Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

viernes, 21 de octubre de 2016

POR LOS PUERTOS DE LENA



Del puerto de la Cubilla a Los Pontones: Almagrera, Mesa y Tesa; los Meruxales y la Cavillera

            El concejo de Lena se sitúa en la zona centro-meridional del mapa de Asturias; por él discurren las principales comunicaciones por carretera y ferrocarril hacia Castilla y León. Se podría trazar una línea imaginaria sobre el territorio de Lena desde su punto más occidental, la Peña La Siete, vértice entre la parroquia de Tuiza, Quirós y León, hasta el pico Tresconcejos, entre la parroquia de Parana, Aller y también León. Al sur de esta línea, Lena cuenta con varios puertos de amplios pastizales de altura de tipo comunal para el mantenimiento de ganado vacuno, caballar y, en menor medida, lanar.
            La Vachota es uno de estos puertos, en la parroquia de Teyedo, y también Acebos, en la de Tuiza. A los dos se acude por la LE-8 que desde Campomanes sube al puerto de la Cubilla, para mí uno de los más bonitos de la cordillera Cantábrica. La carretera asciende dejando atrás, ya en la parroquia de Tuiza, el profundo valle del Güerna, con curvas y pendientes de vértigo rodeada de las praderías de Acebos, que cuelgan del imponente murallón rocoso que cierra el panorama.

La carretera del puerto de la Cubilla; a la derecha el valle de Tuiza.
 
           El puerto culmina en el Alto el Palo a 1 689 metros de altitud, uno de los puntos más altos cruzando la cordillera por carretera; al otro lado está León y allí Puerto Pinos, gran extensión de vegas, majadas, puertos y collados a cuyos pastos acuden los ganaderos de Mieres y también de algunas parroquias de la Babia Alta como Pinos, Villargusán o San Emiliano. Pues bien, al Alto el Palo en el puerto de la Cubilla acudimos para recorrer las tierras altas de Lena y los caminos que antaño comunicaron el valle del Güerna con los pueblos de Babia y Luna; una travesía propuesta y coordinada en el grupo La Peñuca por José Montero, con la que pude lograr algo que, como caminante, desde hace algún tiempo esperaba.

La carretera después del puerto entre las praderías de Puerto Pinos.
 
            Al iniciar el camino en el Alto el Palo vamos siguiendo el cierre que marca la divisoria interprovincial y de pastos entre las praderías de Acebos y Puerto Pinos. Caminamos por la vertiente de León, por encima de la pista que comunica el puerto con las tierras de Lena hacia donde nos dirigimos; al fondo queda la vega de Rodriguero, la más septentrional de Puerto Pinos y donde nace el río del Puerto que lleva sus aguas al río Luna en Villafeliz de Babia.

Los primeros pasos hacia la primera cumbre.
 
            Bordeamos la Peña Tolondra o Tolóbriga y atacamos la llamada Cuesta de Santa Marina, al final de la cual la separación provincial y de pastos gira a la derecha hacia el collado Rodriguero y el Alto la Pica. Cuando la cruzamos, entramos en tierras de Lena e iniciamos el ascenso por una pequeña canal hasta la cumbre de La Almagrera de 1 933 metros de altitud; una peña reconocible por las piedras rojizas del almagre, óxido de hierro, que le da nombre. Podemos ver en su ladera sur algunas pozas y zanjas, consecuencia de la explotación de este mineral que se realizó hasta los años setenta del pasado siglo. Está la Almagrera justo encima de las praderías de Acebos, de El Quempu, aldea de la parroquia de Tuiza, y del valle alto del Güerna; hacia el sur se pueden contemplar desde su cumbre varios kilómetros de la extensión de Puerto Pinos.

Último esfuerzo para alcanzar la cumbre de la Almagrera.
 
            El descenso de esta primera cumbre hacia el sur es a la Vachota, valle alto como su nombre indica, conjunto de brañas y pastizales al fondo del que está el Muñón del Agua que surge para perderse de nuevo en el Pozu la Vachota. Nosotros vamos descendiendo hacia la pradería para situarnos por encima de Mayá Vieya, donde hay fuente con abrevadero y cierre para recoger el ganado.
            Estamos en la base de la Peña La Mesa, en el momento más esperado de la caminata; debemos dejar a buen recaudo mochilas y palos para con la ayuda de las manos iniciar una interesante trepada, buscando agarres y puntos de apoyo, hasta la cima (1 915 metros). Una vez en la cumbre, comprobamos que hace honor a su nombre: plana como una mesa, nos permite recorrerla con facilidad hasta palpar la cruz metálica que la corona.

