Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

jueves, 30 de junio de 2016

POR LOS MONTES DE SOMIEDO



Desde La Peral hasta Villar de Vildas: Las Machadas, Sierra del Páramo, Monte Formigueiro, La Pornacal...

            El concejo de Somiedo, situado en el centro de la Cordillera Cantábrica -su límite con la provincia de León-, es uno de los más reconocidos y visitados por quienes disfrutan caminando por la montaña. Su accidentada orografía y la acción del glaciarismo le ha dotado de alturas bien valoradas, así como varias zonas con lagos que atraen muchos visitantes; como también, sus afamadas brañas y ricos pastizales de altura.
            En definitiva estamos ante una de las áreas naturales y etnográficas más ricas de España, por lo que todo el territorio de Somiedo fue declarado en 1988 Parque Natural y a partir del año 2000, Reserva de la Biosfera por la Unesco. Pues bien, varios artículos en este blog ya comentan algunas caminatas por este Parque Natural, que cuenta también con ciertas zonas restringidas al paso de caminantes en grupo. Algunas de estas zonas bordeamos hoy en la caminata propuesta y coordinada en el grupo La Peñuca por Carlos de Paz (Serbal), sin duda un buen conocedor de estas tierras.

El río Pigüeña, afluente del Narcea, importante curso fluvial de Somiedo. 
           
            La Peral es una aldea de la parroquia de Gúa que fue en su tiempo asentamiento vaqueiro, a la que se llega por una estrecha y corta carretera que parte de la AS-227 poco antes de coronar el puerto de Somiedo. Allí, a 1 100 metros de altitud, se inicia el PR AS-14 La Peral-Villar de Vildas y nosotros lo seguimos en un primer tramo de nuestro recorrido. Salimos de la aldea por la parte baja del caserío y pasamos ante un teito con una placa que recuerda la visita del entonces Príncipe Felipe, junto a un mirador que también se le conoce como del Príncipe.

Paisaje del valle de La Peral, al inicio del camino.
 
            El camino, una cómoda pista de tierra, asciende entre prados cercados de piedra remontando el reguero Trabanco, afluente del río Somiedo. Cuando la cuesta se empina de forma considerable, la pista ya es de hormigón, sin duda para facilitar el acceso de los vehículos ganaderos a los pastos de altura. Así llegamos, a 1 650 metros de altitud, a Las Machadas, amplia braña estival con buena fuente abrevadero y el correspondiente cercado para el ganado.
            En Las Machadas, desde donde contemplamos hacia el oeste el estrecho valle de Trabanco, una de las zonas de paso restringido en el parque, dejamos el PR que se va hacia el collado de Enfistiecha y La Pornacal, y nos dirigimos hacia el norte, donde nos espera la sierra del Páramo ya cubierta de niebla. El ascenso es fácil por buena pradería hasta llegar al primer collado en el cordal de la sierra.

La braña de Las Machadas y a la derecha el valle de Trabanco.
 
            Desde allí, bajo una fuerte cortada tendríamos a la vista, si no estuviera totalmente oculto por la niebla, el valle alto del río Somiedo, la AS-227 que sube al puerto y los pueblos de Gúa y Caunedo. Sobre el mismo collado se levanta, con su ladera cubierta de monte bajo, el pico Mocoso; debemos ganar su cumbre plana a 1 988 metros de altitud, con vértice geodésico y adornada con una pirámide de piedra, una cruz de hierro y el buzón montañero. Se trata como el resto de la sierra, de terreno de brezal y retama que no ofrece buenos pastos; y como la niebla lo oculta todo, nos quedamos sin contemplar las brañas que se extienden por su ladera este -Fuexu de Caunedo- y noroeste -La Parada y Fontiquín-, que esas sí, dicen, brindan mucho mejores pastos.

Por buena pradería, el ascenso hacia la cumbre del Mocoso.
 
