Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

viernes, 28 de septiembre de 2012

ENTRE EL NANSA Y EL SAJA



Desde Collada de Carmona hasta el pueblo de Tudanca, por el cordal que separa las cuencas de ambos ríos
  

     A Mari Luz, porque sus raíces familiares 
     se hunden en estas tierras de Cantabria 
     por donde hoy caminamos




              El río Nansa nace en la vertiente septentrional de Peña Labra y desemboca en la ría de Tina Menor; el Saja corre desde la Sierra del Cordel a unirse al Besaya para, después de atravesar la zona industrial de Torrelavega, desembocar en la ría de San Martín de la Arena. Entre las cuencas de estos dos ríos se extiende un montañoso cordal que nosotros hemos recorrido desde el puerto Collada de Carmona en la CA-182. El puerto se encuentra a 611 metros de altitud en el municipio de Cabuérniga, y a partir de ahí caminamos en dirección sur por una amplia pista de tierra que va ganando altura en la ladera de la sierra.
            Pronto se encuentra el pico Matamigüela, y la pista lo bordea dejándolo a la derecha de los caminantes que, protegidos por la sombra del bosque, siguen subiendo hasta donde la guardería de montaña tiene su cabaña de vigilancia. Es el collado de Zercedillo a 904 metros de altitud, entre los municipios de Cabuérniga y Tudanca: buen lugar para el primer descanso. A nuestra izquierda, hacia el nordeste, en la amplia cuenca del Saja, los pueblos de Cabuérniga, -Renedo, Solares, Terán…-, se confunden en la distancia; hacia el suroeste, contemplamos el municipio de Tudanca en el valle del Nansa, más estrecho y escarpado con el fondo amurallado de la sierra de Peña Sagra.

 El collado de Zercedillo y la caseta de vigilancia

         A partir de este collado la pista cesa, y por senderos y praderías, siempre en el límite entre los dos municipios, vamos ganando altura por el alto de Mostadoiro hasta alcanzar la cumbre de La Guariza (1.021 metros) que nos permite columbrar los cuatro pueblos que componen el municipio de Tudanca: Sarceda; Santotís, donde se ubica la casa consistorial; La Lastra y Tudanca, el de mayor población. Pasado el cueto Tamaredo (1.051 metros), en la braña del Salce poco antes del collado de Sierra Linares (1.107 metros), nos encontramos con la sorpresa, no por esperada menos agradable, de un buen rebaño de vacas raza tudanca.

 El alto de La Guariza

            Estas vacas de reducido tamaño, con su pelaje casi negro en los machos y avellanado, pardo siempre oscuro en las hembras; junto con las astas largas, abiertas y torcidas, son fáciles de identificar en las praderías de la montaña cántabra. Dicen que la tudanca produce poca leche, pero rica en grasas y que su carne es magra y sabrosa. Más adelante en nuestra caminata tendremos ocasión de ver otras, en verdad no muchas pues la cabaña es escasa, aunque en los últimos años parece que va en aumento al ser catalogada como “raza autóctona de protección especial”.
            Seguimos caminado por el Portillo Buceñores, donde abundan árgomas, arandanales y brezales, hasta el cueto Caorra, la mayor altura de la jornada a 1.189 metros de altitud: es el lugar elegido para el descanso, el bocadillo y la conversación, también adornados, todo hay que decirlo, con algunas botas de buen vino. Frente a nosotros están las pandas de Bucierca, que en esta tierra llaman panda a la pradería situada en una loma suave y prolongada.

 Pedregal, zarzas y mosquitos en el cueto Caorra

        Consumidos los minutos de descanso, damos la espalda a Cabuérniga para adentrarnos de forma definitiva en el municipio de Tudanca. Lo primero es el descenso hasta la braña de Carracedo, donde esta señalizado el GR 71 (Sendero de la Reserva de Saja); lo seguiremos hasta el final del camino por una buena pista de tierra que bordea el llamado Prado del Concejo de Tudanca. Es otra agradable sorpresa esta extensa pradería, hermosísima por lo limpia, cuidada y bien cercada de piedra y madera; terreno comunal que los vecinos del concejo trabajan como pasto y siega. La labor de siega y recogida de la hierba se realiza en la actualidad con moderna maquinaria, pero fue en otro tiempo duro trabajo manual en el que participaban todos los vecinos en comandita. Eduardo Fuente Díaz lo ensalza en una canción:

Empezamos en Tudanca
a segar el Prau Conceju,
siempre se empieza por Mota
y se acaba en Llanu Fuegu.

 
 Braña de Carracedo y pandas de Bucierca

            En el Prado del Concejo, una considerable cabaña vacuna, en la que destacan algunas tudancas, hoy pasta y retoza ajena al paso de los caminantes. Y cuando el camino se aleja del prado en su parte inferior, estamos en la Vargona, ya casi sobre el pueblo que se nos ofrece en buena perspectiva a vista de pájaro.

Al llegar a la Vargona,
descansan mirando al pueblu;
una dice qué bien huele
alguna entornó el pucheru.
 
 Vista del Prado del Concejo con Peña Sagra al fondo

         Pero en el descenso aún nos resta una amplia curva para encontrarnos con el cruce del sendero que por el barranco del Jalgar sube hasta la ermita de Bado la Reina, donde se venera a la Virgen de las Nieves. El descenso en su último tramo se adorna con las abundantes moreras que ofrecen a los caminantes su fruto en sazón, y un cartel con la ruta Peñas Arriba (Reinosa a Tudanca), memorial en el centenario de José María Pereda. Entramos pues en el pueblo de Tudanca por estrechas y bien cuidadas calles entre casas de piedra, para llegar al campo de la iglesia, donde una buena fuente de dos caños satisface a quienes sedientos, en un día seco y soleado, terminan aquí esta larga e interesante caminata por las montañas de Cantabria.