Después de la Almagrera, el camino hacia La Mesa.
 
            Su ladera norte cae vertical hacia el puerto de las Navariegas, brañas y pastizales de Riospaso, uno de los pueblos de esta parroquia de Teyedo. Luego, la vista es completa hacia el valle bajo del Güerna y hasta el Caudal y la zona urbana de Mieres; en lontananza se adivinan el espigón del puerto El Musel, parte de la zona urbana de Oviedo, el monte Naranco y hasta el Aramo.
            Tras la fotos de rigor, el descenso por la misma ruta sirve para constatar que la destrepada puede ser más complicada que la trepada; pero una vez logrado, de nuevo junto a Mayá Vieya, puedo decir que fue emocionante subir a La Mesa para quienes lo logramos por primera vez, y sobre todo para quienes esperábamos esta oportunidad.

Mayá Vieya en las praderías del puerto la Vachota.
 
            El camino hacia el siguiente punto de referencia se hace largo, aunque sin ninguna dificultad. Vamos bordeando algunas peñas como La Escrita y también, cresteando con vistas hacia la parte de la Vachota por donde más tarde buscaremos el camino de salida. Hacia el norte vemos las Navariegas y el monte Blime, desde donde, dicen, afamados carreteros transportaban madera hacia los pueblos de Babia y Luna.
            Así, después de un último esfuerzo, culminamos la Peña La Tesa (1 898 metros), una cumbre muy agradecida. Desde allí se divisa todo el valle del Foz y del Güerna; toda la zona meridional de Lena con las vías de comunicación citadas al principio: ferrocarril, Pajares pueblo, carretera del puerto y autovía del Güerna desde el mismo Campomanes. Con este panorama, no podría ser otro el lugar elegido para el descanso, la comida y la conversación.

Después de La Mesa, por el cordal hacia la Peña La Tesa.
 
            Como desde La Tesa también vemos el camino que nos falta por recorrer, iniciamos con gusto el descenso. De nuevo en la Vachota, primero pasamos por la braña las Coronas, también conocida como Meruxales de Arriba (1 770 metros), donde finaliza la pista que llega desde el Alto el Palo. Luego, Meruxales de Abajo y después la braña el Cheu, donde hay un pequeño lago ("chegu", en la fonética local) que le da nombre y, como en todo el puerto, cabañas en buen estado que ocupan los ganaderos durante la temporada de verano. Al final, está la majada La Mata (1 457 metros) al pie del pico del mismo nombre; es lo más profundo de la Vachota, que abandonamos para continuar el descenso por la Foz de la Cavillera.

Conjunto de cabañas en Meruxales de Arriba.
 
            Es la Cavillera la foz por donde desciende el río que recoge en diversos manantiales las aguas de este puerto alto de Lena, incluso las que se pierden en el Pozu la Vachota y aparecen ahora 600 metros más abajo. Vamos por la margen derecha del río con bonitas cascadas, luego lo cruzamos y lo perdemos de vista, aunque sus aguas suenan cantarinas al fondo del valle. Fue éste, el camino de paso natural, antes del trazado de la pista, desde los pueblos de Teyedo al puerto; pero aún hoy está en buen estado y bien conservado, por lo que debe de ser frecuentado al menos por los ganaderos que acuden a estas últimas brañas y majadas.

Embocadura de la Foz de la Cavillera desde el Cheu.
 
            Por entre cerrados hayedos y con pasos de fuerte pendiente llegamos a La Llinar, un buen conjunto de prados de diente cercados de piedra y rodeados de bosque, con varias cabañas hasta donde llega una pista sólo para vehículos autorizados. Atravesando un amplio bosque donde abunda el castaño, llegamos a un cruce; a la derecha, un pequeño recorrido de apenas 50 metros, superando una curva, nos sube al altozano desde donde nos sorprende la vista, allí mismo, de Traslacruz. Detalle de buen gusto por parte del coordinador, acercarnos a esta aldea situada a 800 metros de altitud, cuyo topónimo alude a encrucijada de caminos por la ladera y el valle del Güerna; situada en un lugar que para nosotros hubiera pasado desapercibida de seguir en el cruce el camino recto hacia la carretera.