            Tras la cumbre de la jornada, nuestro camino sigue recorriendo el cordal de la sierra del Páramo, primero en la linde entre las parroquias de Aguino y Villar de Vildas, y adentrándonos luego forma definitiva en ésta última por una de las zonas más loberas del parque en busca de las llamadas Lagunas del Páramo. Primero encontramos a 1 786 metros de altitud la Chamazo; bordeándola, llegamos a la Redonda (1 700 metros); y algo más allá, está la Cabera.

Bordeando la laguna Chamazo entre la niebla.
 
            Después de las buscadas lagunas, viene el tramo más difícil y complicado de la jornada; el fuerte descenso por el Monte Formigueiro entre escobales y piornales, espesa vegetación también adornada con las hermosas xanzainas de flores color anaranjado, típicas de esta zona de Somiedo. En verdad fue tan pesado el descenso, que al columbrar entre la niebla la braña Formigones con sus cercados de piedra y sus cabañas derruidas, algunos quisimos encontrarnos ya en La Pornacal; y todo con el bocadillo en la mochila ante la dificultad de encontrar el lugar adecuado para el descanso.

Complicado paso por el Monte Formigueiro.
 
            Y al fin, superados en menos de tres kilómetros algo más de 500 metros de desnivel desde la laguna Redonda, llegamos a la braña La Pornacal a 1 170 metros de altitud. Entonces sí, cobijados bajo los porches de algunas cabañas encontramos tiempo y lugar para la comida, el descanso y los comentarios sobre las peculiaridades de esta braña equinoccial, la más conocida y visitada del parque de Somiedo: sus cabañas y cuadras de teito de escoba, el cabañín con techumbre de teja para alojamiento del pastor... todo restaurado en 1995 con fondos de la Unión Europea.

Detalle bajo la niebla de la braña La Pornacal.

            En La Pornacal nos encontramos de nuevo con el PR, que viene de Brañaviecha, también conocida como braña Los Cuartos. Estamos en el valle alto del río Pigüeña, ahora en Zona de Uso Agropecuario recorrida por la buena pista ganadera que soportará la última parte de nuestra caminata. Descendemos por la margen derecha del río mientras la niebla va quedando atrás y el camino discurre entre buenos prados de siega, hasta que por un puente de piedra cruzamos el río y entramos en Villar de Vildas a 870 metros de altitud.

 El caserío de Villar de Vildas asoma al final del camino.

            Ya se sabe, Villar de Vildas, único pueblo de su parroquia, sin comunicación por carretera hasta finales del siglo XX recibió el Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar en 2004. En la plaza de donde parte la carretera finalizamos esta caminata, en la que si bien la inoportuna niebla apenas nos permitió ver los lugares por donde pasamos, sí pudimos, en cambio, adivinar el atractivo de estas tierras de Somiedo. Y eso que a menudo suele ocurrir, también satisface a quienes siempre y en cualquier circunstancia encontramos alicientes al caminar por el monte.

 El teito del Príncipe, a la salida de la aldea de La Peral.

 Las fotos son de Ana Fabián.

                       (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 25 de junio de 2016).

viernes, 17 de junio de 2016

ENTRE DEGAÑA E IBIAS



Desde Rebollar, por la Braña de los Cardos y la Gubia de Fuentes, hacia la Sierra de Moreda; y por las tierras de Sisterna al Collado Merindiello, para finalizar en Tablado

            Los concejos de Ibias y Degaña tienen muchos aspectos en común y no sólo el encontrarse en la zona más suroccidental del mapa de Asturias. En primer lugar ambos se sitúan en el extremo occidental del llamado Macizo Asturiano de la Cordillera Cantábrica. Además, forman parte de la cuenca del río Ibias, que nace cerca del puerto de Cerredo y atraviesa los dos municipios en su recorrido hacia la confluencia con el Navia, ya en la provincia de Lugo, en la cola del embalse de Salime.
            En su recorrido, el río Ibias recibe las aguas de numerosos afluentes, algunos de los cuales encontramos en la caminata de hoy, propuesta y coordinada en el grupo La Peñuca por Manuel Quintana. Caminata, por lo demás, poco frecuente, dada la larga distancia y mala comunicación entre el centro de Asturias y estas tierras que, sin embargo, ofrecen sobrados alicientes -vistas agradecidas, bellos rincones- para acudir a ellas.

