Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

sábado, 10 de diciembre de 2016

POR LA COSTA ORIENTAL



Desde Bustio hasta Pendueles: San Emeterio, Pimiango, La Franca (playa), Santiuste, Buelna (playa)...

            En la costa más oriental de Asturias se encuentran el pequeño municipio de Ribadedeva y el más extenso de Llanes. Ambos municipios comparten algunas áreas de Paisaje Protegido: en el interior, la Sierra de Cuera y además, el de la Costa Oriental. Este paisaje Protegido de la Costa Oriental comprende en Ribadedeva sus nueve kilómetros de litoral, el más al este de Asturias, entre las desembocaduras de los ríos Cabra y Deva, en el límite con Cantabria; todo pertenece a la parroquia de Colombres, una de las tres que componen el pequeño concejo. En cuanto al concejo de Llanes, su costa más oriental ocupa la parroquia de Pendueles, desde el río Novales hasta el ya citado Cabra.
            También en la costa, los dos municipios cuentan con lugares catalogados como Monumento Natural o Patrimonio de la Humanidad. Algunos de ellos tendremos la oportunidad de encontrarlos en esta caminata por acantilados y bosques de ribera a través de las parroquias de Colombres y Pendueles. Buena parte de este recorrido coincide con el señalizado como GR E-9 Senda Costera Norte; pero no todo, pues lo propuesto y coordinado en el grupo La Peñuca por Rafa Carretero abandona, con buen criterio, este trazado oficial buscando siempre el paso por los lugares de mayor interés.

 Hermoso atardecer al final de la caminata.

            El camino se inicia en Bustio, pequeño puerto pesquero en la margen izquierda de la ría de Tinamayor, el confín más oriental de Ribadedeva y de Asturias. Junto al viejo puente de hierro que comunica con Unquera, ya en Cantabria, hay una plaza con un cartel del citado gran recorrido europeo, lo que nos recuerda que ya en otra ocasión coincidimos con este GR: fue en la primera caminata del año (Por Carreño y Gozón, 21 de enero de 2016).
            La pista por la que iniciamos el recorrido de hoy pasa bajo la vía del ferrocarril y la A-8, para acercarnos a las praderías e instalaciones ganaderas de La Texera. Bordeando el bosque de eucaliptos, conforme vamos ganando altura ya vemos a nuestra izquierda, al otro lado de la autovía, la villa de Colombres, cabecera parroquial y capital del concejo; hacia el norte, en el alto de la pequeña sierra por donde ascendemos, vemos Pimiango, otra de las localidades de esta parroquia.

El camino en el bosque por la sierra de Tina.
 
            Por Pimiango pasaremos, pero bastante más tarde, porque antes nuestro camino hará un amplio recorrido. Atravesando el bosque en dirección nordeste, después de un corto pero costoso ascenso, llegamos a la planicie en cuyo borde más oriental está el llamado Mirador de Tina. Situado en la vertical misma de la ría, nos permite contemplar las localidades de Unquera y Bustio; el recorrido del agua hacia la mar y los estores inundables convertidos en magníficas praderías; también al fondo hay una buena panorámica de Picos de Europa, con la inconfundible silueta del Urriellu.

 Espléndido panorama desde el Mirador de Tina: Unquera, Bustio, la ría...

            Después de contemplar el panorama, regresamos por la planicie hasta el cruce que habíamos dejado atrás, para iniciar el descenso siempre por el frondoso bosque hasta el segundo encuentro de la jornada: el Monasterio de Santa María de Tina. Entre las ruinas de este monasterio que fue cisterciense, destacan los restos de la iglesia con rasgos románicos y góticos de los siglos XIII y XIV levantada sobre otra del siglo X, según leemos en el oportuno cartel informativo. El conjunto se levanta en un sugestivo paraje rodeado de vegetación, entre la que hay algunas encinas, las situadas más al norte no sólo de Asturias sino de toda España.

 Detalle del Monasterio de Santa María de Tina.

            El tercer encuentro de la jornada, tras el paso por un puente de madera sobre un pequeño arroyo y el recorrido por la pista empedrada, nos espera en la ermita de San Emeterio y su entorno, una hermosa campa en medio del bosque, donde se celebra la anual romería campestre. La ermita es un edificio tradicional con espadaña y un amplio pórtico lateral sobre murete de piedra. Después encontramos la Cueva del Pindal, que aunque cerrada -las visitas se deben solicitar con antelación y para grupos reducidos- merece la pena aproximarse a su entrada; situada en una plataforma sobre un fuerte acantilado, hasta ella se desciende por una amplia escalinata. La cueva está considerada desde 2008 como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

 La ermita de San Emeterio y su acogedor entorno.