Panorámica del municipio de Tudanca en el valle del Nansa


Las fotos son de Santiago Rubio 


                               (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 22 de septiembre de 2012)



lunes, 17 de septiembre de 2012

TODA PEÑAMELLERA



Desde los puertos de Sotres hasta San Esteban de Cuñaba en Peñamellera Baja, por majadas, brañas y collados de Peñamellera Alta

        Si quieres ver a Cabrales,
        sube a la sierra de Cuera;
        allí verás a Cabrales
        y a toda Peñamellera.

         No, no subiremos en esta ocasión a la sierra de Cuera; la propuesta para La Peñuca de Manuel San Juan, gran conocedor de las montañas de Asturias y buen interprete del grupo para disfrute de los caminantes, es en esta ocasión distinta: recorrer buena parte de los dos concejos de Peñamellera partiendo de Cabrales y pisando también el municipio cántabro de Tresviso. Esta larga caminata la dividimos en tres tramos. En el primero de ellos, desde los puertos de Sotres al lado de los invernales de la Caballar, un lugar bellísimo con espectacular panorámica sobre el macizo central de los Picos de Europa, alcanzamos el techo de la jornada.

El ganado pasta en los puertos de Sotres a la sombra de los Urrieles

            Pasamos en este primer tramo por lugares de gran interés como el alto de Pirué que, a 1.242 metros de altitud, fue importante punto de comunicación con Asturias para los vecinos de Tresviso antes de que se abriera la carretera desde Sotres, pues en ausencia de nieve ofrecía paso cómodo para las caballerías. Desde aquí, bordeando una plantación de árboles autóctonos, descendemos a la carretera, ya en el municipio de Tresviso, y caminamos por ella unos dos kilómetros. Caminar por la carretera es un placer cuando podemos contemplar un panorama tan bello como las praderías del valle de Sobra que cierra a nuestra derecha el hayedo de la Llama. Abandonamos la carretera, tomamos un empinado sendero que sube a la collada La Piedra y seguimos ascendiendo, con los Urrieles siempre a nuestra espalda, hasta la cima del pico Jajao.

El Urriellu se asoma en la panorámica desde el alto de Pirué 
           
           El Jajao, de 1.449 metros de altitud, es el pico más alto de Peñamellera Alta y se encuentra en el límite entre este concejo, Peñamellera Baja y Tresviso; está situado en la parte más occidental de la sierra del Cocón y es una despejada plataforma para contemplar los macizos oriental y central de los Picos de Europa.
            La segunda parte de la caminata es un amplio recorrido por la vasta parroquia de Oceño en el municipio de Peñamellera Alta, el que tiene el Ayuntamiento en Alles. Lo primero es descender hacia las proximidades de la majada Tajadura (1.200 metros), lugar de buenos pastos y de donde parte el barranco formado por el río Tajadura que, engrosado por otros como el Nario o el Collantes, es afluente del Cares en Mildón.

La majada Tajadura, desde la falda del pico Jajao

Nosotros seguimos la senda que va por la ladera de la sierra. Un manantial que brota abundante incluso en esta época de sequía permite a los caminantes llenar sus cantimploras y, poco más allá, aprovechar el paso por la majada de Collantes para la parada destinada al bocadillo, el descanso y la conversación. Descanso necesario, porque luego vienen las fuertes cuestas que nos suben a la horcada Llamea y, tras bordear la majada de Tamandón, atacar el último gran ascenso de la jornada hasta el collado Galabín (1.038 metros). En la majada Tamandón nace el río Rubó que se precipita barranco abajo para entregar sus aguas al Cares en las proximidades del pueblo de Trescares. El collado Galabín se encuentra en el límite entre las dos Peñamelleras y ofrece una laguna que en esta época del año se encuentra casi seca.

El collado Galabín

            En el collado Galabín abandonamos Peñamellera Alta para internarnos en la parroquia de Cuñaba de la otra Peñamellera, la baja, la que tiene la villa consistorial en Panes. Es el tercer tramo del recorrido que realizamos por lo que se ha marcado como PR. AS-208 Senda del Pastor al Collado Galabín: un descenso de algo más de siete kilómetros y 800 metros de desnivel hasta la conclusión de la caminata. Bajamos hacia la braña de Sombejo, un lugar con buenos pastos que riega el río del mismo nombre que hemos visto nacer poco más arriba en espectacular cascada. Más abajo con el nombre de río San Esteban corre a desembocar en el Deva junto al caserío de Rumenes en el desfiladero de La Hermida, pero antes forma la canal de Ciercos entre la sierra Nedrina, a la izquierda y la de Cocón, a la derecha. La senda recorre, y nosotros caminamos por ella, la canal por la margen izquierda del río, entre praderías, pedregales, monte bajo y algunos árboles.

Impresionante canal de Ciercos

Pronto se dejan ver al fondo del barranco, en la margen derecha del río, las casas de San Esteban de Cuñaba. Allí termina esta caminata, en la parte baja del pueblo, en el cruce de las carreteras que desde la N-621 suben a las dos únicas localidades de la parroquia: Cuñaba, donde está la iglesia parroquial y San Esteban de Cuñaba, el pueblo que recibió en 1990 el Premio Príncipe de Asturias al Pueblo ejemplar. Sin subir a la sierra de Cuera como pide la copla, fue bonito caminar desde Cabrales por los montes de Peñamellera y contemplar las brañas, majadas y collados donde corre y se alimenta su cabaña ganadera.

La braña de Sombejo, cerca de donde nace el río San Esteban


 Las fotos son de Juan Lobelle



                                (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 8 de septiembre de 2012)