta de San Martín, con una altitud media ligeramente inferior a los 700 metros, y un brusco descenso hacia el fondo del valle del río Ahío, al que nosotros añadimos, a modo de adorno, dos variantes en el recorrido.

         Detalle de la meseta de San Martín
 
         Revoqueira es una aldea situada a 778 metros de altitud al borde de la meseta, sobre el valle del río Ferreira; allí hay una nave para uso agropecuario y junto a la ermita de San Antonio está el cartel informativo del PR que aquí tiene principio y final. Comenzamos entonces a andar por un viejo camino cómodo y limpio como corresponde a un PR bien cuidado y bien señalizado. En ligero descenso, atravesamos un bosque de castaños, robles y abedules, que dejan, sin embargo, suficientes claros para contemplar los cortines o corros de piedra que protegían las colmenas del apetito de los osos y el paisaje que se nos ofrece hacia el norte, más allá del profundo desfiladero que labra el río Ahío: bien a lo lejos, la empinada carretera que por Labiarón y Soutelo sube hasta la aldea de Bousoño, nombre familiar para mí, situada en la fuerte pendiente del cordal de San Isidro.

 Buen camino y bien señalizado

            Pronto llegamos a Mon (550 metros), aldea que ofrece entre su caserío el principal edificio del concejo, la joya de este recorrido: el palacio de Mon, barroco del siglo XVIII que remonta sus orígenes uno o dos siglos en la construcción de una de sus torres; catalogado como Monumento Histórico Artístico, atrae a caminantes y fotógrafos ante su fachada principal, bien conservada con dos grandes escudos de armas a ambos lados del balcón enrejado. Aquí nació Arias Mon y Velarde, que ocupó entre otros cargos los de primer regente de la Audiencia de Cáceres y ministro del Consejo de Estado; al negarse a reconocer como rey a José Bonaparte emigró a Francia, donde fue detenido, encarcelado y falleció en 1811, siendo declarado al año siguiente por las Cortes de Cádiz “Benemérito de la Patria”.

Vista general del palacio de Mon

           Tras la pausa en los alrededores del palacio para los comentarios y la indispensable labor de los fotógrafos, salimos del pueblo y nos acercamos a la ermita de Santa Marina, donde también está el mirador que se asoma a lo más profundo de la garganta del río Ahío. El río San Martín que pasa por la misma villa municipal junto con el Ahío que contemplamos desde este mirador, constituyen la red fluvial del concejo.
            El Ahío nace en el concejo de Illano, pasa cerca del santuario de Pastur y, ya en el de San Martín, por San Pedro de Ahío; recibe por su derecha, las aguas del Soutelo que viene de La Bobia en el concejo de Villanueva y del ya citado Ferreira, antes de desembocar cerca de Pesoz en el río Agüeira, que desde Fonsagrada y Taramundi viene, a su vez, a desembocar al Navia en el embalse de Doiras, convirtiéndose por longitud y por la extensión de su cuenca en el segundo de sus afluentes, después del río Ibias.

La ermita de Santa Marina, en las proximidades de Mon

            Pero nuestro siguiente objetivo es encontrarnos con el río Ahío en Mazo de Mon, que también vemos desde el mirador al fondo del valle; el desnivel es considerable, pero el camino es fácil y agradable por zona boscosa con áreas de repoblación forestal de pinos y alcornoques. La casería de Mazo de Mon a 200 metros de altitud se encuentra a ambas márgenes del río, unidas por un hermoso puente de madera; tiene una ermita dedicada a San Juan y su nombre procede de las muchas ferrerías, mazos y fraguas que hubo en esta comarca aprovechando las corrientes de agua. Una pista que trepa por la ladera es su salida natural hacia el vecino concejo de Pesoz, a cuya parroquia pertenece.