            Luego el camino nos acerca a los dos edificios donde está instalado el Centro de Interpretación del Entorno de San Emeterio: monasterio, ermita, cueva y también el faro en la punta más septentrional de Ribadedeva. Hasta aquí, donde hay un amplio aparcamiento, llega la carretera que nos llevará al pueblo de Pimiango, pasando antes por el collado sobre el que se levanta el Morador del Picu. Es una amplia plataforma de hormigón desde la que se alcanza a ver la Sierra de Cuera y la totalidad del Macizo Central de Picos, en la que destaca una vez más el Naranjo de Bulnes, al que sin duda debe su nombre el mirador; hacia el norte el faro de San Emeterio y la inmensidad del Cantábrico.

Indicador del camino hacia la Cueva del Pindal.
 
            Ahora sí, la carretera nos acerca a Pimiango a 156 metros de altitud sobre el nivel del mar. Atravesamos el pueblo, en cuya iglesia de San Roque se guarda la imagen románica de la Virgen que perteneció al monasterio de Santa María, y pasamos ante una pequeña escultura en homenaje a los zapateros ambulantes, que fueron tradicionales en este pueblo. Después, el camino sigue por buena senda entre zonas de bosque y otras de prados con cabañas ganaderas, siempre a cierta distancia de los acantilados marinos; hasta que comenzamos a divisar el disperso caserío de La Franca, la localidad más occidental del concejo de Ribadedeva.

Después de Pimiango, el camino entre bosque de eucaliptos.
  
            Pasamos por El Espinoso, donde hay entre praderías un viejo torreón y una nave ganadera; luego, un considerable descenso y llegamos a la playa de La Franca, la mayor y más turística del pequeño concejo. Una playa en la que, por otra parte, se registraron algunos avatares durante la Guerra Civil y los primeros años de posguerra; hoy cuenta con toda clase de servicios y equipamientos hoteleros: balneario, camping... A un lado de su amplio arenal, cuando la tarde comienza a declinar encontramos un buen lugar para el descanso, la comida y la conversación.
            En la playa de La Franca desemboca el río Cabra que nace en el Oju de la Borbolla, tiene fama de truchero y contuvo varios molinos harineros. Al salir de la playa, cruzamos el río y ya estamos en el concejo de Llanes. Por la vieja N-634 caminamos unos doscientos metros hasta una pequeña área recreativa, donde tomamos un senda casi oculta en la maleza que nos sube hasta Santiuste, el primer lugar y más oriental de la parroquia de Pendueles.

Al fondo espera la playa de La Franca.
 
            Por las praderías bordeamos el Cerro Cobaredo que cierra el paso a la inaccesible playa de Horcanera, y dejando a la derecha el Castrón, un islote rocoso cobijo de las gaviotas, y la Punta de Santiuste, nos acercarnos al borde mismo del acantilado. Entramos así en la zona de los bufones de Santiuste, y a partir de aquí, en lo que podemos considerar la segunda parte del camino, todo será distinto: por la rasa marina, siempre al borde del acantilado y por las praderas que se asoman al paredón marino.

Praderas y ganado en los alrededores de Santiuste.
 
            Cruzamos en Puente Caballo una riega que allí mismo desemboca y, cuando ya tenemos a la vista el pueblo de Buelna al lado de la A-8 y frente a la Plana de la Borbolla, llegamos al Cobijeru, otro de los encuentros bien esperados de esta caminata. Es la Cueva de Cobijeru; Monumento Natural del Principado por sus relieves cársticos que tenemos oportunidad de ver y palpar cuando en ella penetramos provistos de linternas y focos, al paso hacia la dolina o playa interior, a la que sólo podemos asomarnos al estar ya cubierta por el agua de la marea subiendo. Después de tan espectacular encuentro, aún pudimos contemplar en el Cobijeru los restos de un molino de marea; uno de los muchos que hubo en esta zona de Buelna.

 La segunda parte de la caminata, siempre al borde del acantilado.

            El camino entra ya en su tramo final. Las playas de Buelna y de Vega, dos entrantes cuyos arenales se unen en la bajamar, la Punta de Buelna y la vista a los islotes de Piedras Llegueras y los Picones, es lo que dejamos atrás antes de llegar a Pendueles, donde todos los veranos se dan cita los Encuentros Literarios. Entramos en el pueblo por la calle que recorre los muros de la gran finca del palacio de los Mendoza Cortina, y en la plaza junto a la iglesia parroquial finalizamos la caminata. Hubo de todo y encontramos todo lo esperado: bosques, abruptos acantilados, amplias vistas al interior, interesantes lugares para detenerse y mirar... Así no es de extrañar que la llegada a Pendueles fuera al ocultarse las últimas luces del día.

