Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

jueves, 30 de agosto de 2012

ALREDEDOR DEL PALACIO DE LA FERRERÍA


Pra, Les Praeres, Mayáu Pastor, Fuensanta, Bocarral… y otra vez Pra

Al tratarse de una caminata circular, se puede elegir entre dos lugares como inicio y final del recorrido: Fuensanta o Pra, en Piloñeta; en ambos encontramos buen sitio para dejar el coche, pero también cerca de ambos lugares hay una estación de tren (FEVE). Como caminante que he realizado varias veces este recorrido circular, muestro mi preferencia por el inicio y final en Pra.

Vista de Peñamayor desde Piloñeta 
En el centro de la imagen, el camino que sube a Les Praeres

Comenzamos a caminar, pues, junto al pueblo de Piloñeta, en el área recreativa de Pra, al lado del río Fuensanta que nace en la ladera de Peñamayor que cae sobre Bimenes, y que cuando aguas arriba recorre este municipio se le llama precisamente río Pra. Se camina por una pista por la que circulan los coches y no sólo para el servicio de los ganaderos, pero quien quiera hacer este recorrido debe subir a pie por razones obvias, y porque merece la pena contemplar el panorama que nos ofrece el camino que va ganando altura sin tregua. Despacio y disfrutando del paisaje, emplearemos algo más de una hora que puede parecer de duro caminar sobre el hormigón; pero a ambos lados del mismo queda un amplio sendero de tierra para hacer liviano el paso de los más exigentes.

Panorámica desde el camino a Les Praeres: en el centro, Piloñeta

Después de superadas las primeras rampas, y ganados los primeros metros al desnivel, ya se nos abre el panorama a pueblos de la margen izquierda del río como Piloñeta, Ovín o Grátila. Más a la derecha, rodeado de bosque, alcanzamos ya la primera visión del palacio de La Ferrería que centrará nuestro recorrido; mientras subimos, lo contemplamos siempre en lo más hondo del valle.

El palacio, al fondo del valle, desde el camino a Les Praeres

Pasamos junto a la fuente de Porciles, un buen lugar para  llenar la cantimplora  y tomarnos un pequeño descanso; es también la braña que cuenta con varias cabañas y buenos pastos para el ganado. La subida se hace cada vez más pendiente, hasta que llegamos a un cierto llano que el caminante agradece antes de atacar el último repecho, desde donde ya se divisan el Orosu, el cordal de Peñamayor y la mata del Texíu: nos encontramos sólo a unos pasos de Les Praeres de Nava.
Es difícil para este caminante decir algo nuevo sobre Les Praeres; desde hace algún tiempo hay un artículo en el blog (Les Praeres de Nava, 26 de abril de 2011) con mis impresiones sobre este hermoso lugar de Peñamayor. La página principal de este blog, así como la portada de mi biografía en Facebook se abren con una foto panorámica de Les Praeres. Sólo decir que si el caminante se encuentra con ánimos, antes de proseguir la ruta puede alcanzar la cumbre del pico Varallonga a 862 metros de altitud, magnífica atalaya sobre el centro de Asturias; y al fondo del valle, de nuevo el palacio de La Ferrería.

El Orosu, el pico Peñamayor y parte de la mata el Texíu

        Desde Les Praeres, comenzamos la segunda parte de la caminata con un agradable descenso por la senda que recorre primero la ladera del Varallonga para internarse en el bosque y salir, después de atravesar un reguero, al Mayáu Pastor. Este es un lugar con cabañas y prados por donde pasa el PR. AS-45 Ruta del río Pendón. Seguiremos esta ruta descendiendo por una pista ganadera hasta Fuensanta. Pasamos primero por Cantucorral y luego por Faéu, donde también hay una fuente con abrevadero para el ganado; después de pasar los altos de Tabléu, en La Vallorita nos asomamos de nuevo al valle del Fuensanta y los pueblos de Nava. Y al fondo nos espera el palacio de La Ferrería; pero antes llegaremos a Fuensanta.

El Mayáu Pastor, en el camino de Les Praeres a Fuensanta

            En Fuensanta está la planta embotelladora y antes hubo un balneario que fue de los más importantes de Asturias. Comienza aquí la tercera parte de la caminata por una hermosa pista de tierra rodeada de árboles y entre prados de siega. Pasamos sobre un hermoso puente de piedra de origen medieval y llegamos al  fin al palacio. El recinto está cerrado con muros de piedra, y protege su entrada del ganado con una portilla de hierro que deja paso a los caminantes por un lateral.

Puente de piedra sobre el río Fuensanta, en el camino hacia el palacio

            El palacio de La Ferrería: lo hemos visto desde el camino de subida a Les Praeres; más lejos aún, desde la cumbre del Varallonga; también, mientras descendíamos por La Vallorita hasta Fuensanta; ahora estamos a su lado, dentro de su recinto y hasta podemos tocar sus gruesos muros.
            Se trata de una construcción de tipo rural encargada por los Álvarez de las Asturias en el siglo XIV. De esta época primitiva conserva la torre central que resalta en la visión del edificio desde la lejanía. Durante los siglos XV y XVI se le añaden el resto de las dependencias y del siglo XVII es el gran escudo colocado sobre el balcón. La puerta de acceso al palacio y la portada de la capilla presentan arcos de medio punto. Su situación sobresale en el ambiente rural, aunque la antigüedad de los caminos que rodean la finca, los viejos puentes de piedra y la presencia de sendos molinos en las cercanías, dan idea de una zona con gran movimiento humano en épocas antiguas; hoy aún destaca la fértil vega de Pra dedicada a pastos y prados de siega. Parece ser que a finales del siglo XVIII y principios del XIX algunas de sus dependencias estuvieron ocupadas en la fabricación de armas: de ahí el nombre de palacio de La Ferrería.

