Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

jueves, 28 de abril de 2016

POR LA MONTAÑA DE COVADONGA



Desde Covadonga por la vega de Orandi, la majada Severín, la vega Las Traviesas, la majada de Fana...; para regresar a Covadonga por la sierra de la Estaca y el monte Priena

            Con la denominación Montaña de Covadonga nos referimos al territorio del macizo occidental de Picos de Europa o Cornión; la demarcación sobre la que fue creado en 1918 el primer Parque Nacional, posteriormente ampliado a los tres macizos (PNPE). La mayor parte de este territorio se encuentra en la parroquia de La Riera, la más extensa de Cangas de Onís (80,88 kilómetros cuadrados), que ocupa toda la mitad sur del término municipal y rodea el pequeño enclave, también parroquial, (sólo 2,54 kilómetros cuadrados) de Covadonga, el Real Sitio: la histórica cueva, la colegiata, la basílica...
            A esta montaña en los alrededores de Covadonga acudimos los del grupo La Peñuca para realizar una caminata propuesta y coordinada por Olvido de Següenco, con quien siempre es posible divertirse y pasarlo bien caminado por estas vegas, majadas y collados que ella tan bien conoce. Se trata de un recorrido coincidente en su primera parte con el marcado como GR 202 Ruta de la Reconquista, que desde Covadonga atraviesa el Cornión, pasa por Poncebos y Sotres, para llegar hasta Cosgaya en la comarca cántabra de Liébana.
 
Vista de Covadonga desde la sierra de la Estaca. A la derecha, Priena
y la senda que será el descenso final de la caminata.

            También al inicio del recorrido seguimos el PR PNPE 6 Ruta de la Vega de Orandi, y a esta vega llegamos después de atravesar el bosque de La Matona. Es un bonito bosque en la ladera del monte Auseba; por él asciende en fuerte pendiente una senda entre ablanos, carbayos y abedules hasta alcanzar el Colladín de Orandi a 535 metros de altitud. Desde aquí por una pequeña estrechura salimos a la llana y amplia vega, en la que llama nuestra atención el río Las Mestas, sinuoso y bien repleto, perdiéndose en la Cueva de Orandi, para surgir de nuevo en espectacular cascada en El Pozón de la Cueva de Covadonga; luego seguirá su curso como río Deva, frecuente hidrónimo y orónimo en nuestra región.

El río Las Mestas en la Cueva de Orandi.
 
            Continuamos el camino por la margen derecha del río Las Mestas que nace en la ladera del Porru Trellué; salimos de Orandi por el Campo del Escobio y seguimos por el más estrecho valle de Las  Mestas, donde en la otra margen del río vemos la majada de este mismo nombre con prados cercados, cuadras y cabañas. Podríamos llegar a esta majada cruzando el río por un pequeño puente de madera, pero debemos remontar el valle, superando la Llomba del Pandal hasta La Quintana, también invernales del puerto bajo a 685 metros de altitud. Este es el lugar donde abandonamos el PR, que se va a nuestra izquierda hacia la majada Les Llaceries y Moferos, en el kilómetro tres de la carretera de Covadonga a Los Lagos.
            Nosotros seguimos las señales del citado GR 202 en busca de la majada Severín, con varias cabañas en ruinas, para ascender por la esperada canal de Severín y, tras cruzar la vega Las Traviesas, alcanzar el collado Sellón ya a 995 metros de altitud. Si hemos partido de Covadonga a 257 metros de altitud, este collado marca un considerable desnivel y es uno de los puntos altos del recorrido.

Subiendo la cuesta del Pandal; atrás, al otro lado 
del valle, la majada de Las Mestas.
 
            El camino ahora llanea e incluso con leve descenso nos lleva a la majada de Fana, amplios pastizales de los más feraces, dicen, de este puerto de Covadonga, con buenas cabañas, un cercado para recoger el ganado y un bonito bosquete de diversas especies forestales; al frente se levanta la Porra de Enol, que oculta la vega y el lago del mismo nombre. En Fana quedan las ruinas de la antigua casa forestal y hasta aquí llega una pista; por ella, dejando a la izquierda la vecina vega de Teón, nos encontramos con la carretera a 994 metros de altitud. Allí abandonamos el GR, que por un pequeño sendero se va hacia la vega Comeya para subir a La Buferrera y hasta el lago La Ercina.


Hermosa vista de la majada de Fana y el camino que sale a la carretera.

            Nuestro camino sigue unos metros por la orilla de la carretera, en este sábado de finales de abril con abundante tráfico, hasta encontrarnos debajo de la Peña del Elefante; abandonamos la carretera y por el tupido argomal ascendemos hasta tocar la misma peña. Cruzamos bajo el Arco de Teón que forma la trompa del elefante y en la otra ladera, bordeando los 1 000 metros de altitud, la vista alcanza hasta el valle del río Güeña y en su margen derecha pueblos de Onís como El Pedroso o La Rebollá: un buen lugar para el descanso, la comida y la conversación, mientras los más amantes de los riscos intentan adivinar el nombre de las cumbres que cierran el panorama.
 