Puente sobre el río Ahío en Mazo de Mon

            Debemos comentar algo sobre las cuatro parroquias que ocupan el término municipal de San Martín de Oscos: dos de ellas, la propia de San Martín y la de Labiarón, la segunda población del concejo, se encuadran en su totalidad dentro del municipio; las otras dos son anejos de los concejos vecinos. A la de Santa Leocadia de Illano-Pastur pertenecen pueblos como San Pedro de Ahío o L'Arne, y Mazo de Mon y Bousoño pertenecen a la de Santiago de Pesoz, con cabecera y cementerio parroquiales en San Lorenzo de Brañavieja.

Mazo de Mon en el fondo del valle y el camino hacia Pesoz

            Después de visitar Mazo de Mon y contemplar las limpias aguas del río y su agradable entorno, los caminantes debemos rehacer el camino, recuperando la altura perdida hasta la aldea de Ventosa a 701 metros de altitud; una pendiente que, de nuevo debemos decirlo porque no siempre se encuentran los caminos tan limpios y bien cuidados, se recorre con agrado y placer. El caserío de Ventosa se extiende al este del pico Bodeirúa (728 metros), y alcanzar su cumbre de penedos areniscos con vértice geodésico es nuestro primer adorno a la ruta marcada en el PR. El ascenso es fácil, aunque la abundancia y amplitud de los argomales en la ladera lo convierten en poco apto para quienes caminan con pantalón corto. Merece, no obstante, la pena el pequeño esfuerzo para poder contemplar en hermosa panorámica la villa de Pesoz, por donde discurre el río Agüeira y donde la AS-13 se une a la AS-12 que sigue el valle del Navia hasta su desembocadura. Luego, en Ventosa, el campo que rodea la ermita de San Antonio es el lugar elegido para el descanso, la comida y la conversación con la amable presencia de algunos vecinos de la aldea.

 Cumbre del pico Bodeirúa

            A la salida del pueblo por la carretera, el PR retorna hacia Revoqueira, donde como hemos dicho tiene su final; nosotros, en el segundo adorno de la jornada, tomamos la carretera hacia San Martín. Recorremos así la meseta por su parte más llana; cinco kilómetros que se hacen cortos contemplando las amplias y espléndidas praderías producto de una acertada concentración parcelaria, repletas de ganado vacuno orientado a la producción de carne: la mayor explotación pecuaria de la comarca y base de la economía del concejo.
            Un leve descenso nos lleva hasta San Martín (690 metros) donde todavía se puede disfrutar visitando algunos rincones llenos de interés: iglesia parroquial, casona de los Pruida, casona de los Guzmanes… Remate final de esta interesantísima caminata por lugares para algunos hasta ahora desconocidos y en los que sin duda se habrán encontrado con estímulos suficientes para volver.

Panorámica de Pesoz desde la cima del Bodeirúa


                         (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 19 de abril de 2014)


Las fotos son de Juan Lobelle 

viernes, 18 de abril de 2014

RIBADESELLA, CANGAS DE ONÍS Y LLANES



Desde Santianes, por la sierra de Cuana, los collados Escapa y Tresjuncalar y la Vega de Llames, hasta Nueva de Llanes

            Por las montañas que ocupan la linde de estos tres términos municipales del oriente de Asturias se extienden una serie de vegas, puertos y collados a los que accede el ganado desde los lugares de invierno en busca de los mejores pastos; también destacan algunas cumbres -el Mofrechu, la más renombrada- a las que suben con frecuencia los montañeros atraídos por las hermosas vistas, si la niebla lo permite, tanto sobre los últimos tramos del Sella, su ría y su desembocadura, como hacia los valles interiores y hasta los Picos de Europa.
            Así, nosotros quisimos realizar esta caminata en una primera parte por los cordales que separan municipios y parroquias, para finalizar en el término de Llanes con un larguísimo recorrido por la cuenca del río Nueva: tal fue la propuesta para el grupo La Peñuca de José Manuel Nieto, ligero caminante y buen conocedor de esta zona donde tiene sus orígenes.