El palacio de La Ferrería

            La salida del palacio es por una portilla de madera a un camino que pasa junto a un viejo molino y cruza de nuevo el río por otro puente de piedra con arcadas medievales. Después del puente, comienza una fuerte aunque corta subida para, tras pasar una nueva portilla para el ganado, llegar al caserío de Bocarral. Bordeamos este caserío e iniciamos el descenso por una buena pista de tierra que pronto nos llevará hasta Pra, donde termina, después de unas cuatro horas y media, esta entretenida caminata.
            Aquí está el viejo Molín de Pra. Este caminante no puede sino evocar cómo en su familia materna era costumbre venir desde el lugar de La Llonga en La Güeria de Carrocera, San Martín del Rey Aurelio, a traer la molienda a este Molín de Pra. Con caballerías venían mis mayores, hay por fortuna alguno para contarlo, recorriendo viejos caminos y pasando sobre robustos puentes: un motivo más para proponer esta caminata con inicio y final en Pra, junto al molino de Pra.

Idílico lugar donde se asienta el molino de Pra


jueves, 16 de agosto de 2012

POR LA ORILLA DEL RÍO ÑORA


PR AS 170. Ruta del río Ñora:  desde La Llorea hasta la playa de La Ñora, entre Gijón y Villaviciosa


El río Ñora, en el límite entre los concejos de Gijón y Villaviciosa, tiene dos cabeceras: una, en la parroquia de San Miguel de Arroes, en Villaviciosa, y la otra, en la gijonesa de Deva, cerca del lugar de la Olla. A partir de su paso por Fielato, marca ya la divisoria entre los dos concejos y aumenta su caudal, primero con las aguas del arroyo La Bonagua y más abajo, con las del río Llorea que nace en la vertiente septentrional del monte Deva.
Lo que ha hecho el Ayuntamiento de Gijón entre La Llorea y la playa de La Ñora, fue un PR de algo menos de cinco kilómetros y 150 metros de desnive bautizado como Ruta del río Ñora; para ello se recuperaron algunos tramos de camino forestal y de senda a la orilla del río, se construyeron hermosos puentes de madera y se colocaron paneles informativos sobre la fauna del lugar: jabalí, trucha arco íris, pájaro ratonero común, etc. La ruta comienza en La Llorea al lado de la N-632, junto a las instalaciones del Campo Municipal de Golf. Los primeros pasos son por un frondoso bosque de robles, avellanos y laureles, por una pista que desciende en busca del río, cuyas aguas ya suenan en el fondo del valle a la izquierda del caminante.

Comienzo de la ruta internándose en el bosque

Tras el descenso, encontrarnos el primer puente sobre el río Llorea y seguimos caminando por su margen izquierda; en la derecha hay una antigua casería, hoy convertida en moderno chalé rodeado de buen  cierre vegetal. A partir de aquí el camino es llano y pronto pasamos a la otra margen del río, ahora ya el Ñora, para caminar rodeados de castaños y robles. 

 Uno de los paneles informativos: el jabalí frecuenta estos parajes

Comenzamos a ver en ambas laderas del valle plantaciones de eucaliptos, y así nos encontramos al lado de un nuevo puente de madera otro de hormigón por el que pasa una pista de acceso a los eucaliptales. La primera intención del caminante, tras cruzar el río por cualquiera de los dos puentes, puede ser continuar de frente por la pista, mas los indicadores y flechas en el suelo le dirán que debe girar a la izquierda para seguir la senda sin apartarse del río y su margen derecha. Poco más allá sale por la izquierda del río una acequia que servía para abastecer las instalaciones del llamado Molino del Pilu.

 Puentes de madera y hormigón, y plantación de eucaliptos

Aún queda un buen trecho para llegar a este Molino del Pilu junto a una carretera que se interna en la parroquia de Quintueles. Aquí estuvo instalado, y en funcionamiento hasta poco antes de 1936, un artilugio de dos ruedas para producir electricidad; hoy no queda de ello más que el recuerdo y algunas ruinas ocultas en la vegetación. Después de cruzar la carretera antes citada, seguimos a la vera del río y acercándonos ya al final de la ruta.

 Lugar donde estuvo instalado el Molino del Pilu

Este final es bastante espectacular: tras cruzar un último puente, el paisaje se abre a la playa de La Ñora entre los acantilados que la protegen y el estuario que forma la desembocadura del río. Finalmente, después del merecido descanso para contemplar el panorama, hay dos opciones. Una, rehacer el camino y volver hasta La Llorea remontando el curso del río y el valle, y aunque sea repetir el mismo itinerario, el caminante le encuentra su encanto al realizarlo ahora en sentido ascendente. Pero también puede enlazar con la senda El Rinconín-La Ñora que comienza por una interesante escalinata, va bordeando la costa por encima de las playas de Estaño, La Cagonera y Serín, y atraviesa el parque de la Providencia.

 Final de la ruta en la playa de La Ñora