El reguero de Moreda desciende de esta sierra al sur de Ibias.
 
            El itinerario discurre entre dos aldeas del concejo de Degaña situadas en la AS-212 que comunica ambos concejos. Luego, avanzando hacia el suroeste penetramos en Ibias para recorrer parte de Sisterna, su parroquia más oriental; todo ello dentro de un recóndito espacio protegido que se incluye en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea y del Ibias.
            La aldea de Rebollar se encuentra a sólo tres kilómetros de Degaña, la villa municipal y también cabecera de su misma parroquia. Allí, a 850 metros de altitud, un indicador señala el Camino del Puerto del Trayecto y por él iniciamos nuestro recorrido; se trata de un camino carretero que fue antigua calzada romana y después paso habitual hacia León de los habitantes de estos pueblos. El camino, entre pradería y bosque, va ganando altura por la margen izquierda de El Reguerón, arroyo que baja del puerto a desembocar en el río Ibias.

Al fondo, la Peña del Trayecto que protege el paso del puerto hacia León.
 
            Superado el considerable repecho que hace honor a su nombre, El Costadín, cruzamos el reguero y alcanzamos la braña de los Cardos a 1 203 metros de altitud. Poco más arriba, en el llamado Campo la Vuelta dejamos el camino del puerto, que se va a nuestra izquierda, y por una senda en la ladera del monte Brañolina, en cuya base vemos la laguna Chagonacho, alcanzamos el collado Gubia de Fuentes (1 625 metros). Estamos ya en el límite entre Asturias, municipio de Degaña, y León, término de Peranzanes, y el collado se encuentra flanqueado por dos cumbres: la Peña del Trayecto, de aspecto bien rocoso, y el pico Moredina, con su ladera cubierta de monte bajo.

La braña de los Cardos y arriba, a la derecha, el collado Gubia de Fuentes.
 
            Mientras alcanzamos la cumbre del Moredina (1 857 metros) haciendo camino por la linde provincial entre el frondoso brezal, contemplamos el magnífico panorama que se abre a nuestra derecha: hacia el norte la imponente Sierra de Degaña en el límite con Cangas del Narcea, parroquias de Gedrez y Monasterio de Hermo donde están las fuentes del río Narcea; más al noreste el hermoso valle alto del Ibias desde su cabecera, y los pueblos de Cerredo y Degaña. Más lejos aún, la vista alcanza hasta el Cueto de Arbás, el 2 000 más occidental de la Cordillera, el mismo puerto de Leitariegos y gran parte del extensísimo término de Cangas del Narcea, hasta adivinar las praderías de L'Acebo. Al fin, cuando alcanzamos la cumbre del Moredina contemplamos a nuestros pies la laguna Bromecha en la cabecera del valle Cheiroso, que desagua en el río de la Collada al que encontraremos casi al final de nuestro recorrido.

Bonito y florido ascenso hacia el pico Moredina.
 
            Es el pico Moredina vértice entre Asturias y León, pero además dentro de nuestra región entre los concejos de Degaña e Ibias; y es también el extremo más oriental de la Sierra de Moreda a la que nosotros llegamos para recorrer su crestería. Caminando hacia occidente entre Ibias y León descendemos hasta el collado Boca Mular (1 682 metros), ante el que se levanta bien atractivo el pico Teso Mular de 1 884 metros de latitud, nuestra segunda y más alta cumbre de la jornada.