Desde la sierra de Tina: Colombres, la capital municipal 
de Ribadedeva, y al fondo Picos de Europa.


 Las fotos son de Juan Lobelle.

                  (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 3 de diciembre de 2016).

jueves, 1 de diciembre de 2016

ENTRE ALLER Y LENA



El G R 109, etapa 12; desde Santibáñez de Murias hasta Casorvida

            Una etapa más del GR 109 Asturias Interior, y ya son varias las que están comentadas en este blog. En esta ocasión se trata de la etapa 12, la tercera en longitud de las 27 que componen el GR, aunque nosotros la hemos acortado un poco suprimiendo los últimos tres kilómetros de carretera, a cambio, eso sí, de un pequeño adorno hacia la mitad del camino.
            La etapa discurre en su totalidad por Aller y Lena, dos concejos del centro meridional de Asturias que tienen en común varios aspectos humanos y geográficos; y no sólo, el estar vertebrados ambos por los dos ríos que al unirse cerca de Ujo forman el río Caudal, uno de los afluentes más importantes del Nalón. Estamos, por tanto, en la cuenca del Nalón, la más extensa y central del mapa de Asturias.

Itinerario con buenas panorámicas. Desde tierras de Aller, 
a nuestra izquierda, Peña Mea y a la derecha, el Retriñón.
 
            El río Lena se forma en Campomanes por la unión de los ríos Pajares y Güerna, por cuyos valles discurren las principales vías de comunicación hacia la Meseta. Por su parte, el río Aller, más arriba de Collanzo, recibe el nombre de río Braña o río San Isidro, ya que desciende de este puerto, también importante vía de paso hacia León. El Aller recibe en Moreda las aguas del río Negro, que recorre las parroquias de Nembra y Murias. A esta última parroquia nos llevó José Manuel (Mamel), quien quiso coordinar en el grupo La Peñuca esta caminata desde Santibáñez de Murias.

Desde las tierras de Lena, a la izquierda, las Ubiñas 
y a la derecha, con nieve, Peña Rueda.
 
            Para iniciar el camino a 725 metros de altitud en Santibáñez, adonde se llega desde Moreda por la AE-3, pasamos entre las casas de Conforcu, uno de los dos barrios del pueblo -el otro es El Cotxéu- y entramos en una ancha pista de tierra que sube a las minas cuyos restos veremos más arriba. En una gran parte de camino coincidimos con la etapa cinco, que va de Santibáñez a Cabañaquinta, del GR 208 Anillo Ciclista de la Montaña Central; un recorrido por seis municipios del centro de Asturias dividido en ocho etapas y homologado por la FEMPA para la práctica del BTT.

La nieve nos espera en el camino por los altos.
 
            Pronto pasamos por Puente el Bello, donde se unen el río Mestas, que nace en la ladera norte del Estorbín de Valverde y el Fresnosa, que viene de la collada de Bustroso. Con la unión de estos dos se forma el río Negro, que a partir de aquí labra un angosto valle donde apenas cabe la carretera de acceso al pueblo. También en las proximidades del Bello hay una pequeña presa con una canal hacia la central eléctrica de la Escrita en Murias.

Bonita imagen del río Negro en las proximidades de Santibáñez.
 
            Pasado el puente, la pista se empina cada vez más, con rampas de alto nivel, bordeando limpias praderías cercadas de madera y piedra, donde se asientan cabañas que son auténticas casas de verano; son Vega Valende, Las Porqueras, Chamargu y, más arriba, Velongas. Cuando alcanzamos los 1 250 metros de altitud entramos en el Rasón, importante puerto ganadero para el valle del río Negro. Se trata de una zona amplia, con buenas praderas y cuidadas cabañas. Recorre el puerto el camino bordeado de amplias matas de carrascos, mientras hacia el norte se nos ofrece la interesante panorámica hacia Peña Mea, el Retriñón o Peñamayor. Más arriba, encontramos muestras de escombros mineros, pues por esta zona estuvieron las minas de L´Escalar.

El camino por el puerto ganadero del Rasón.
 
            Pasamos por la majada Fuentes, a 1 530 metros de altitud, junto a una pequeña laguna conocida como la Llaguneta; y tras un último ascenso, llegamos a la collada Fuentes, que desde río Negro se le nombra como Collado Tunelón por los fuertes vientos que por allí soplan hacia el valle. A esta collada también se la conoce como La Cruz de Fuentes, pues situada en la linde entre Aller y Lena es importante lugar de paso y cruce de caminos; en la etapa 12 del GR 109, con sus 1 610 metros de altitud, es el punto más alto del camino.
            Alcanzar La Cruz de Fuentes es asomarse hacia las tierras de Lena, por donde seguiremos caminando; primero, por la parroquia de Parana, cuyo pueblo vemos al fondo del valle. Pero la vista también alcanza hacia el valle de Pajares, el mismo puerto, las instalaciones del Brañilín y el Cueto Negro.