 La desembocadura del Sella desde algún lugar de la ruta (*)

            Iniciamos el camino en Santianes del Agua, en su coqueta plaza central dedicada a Enriqueta González Rubín (1832-1881), escritora local a quien la Academia de la Llingua recordó en la Selmana de les Lletres Asturianes del año 2009. De aquí también arranca la Ruta Literaria, confeccionada en honor de la autora del relato “Una excursión a la montaña” publicado en el diario “El Faro Asturiano” en junio de 1866.
            Nosotros no seguimos esta pequeña ruta, sino que desde el centro mismo de Santianes iniciamos el ascenso en busca del Monte La Cerezal. Como Santianes se encuentra a sólo 20 metros sobre el nivel del mar la subida es considerable, primero por pista ganadera y luego por la senda que trepa en el bosque hasta llegar a la cresta y ganar la cumbre del Cantu Arriondu a 791 metros de altitud.

           Por el Monte La Cerezal (**)

            Desde este alto entre los términos de Ribadesella y Cangas, seguimos en ligero descenso por la cresta de la Sierra de Escapa, bastante deteriorada por recientes incendios, y llegamos al collado Escapa (656 metros) donde vemos al sur el valle de Cuana con sus puertos y majadas. Nuestros pasos siguen ahora por la ladera que se interna en el concejo de Cangas, divisando a lo lejos la pista que desde la AS-340 sube a Santianes de Ola en la parroquia de Zardón y la aldea de San Tirso en la de Margolles, y llegamos al Puerto de Arriba de Cuana (786 metros), también conocido como Las Chozas de Cuana.

 El Puerto Alto o Las Chozas de Cuana (*)

            Es este un lugar con varias cabañas y prados cercados de piedra adecuado para realizar el ascenso al pico Mofrecho que nosotros sólo pudimos adivinar entre la niebla mientras seguíamos por la crestería, ahora ya entre Ribadesella y Llanes; dejamos a la derecha, también entre la niebla, el pico Juayadongu y en el collado Tresjuncalar (816 metros) encontramos agradable refugio para el descanso, la comida y la conversación.

 En el collado Tresjuncalar (**)

      Al reanudar el camino con un corto descenso algo complicado entre árgomas y brezos, desde el collado La Tabla (717 metros) divisamos el valle y el caserío de Peme adonde se sube por una empinada carretera desde Santianes del Agua. Seguimos el descenso y pronto llegamos a la amplia Vega de Llames, situada entre los dos concejos; es el sitio del nacimiento de dos ríos: en su vertiente occidental nace el río Llovio, que tras recorrer la cueva de Tinganón desemboca en el Sella en el lugar que le da el nombre; hacia la vertiente oriental corre el río Nueva a desembocar en la playa de Cuevas del Mar.

Vega de Llames y al fondo la Sierra de Cueva Negra (**)

            También aquí se inicia la Sierra de la Cueva Negra que tiene como cumbres señeras el Alto de la Cueva y el pico Bacia. Internándonos ya de forma definitiva en el municipio de Llanes, recorremos las hermosos praderías sobre las que se levanta esta sierra también conocida como Peña Las Pandas; cuenta con varias cavidades, como la misma Cueva Negra bajo el collado de Fontanina y la de Lledales donde está el conjunto geológico de La Escama.
            Al final del recorrido por las praderías, alcanzamos la pista forestal que en fuerte descenso nos deja en el lugar de El Barracón (230 metros), al lado del río Nueva. Una amplia pista sigue su cauce en un frondoso bosque de pinos y eucaliptos donde se pueden encontrar restos de antiguos molinos; es también un paraje de interés cinegético (corzo, jabalí, arcea…) y abundante fauna: aves, mamíferos, reptiles, anfibios…

 Bosque por donde corre el río Nueva (**)

            En este largo recorrido viendo como el río aumenta su caudal por los múltiples regueros que recibe, hasta cinco veces hay que vadearlo a pie enjuto, para tras pasar junto al pequeño y bonito puente medieval de Vallina, donde también hubo un molino, llegar a la AS-340 casi a la entrada de Nueva de Llanes: final de una caminata a la que se podrá calificar de muchas maneras, pero nunca de aburrida.

El río Sella y Santianes del Agua desde las primeras rampas del camino (*)



                         (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 12 de abril de 2014)


(*) Fotos de José Arnillas 
(**) Fotos de Juan Lobelle