A la derecha, el pico Moredina; en el centro, el collado Boca Mular
y a la izquierda, el Teso Mular.
 
            Esta afilada cumbre, con vértice geodésico y buzón montañero, nos ofrece hacia el norte la vista de los valles por donde irá la segunda parte de la caminata; hacia el sur el panorama es aún más amplio: el valle que forma una de las cabeceras del río Cúa, importante afluente del Sil; Los Ancares y la extensa llanura del Bierzo hasta Ponferrada y el embalse de Bárcena. Sin duda el lugar más adecuado para el descanso, la comida y la conversación.
            La segunda parte del camino comienza con el descenso al collado Pie Mular (1 765 metros), para desde allí, ya dando la espalda a las tierras leonesas, alcanzar en un paso algo complicado las esperadas lagunas de Sisterna (1 590 metros). Son dos lagunas de origen glaciar situadas en tierras de Sisterna, si bien, dependiendo del punto de arranque para llegar a ellas, también se les nombra como lagunas de Tablado.
 
 Lento descenso desde el collado a las lagunas.

            En efecto, hasta allí llega el PR-AS 8 Lagos de Sisterna y es el camino elegido para nuestro descenso hasta Braña de Arriba (1 520 metros), pasando junto a dos hermosas cascadas que son el desagüe de las lagunas hacia el reguero de Moreda, y luego a Braña de Abajo (1 312 metros). Aquí abandonamos este PR que, como su nombre indica, se va hacia Sisterna pasando antes por el collado Beizán.
            Nosotros, en un giro a la derecha, enlazamos con el PR-AS 8.1 Lagunas de Tablado, que seguiremos hasta el final de nuestro recorrido. Para ello, realizamos por buena senda de piedra un considerable ascenso en la ladera, hasta alcanzar la cabecera del reguero de Moreda o de las Mestas que va a desembocar en el río de la Collada cerca de la aldea del Bao.

 Lagunas de Sisterna o de Tablado, desde el collado Pie Mular.

            Así, bordeando la ladera, alcanzamos el collado Merindiello a 1 374 metros de altitud con un indicador que le nombra como Alto del Valle; ya estamos de nuevo en el término de Degaña, ahora en la parroquia de Tablado, la más occidental de las tres que forman el concejo. A partir de aquí, todo será descenso por un buen camino carretero entre bosque de abedules, robles, avellanos, castaños y hasta algún admirado serbal de los cazadores.

 Agradable camino por el bosque hacia el collado Merindiello.

            Cruzamos el río de la Collada en la AS-212 y estamos, a 860 metros de altitud, en la aldea de Tablado, en cuya iglesia parroquial estuvo el reconocido Cristo de Tablado del siglo XVI, talla de marfil sobre cruz de palo que se atribuye a Juan de Juni; ahora se encuentra en el Archivo Diocesano de Oviedo. En Tablado o Trabáu según dicen en tixileiro, esa jerga empleada en sus tratos comerciales por las gentes de estas tierras; los cunqueiros, hábiles en el torneado de la madera, incluso reconocidos más allá del puerto por sus cuencos, escudillas, platos... aunque según el dicho popular, a cada pueblo su especialidad: "cesteros en el Rebollar; / madreñeros en Tablao, / zapateros en Sisterna / para sastres el Bao".

La aldea de Tablado se asoma al final del camino.
 
            Aquí en Tablado, Tablao o Trabáu, único núcleo de población de su parroquia, ya que El Corralín, en un pequeño enclave dentro de Ibias, se encuentra abandonado desde 1969 e incluido en la Reserva de Muniellos, finaliza esta agradable caminata que nos llevó a dos concejos de accidentada geografía, gran belleza y extraordinaria riqueza natural.

La Sierra de Degaña y parte del camino recorrido.
En el centro de la imagen se aprecia la braña de los Cardos.


Las fotos son de Juan Lobelle.

                       (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 11 de junio de 2016).