La Peña del Elefante se ve muy bien desde la carretera a Los Lagos.
 
            Después del descanso descendemos hacia la majada de Uberdón (925 metros), con varias cabañas en buen estado, y el collado Uberdón, por donde pasa la pista trazada hasta la vega Comeya para bajar el mineral de La Buferrera, y donde nosotros enlazamos con el PR PNPE 1 Ruta de Frassinelli. Se trata de una muy recomendable ruta; el camino que este alemán, asentado durante 33 años en Corao, frecuentaba para bañarse más allá de la vega de Enol en el hoy conocido como el Pozo del Alemán.

Las praderías de Uberdón y la pista hacia la vega Comeya.

            Por esta pista, también habitual acceso del ganado desde el valle del Güeña hasta los pastizales del entorno de Los Lagos, llegamos de nuevo a la carretera en la Güesera. Pronto la abandonamos para cruzar por un estrecho paso hacia los invernales de La Frecha, donde también dejamos el PR, que desciende hasta Corao pasando por varias caserías y junto a la antigua iglesia de Abamia, donde descansan los restos del "alemán de Corao". Por buena senda entre espinos y helechos, llegamos a las praderías de Tarañadios o Tarañosdiós, que de ambas formas se documenta este lugar cuyo topónimo parece remitir a "Tarannios", supuesto dios céltico amigo de los truenos.
 
El camino del alemán a Corao y, al fondo, las praderías de Tarañadios.
 
            Recorremos ahora la sierra de la Estaca por el cordal que nos ofrece hacia la derecha una buena panorámica del pueblo de Gamoneo de Cangas; al fondo y hacia la izquierda, comenzamos a divisar el sitio de Covadonga e incluso podemos oír el tañido de las campanas. Ascendemos por la Cuesta de Cavia hasta su cumbre (700 metros) y en fuerte descenso llegamos al collado Pasadero (605 metros), habitual paso ganadero entre las parroquias de Abamia y La Riera.
            A partir de aquí iniciamos el ascenso por el monte Priena, invernales y pastos a los que acude el ganado de los pueblos del valle del Umandi, parroquia de Abamia. El ascenso culmina en la Cruz de Priena (725 metros), nombre que recibe esta cumbre por la gran cruz que la corona y que se deja ver desde cualquier punto de Covadonga; es una magnífica atalaya sobre el santuario, pero también, al otro lado, sobre casi todos los pueblos del valle del Güeña; más a los lejos, se aprecian incluso otros cordales como El Cuera o El Sueve.
 
 Subida al monte Priena después de recorrer la sierra de la Estaca.
 
            Como nuestra caminata debe finalizar donde se inició, sólo nos resta descender hasta Covadonga por la buena senda que zigzaguea en la ladera entre monte bajo y zonas de repoblación forestal; hasta la orilla misma del río Deva, que ya corre impetuoso camino de su desembocadura en el Güeña. Así termina este interesante recorrido, una larga caminata, la tengo para mí como la más larga de las nueve reseñadas en la presente temporada; pero que nos ofreció la oportunidad de conocer un buen número de lugares de este siempre sorprendente monte de Covadonga.

Hacia la majada Severín; al fondo a la derecha, el Porru Trellué:
en su ladera nace el río Las Mestas.


Las fotos son de Juan Lobelle.
 
                        (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 23 de abril de 2016).

jueves, 7 de abril de 2016

BRAÑAS Y MONTES DE TEVERGA



Desde Tuiza hasta el puerto de San Lorenzo por el Rebellón, Troméu y La Degollada

            Hace 31 años que el grupo La Peñuca inició su caminata por los montes de Asturias. Fue en abril de 1985, y aunque parece una época ya lejana la Junta Directiva actual mantiene el espíritu de amistad, compañerismo y gusto por la montaña de aquellos pioneros; todo un lujo, una suerte, para quienes desde hace poco tiempo encontramos en este grupo la posibilidad de disfrutar con nuestra afición. El grupo celebra siempre su aniversario con una comida de confraternización después de la consiguiente caminata, lo que este año nos llevó al concejo de Teverga.
            La extensa parroquia tevergana de Villanueva está situada al oeste del municipio, en el límite con Somiedo, y en sus montes varias brañas y puertos juegan un papel importante en la economía ganadera de sus pueblos. A través de varios ríos y arroyos, todas sus aguas confluyen en Valdecarzana que al unirse en San Martín, la villa municipal, con las de Valdesampedro conforman el río Teverga.

El puerto de San Lorenzo, paso entre Teverga y Somiedo.
 