Prados, cabañas y buenas vistas al paso por la amplia majada Fuentes.
 
            A partir de aquí el camino coincide durante un buen trecho con el GR 100.1 Vía de la Carisa. Es un antiguo camino romano que debe su nombre al general Publio Carisio, y que desde León penetra en Asturias por la collada Propinde; un buen camino, amplia pista de tierra muy apta para los ganados que acuden a estos pastos de mediana altura. Por ella sigue nuestro camino en la ladera del cordal de Carraceo que cae a Lena.
           Cuando llegamos a la collada Carriechu, un cartel nos anuncia la presencia de excavaciones que dejaron al descubierto un campamento romano. Está en la ladera del pico La Boya, sobre el collado donde nos encontramos. Dejamos entonces la pista, por senda alcanzamos el cordal y lo recorremos entre monte bajo para llegar al lugar buscado: fosos y circulares, en la vertiente lenense y un profundo talud, en la allerana. Campamento militar romano o punto de control del territorio astur, según otras interpretaciones; para nosotros supuso alcanzar, a 1 636 metros de altitud, la cota más alta de la jornada: un adorno añadido al camino marcado.

El camino de la Carisa bajo el cordal de Carraceo.
 
            Después del recorrido por la crestería descendemos de nuevo al camino marcado; bordeamos el pico Homón de Faro, dejamos a la izquierda la majada Buxán y llegamos al Alto La Cava. En esta collada nace el río Congostinas. A partir de aquí recorreremos el valle de este afluente del río Pajares y la parroquia de su mismo nombre; a la vista siempre del inevitable macizo de las Ubiñas y la llamativa Peña Rueda.

Por el cordal  de Carraceo, hacia el campamento romano.
 
            Cuando nos acercamos al pico El Aciu, en un cruce bien señalizado dejamos a la derecha el camino de la Carisa, que sube a la collada El Aciu y se va hasta Carabanzo y Ujo. Nuestro camino, en cambio, inicia su más largo y acentuado descenso, con zonas de abundante piedra suelta que obligan a extremar la precaución. Pasamos sobre Brañaloso y llegamos al Tablao a 1 085 metros de altitud, con prados cercados, su cabaña y su cuadra. De aquí, un camino llano nos acercaría a las minas de Linares; pero en este paraje en torno a la cabaña, encontramos el lugar adecuado para el esperado descanso, la comida y la conversación.

Prados y cabañas de Brañaloso, en la parroquia de Congostinas.
 
            Tras la pausa, continúa el descenso. Pasamos junto a las cabañas de El Xafre y enlazamos con la pista de acceso a las minas de Linares, cuyos restos vemos arriba, en la ladera del monte. Por esta pista minera llegamos al pueblo de Linares (820 metros); desde allí una carretera desciende al pueblo de Congostinas, que vemos al fondo del valle, y pasando por Buelles, llega a la LE-11 y a la N-630.
            Linares tiene su caserío bastante disperso en torno al ferrocarril que lo atraviesa. Sus habitantes trabajaron en las explotaciones mineras de la zona y, sobre todo, en las labores del ferrocarril. Hoy es un pueblo deshabitado, al que sólo frecuentan quienes se ocupan de trabajos agrícolas y ganaderos en su entorno.


 Buen refugio para el descanso en Tablao, entre cabañas y carrascos.
 
            Atravesamos el pueblo, pasamos sobre el apeadero de RENFE y, desde un cueto, nos detenemos a contemplar el asombroso trazado de esta línea férrea que entre curvas y túneles asciende al puerto. Luego, continuamos el camino, en cada vez más acentuado descenso, siempre entre bosque de castaños que algunos aprovechan para la "gueta". Así  llegamos a Casorvida, a 664 metros de altitud.
            Entramos en el pueblo por su parte más alta, pasamos ante la iglesia parroquial y el cementerio y, en una pequeña plaza junto a la fuente y la ermita de los Mártires, finalizamos nuestro camino. Fue, en esta etapa 12 de la Asturias Interior, un interesante recorrido por los valles de los ríos Negro y Congostinas, y en medio La Cruz de Fuentes y Carraceo entre Aller y Lena, con excelentes vistas hacia ambos términos. En fin, una caminata que, como todas las etapas de este GR, nos ofreció la posibilidad de pasar una buena jornada por la montaña.

 La Llaguneta de Fuentes, donde abreva la caballería;
y al fondo, en el centro, siempre Peña Mea.

 
Las fotos son de Juan Lobelle.
 
               (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 19 de noviembre de 2016).