 Camino y bosque otoñal en la Foz de la Cavillera.

            Poco más abajo llegamos a Los Pontones, casería de Teyedo con la iglesia parroquial y donde el río la Foz se une al que viene de Tuiza y el Meicín, la cabecera del río Güerna. Hoy, este lugar es sobre todo conocido por las obras de conservación del túnel para el nuevo ferrocarril, que allí mismo tiene su boca norte. Encontramos en Los Pontones, a 600 metros de altitud, el final de esta caminata, en la que si bien la guinda fue el ascenso a La Mesa, tuvo por lo demás momentos de gran interés, lo que me permite considerarla como una de las más atractivas de la esta temporada.

Completa panorámica del valle del Güerna; 
en la ladera derecha, la autovía desde Campomanes.

 Las fotos son de Ana Fabián.
             (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 15 de octubre de 2016).

viernes, 7 de octubre de 2016

ENTRE VILLABLINO Y SOMIEDO



Dede Lumajo hasta El Puerto por La Almozarra, la Sierra del Cornón, Fuente Cerezalina, Boca Ríos y Vega Cimera

            Lumajo es una localidad y también pedanía del municipio de Villablino, en la comarca de Laciana. Hasta Lumajo se llega por la LE-492 que parte de la C-623 en Villaseca de Laciana. Como Villablino linda al norte con Somiedo, siempre es apropiada una caminata entre ambos términos a través de valles, altos y vegas de las dos vertientes de la cordillera.
            La principal vía que desde el norte de León llega a Somiedo es la C-633 que enlaza con la AS-227 para descender hasta La Pola. Y la primera localidad asturiana que atraviesa es El Puerto, único núcleo de población de su parroquia, Santa María del Puerto, y el lugar habitado más alto del concejo. Pues bien, entre Lumajo en Villablino y Santa María del Puerto en Somiedo, a traves de la cordillera, discurre esta caminata del grupo La Peñuca propuesta y coordinada por Manuel Obaya.

Una de las lagunas que se encuentran en esta caminata.
 
            Lumajo, con su caserío bien apretado, se encuentra a 1 400 metros de altitud en el valle que lleva su nombre. Iniciamos el camino por una pista de tierra en la margen izquierda del río La Almozarra; es un camino agradable, que va ganando altura de forma moderada por el valle. A nuestra izquierda dejamos las brañas del Navariego y más arriba, la majada de la Regada con su nave para recoger el ganado. Ya vemos las cumbres que nos esperan; después de cruzar algunos arroyos, llegamos al punto donde la pista se convierte en sendero entre pradería y monte bajo, y el río ya es un arroyo alimentado por manantiales que encontramos al paso, como la fuente de La Almozarra de Abajo en las Cabañas de los Rozaos.

Casi desde el inicio del camino, de izquierda a derecha 
los picos Cornón, Regada y Aspía.
 
            Luego veremos la fuente de La Almozarra de Arriba, poco antes de encontrarnos con los Barrancos de la Almozarra; el camino discurre entonces sobre las pizarras del propio cauce del arroyo bajo la alargada Loma de La Almozarra. Es un paso espectacular, que ya en el pueblo se nos anunciaba en un cartel como uno de los lugares más llamativos de la montaña de Laciana.
            Al salir del barranco, y después de un tramo bastante pendiente, llegamos a la Vega de La Almozarra a 1 877 metros de altitud, donde hay, como en todo el camino recorrido hasta ahora, bastante ganado. Aquí enlazamos con el PR-AS 10 Ruta del Cornón, que viene desde El Puerto y al que nosotros seguiremos por la sierra para alcanzar su punto más alto. Ya la vista que nos rodea comienza a ser de lo más interesante; aunque sólo una muestra de lo que veremos desde la cima.

Por el Barranco de La Almozarra.
 
            Ascendiendo sin tregua por las lomas de la sierra, eligiendo siempre los mejores pasos entre el espeso monte bajo, llegamos a la horcada entre los picos Asta y Cornón, a 2 055 metros de altitud. Es el último peldaño antes de atacar la vertical ladera hacia el vértice geodésico del Cornón, que con sus 2 188 metros de altitud, situado en la divisoria entre Asturias y León, es el techo de Somiedo.
            El pico Cornón es uno de los más afamados y también de los más visitados, pues a él se puede llegar desde varios puntos de León o Asturias; por ejemplo desde Brañaviecha, en la parroquia de Villar de Vildas o desde La Peral, pueblo vaqueiro en la parroquia de Gúa. Y es también uno de esos puntos de la cordillera Cantábrica desde los que parece divisarse "el mundo entero"; sobre todo si contamos con un luminoso día de otoño como el que hoy disfrutamos.