            Iniciamos esta caminata, para la ocasión propuesta y coordinada por José María Arnillas y José Manuel Tejera, en la AS-265, la carretera que partiendo de San Martín cruza el puerto de San Lorenzo para descender hasta La Riera en Somiedo. Al lado de la carretera, a 1 106 metros de altitud, está la braña de Tuiza; varias cabañas y teitos, la mayoría de piedra ferruginosa que les da un aspecto llamativo. Un cartel nos anuncia el comienzo del PR-AS 176 Ruta Vaqueira, que nosotros seguiremos por una pista de exclusivo uso ganadero que pronto comienza a ganar altura, lo que nos permite volver la vista atrás para observar mucho mejor el conjunto de toda la braña.

El inicio del camino en la braña de Tuiza.
 
            Por esta pista cada vez más cubierta de nieve, después de cruzar sobre la primera de las muchas torrenteras que descienden hacia Valdecarzana, pasamos junto a las cabañas del Tronco y pronto llegamos a la braña el Rebellón, a 1 276 metros de altitud. En esta braña, una de las más importantes de Teverga, hay un cartel anunciando entre sus cinco teitos uno de techumbre cónica y peculiar planta circular: una rareza, ya que lo normal es que la planta sea cuadrada o rectangular. Hay también en el Rebellón una buena fuente y un edificio de piedra que fue una ermita; es, además, un lugar con buenas vistas sobre los pueblos de Valdecarzana y varios montes, entre los que destaca el Cordal de Sobia.

Vista atrás desde el camino al Rebellón;
la braña de Tuiza y la carretera que sube al puerto.
 
            Continuamos el camino entre pradería y monte bajo por senda totalmente cubierta de nieve, mientras contemplamos a nuestra izquierda rodeada de arboleda y verde, la laguna de la Canalada. En algunos mapas, ésta aparece como la laguna de Invierno de Troméu, y es que poco más arriba llegamos a la campera de Troméu. Hay allí, el habitual cierre para la recogida del ganado y el destete de los terneros, y encima de la campera se levanta la Peña que lleva su mismo nombre. Realizamos el ascenso por la ladera, haciendo camino sobre la pradería cubierta de nieve hasta alcanzar los 1 318 metros de altitud; a partir de aquí y hasta la cumbre (1 341 metros), sobre la roca desnuda.
            La Peña Troméu, cumbre de la jornada aunque su altitud esté unos metros por debajo del puerto final de la caminata, tiene buzón montañero y en su cara norte presenta una impresionante cortada sobre los pueblos de esta parroquia: Villanueva, Quintanal, La Torre y, el más cercano Vixidel, que apenas podemos adivinar detrás del farallón rocoso que se levanta a nuestros pies.

Sensacional, la escarpada cumbre de la Peña Troméu.
 
            De vuelta a la campera, seguimos el camino por buena pista entre algo de bosque hasta llegar a un cruce importante donde la señalización nos ofrece dos opciones; la más larga, a la que nosotros renunciamos, nos llevaría por la braña de Charamaxil hasta el collado de Piedraxueves, donde nace, ya en el límite con Somiedo, el río Bayo, uno de los principales aportes al Valdecarzana, y donde enlazaríamos con el Camino Real de la Mesa.
            Nosotros, dejando a la izquierda la braña de Charamaxil y a la derecha el pico el Cuernu, caminamos hacia La Degollada. Colgada en la ladera norte del collado de su mismo nombre, es La Degollada una amplia vega a unos 1 300 metros de altitud, con abundantes matas de carrascos y buenos pastizales que encontramos cubiertos de nieve; es a partir de aquí cuando debemos abrir el camino entre el mayor espesor de nieve.

Abriendo camino por La Degollada entre bosque y nieve.
 
            Es así como pasamos junto a la fuente el Teixéu bajo el frondoso árbol que le da sombra y nombre, el Llano Cimero y cruzamos, cambiando la nieve por el barro, la riega Garamanchón; todo ello contemplando al fondo la braña de Tuiza de donde partimos y la primera parte del camino recorrido. También, la sinuosa carretera que sube al puerto, y el puerto mismo, donde nos espera el final.
            Después de atravesar un amplio piornal, enlazamos al fin con el Camino Real de la Mesa, esa antigua calzada romana que comunicaba Asturias con Castilla; estamos ya en la planicie del puerto de San Lorenzo (1 348 metros), y sólo nos resta caminar unos metros junto a la alambrada de separación de pastos entre Somiedo y Teverga para llegar a la carretera.

Los últimos pasos junto a la alambrada de separación municipal.
Una buena nevada oculta el Camino Real.
 
            El cercado para el cargadero del ganado y las bien cuidadas cabañas, todo ello rodeado de la nieve que cubre el puerto; y en el aparcamiento, más de una veintena de coches con la gente que acude a disfrutar del blanco panorama. Nosotros terminamos aquí esta caminata bien interesante, aunque más breve de lo acostumbrado; y es que abajo, en La Plaza de San Martín de Teverga, nos espera la comida con algo que celebrar.

 Rebecos en la nieve sobre los montes de Teverga.


Las fotos son de José María Arnillas.

                         (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón celebró su aniversario realizando esta ruta el sábado, 2 de abril de 2016).