El ascenso a la cumbre después del último peldaño.
 
            Por supuesto, hacia el este se levanta el inevitable Macizo de las Ubiñas y hacia el norte el panorama alcanza hasta el mar; pero más cerca nos sorprende la vista de parte de la zona urbana de la villa de Tineo bajo su sierra cubierta de eólicos. Más cerca aún, al suroeste, por tierras de Cangas del Narcea apreciamos el recorrido comentado en el artículo anterior, y frente a nosotros la estación invernal de Leitariegos y el Cueto de Arbas.

Vista hacia las tierras de Cangas del Narcea;
 en el centro, atrás, el pico Rabo de Asno.
 
            Con la espalda protegida de cierta brisa que viene del norte, nos sentamos para el descanso y la comida mirando hacia el sur; entonces la conversación discurre sobre el bellísimo valle de Peñarrubia con sus majadas, brañas y lagunas que alimentan al río Sosas, afluente del Sil. Divisamos hasta Villablino y el embalse de Las Rozas, más allá de este valle que en ocasiones apellida al pico donde nos encontramos: el Cornón de Peñarrubia, para diferenciarlo de otras cumbres con el mismo orónimo que tanto abunda en su significado de lugar extremo, apuntalado y rocoso.

Fue agradable el descanso sobre el hermoso valle de Peñarrubia.
 
            Al iniciar el descenso de la cumbre, después de tan agradable estancia, dejamos a nuestra izquierda las pequeñas lagunas que son el nacimiento del río Pigüeña y llegamos al collado El Barroso (1 884 metros). Allí también hay varias lagunas; en este caso, el origen del río Borrones o de La Peral, que junto con otros arroyos forma la cabecera del río Somiedo.

Atrás queda el Cornón con su aspecto rocoso y arenoso.
 
            Siguiendo las señales del citado PR-AS 10 llegamos al Boquete de La Almozarra (1 756 metros), en el límite entre Asturias y León; se trata de la embocadura del valle por donde anduvimos la primera parte del camino, y fue frecuente lugar de paso de la trashumancia extremeña hacia los pastos del norte. Caminamos ya de forma definitiva por tierras de Somiedo, aunque aún sea la vertiente sur de la cordillera; pues todas las aguas de esta parroquia de Santa María del Puerto, la más meridional del concejo, vierten al río Sil a través del llamado arroyo del Puerto.

El Boquete de La Almozarra.
 
            Pasamos por zona de buenos pastos comunales en la ladera del Alto Prefuste y del pico Miru Malu que sitúan la divisoria interprovincial, y después de Fuente Cerezalina llagamos a Boca Ríos. Se trata de una pequeña pradera por la que serpentea un arroyo que allí mismo nace y se oculta en una sima en la base de la peña.
            Por la pradera ascendemos al cordal y desde allí ya contemplamos la amplia vega, el arroyo del Puerto y, al fondo, el agradable caserío donde nos espera el final del camino. Primero encontramos la llamada Vega Cimera y por ella descendemos hasta el llano. Es muy bello el entorno de El Puerto: esa amplísima vega con prados de siega y diente cercados de piedra, que ofrecen excelentes pastos al ganado vacuno.

 Santa María del Puerto; el caserío y su entorno.

            Recorremos la vega por la margen derecha del arroyo, hasta que lo cruzamos y entramos en el pueblo, donde hay un área recreativa y una oficina de información. Aquí finalizamos, a 1 486 metros de altitud, esta caminata en un hermoso día de primeros de otoño. Y es que a mí me gusta caminar por la vertiente sur de la cordillera; ya sea, como en este caso, por los montes de Laciana y el sur de Somiedo, por la incomparable Babia, Omaña, Luna o también la montaña más oriental de León: una zona que nunca defrauda y por la que siempre resulta agradable andar haciendo camino.

 La fuente de la Cueña, a la entrada de Lumajo, 
donde empezó la caminata.

Las fotos son de Ana Fabián.

              (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 1 de ocrubre de 2016).