Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

martes, 26 de abril de 2011

LES PRAERES DE NAVA

Les Praeres de Nava es uno de los lugares con más encanto en la sierra de Peñamayor, una montaña que en sí misma cuenta con muchos parajes mágicos. Mis amigos y yo somos entusiastas de Peñamayor, por donde hemos comenzado a caminar cuando aún éramos bien jóvenes y por donde lo seguimos haciendo muchos años después. Esta montaña, que nosotros nombramos simplemente como La Peña, se extiende de norte a sur en el centro de Asturias, desde los concejos de Piloña y Nava hasta los de Laviana y Sobrescobio, ocupando en medio gran parte del de Bimenes. Les Praeres de Nava se sitúan al nordeste del macizo y, como bien dice su nombre, son una vasta pradera que de mayo a octubre se puebla de ganado vacuno y caballar en busca de sus magníficos pastos.

Panorámica de Les Praeres desde la ladera del pico Varallonga

Se puede acceder a Les Praeres por distintos sitios. Uno de ellos, quizá el más habitual, es desde Nava por una pista que arranca pasado el pueblo de Piloñeta. Se trata de una pista abierta a los coches, pero nosotros aconsejamos que se suba a pie. Pasado el pueblo, y a la vera del río  Prá hay un molino y una pequeña área recreativa. Alli se debe dejar el coche para disfrutar caminando por la sinuosa pista que va ganando altura y dejando a nuestros pies un hermoso panorama: una hora de camino, con una fuente a la mitad para abastecernos del agua necesaria.

La vega del Prá y Piloñeta desde la pista que sube a Les Praeres 

         Otro acceso comienza junto a la embotelladora de aguas  de Fuensanta, donde hay aparcamientao para el coche, aunque también se puede venir desde el  cercano apeadero de Feve. En este caso subiremos por Los Fornos, recorreremos Les Foces del río Pendón, un paraje de gran belleza, y tras subir al Mayáu Pastor llegaremos a Les Praeres. A la vuelta, para variar, en el Mayáu cogeremos una pista a la izquierda y bajaremos a Fuensanta por Tabléu y Vallorita. Desde aquí tenemos una buena vista de todo el valle del Prá con el palacio de La Frerrería esperando nuestra foto.

Los Fornos, inicio de Les Foces del río Pendón

          Una vez en Les Praeres no debemos dejar de subir a  la cumbre del pico Varallonga para desde sus 865 m. de altitud contemplar toda la sierra de Peñamayor y también, a nuestra espalda, gran parte del centro de Asturias: Nava, Infiesto; más a la izquierda Siero, Noreña y Oviedo; y al fondo, si el tiempo lo permite, Gijón y el mar Cantábrico. Debemos caminar asimismo hasta la campa  y el pico El Orosu (935 m.). Allí está el límite entre Nava y Bimenes, concejo que podremos contemplar en su totalidad desde la cumbre  donde hay una caseta de la guardería de montes.

                        Les Praeres y al fondo el Orosu                                

          En fin, muchas más cosas se pueden decir de Les Praeres: por allí pasa la llamada Ruta de las Peregrinaciones que nos llevaría hasta Covadonga, allí cerca tenemos la fuente de La Biesca  con  agua  siempre fría y buena... Y allí, también, está Aladino con el bar que fue de sus padres: los fines de semana ofrece bebida, buena comida y abundante conversación. Todo un aliciente para los amantes de la montaña.

viernes, 22 de abril de 2011

DEL LAGO ERCINA A PONCEBOS

      Se trata de parte de la conocida como Ruta de la Reconquista, entre los lagos de Covadonga y Poncebos, en Cabrales. Salimos del aparcamiento de Buferrera para subir hasta el mirador del poldjer de la Vega de Comeya. Luego, la ruta va atravesando distintas majadas del concejo de Onís, donde los pastores elaboran el conocido queso de Gamonéu: primero la de Belbín, luego la de Parres y la de Arnaedo, al lado de cuya fuente hacemos una pequeña parada para retomar fuerzas. Y es que a continuación viene la subida más pronunciada: el collado de Sierra Buena, de 1.410 metros de altitud, la mayor del recorrido. Desde lo alto del collado, y ya en el concejo de Cabrales, bajamos hasta Vega Maor, pasando al lado de la sima llamada El Pozo de los Texos. Después, llegamos a la majada de Ostón y allí Carlinos, el competente guía que nos acompaña, nos concede 30 minutos para la comida. El tiempo es espléndido y la pradera está poblada de ganado: vacas y varios rebaños de cabras alegran nuestra vista, mientras, sentados al borde de la majada, próximos a las cabañas de los pastores, damos cuenta de los bocadillos.
      Después de la comida, sólo queda el descenso. Por dos canales se puede bajar desde los 1.015 metros de Ostón hasta la senda del Cares: la de Culiembro y la de La Raya. Nosotros lo hacemos por la segunda que, según Carlinos, es más directa y así nos acerca al final de la ruta. En la canal de la Raya tenemos una zona de hierba antes de pasar a un prolongado y abundante pedrero que nos deja en la senda del Cares, a esa hora de un sábado tarde bien nutrida de caminantes. Ya en la senda del Cares, subimos hasta Los Collados y, previa bajada, nos plantamos en Poncebos, donde termina nuestro recorrido. Son algo más de las seis de la tarde y habíamos salido de Buferrera a las once de la mañana: ha sido un recorrido largo y plagado de lugares de interés, que cualquier aficionado a caminar por la montaña deseará realizar alguna vez.


                                (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 16 de abril de 2011)

miércoles, 6 de abril de 2011

ENTRE PONGA Y AMIEVA

    Por los montes de Ponga y hacia Amieva realizamos una buena caminata que se inicia en la Collada Llomena para finalizar en Vega de Cien, después de culminar dos cumbres y un prolongado descenso de más de 1.000 metros. Collada Llomena, que como se ha dicho es el punto de arranque de esta ruta montañera, se encuentra a 900 metros de altitud junto a la carretera PO-2 que une Puente Vidosa con San Juan de Beleño, la capital pongueta de la que dista poco más de cuatro kilómetros. El camino, frente al collado de Bobia y adentrándose en el valle Carmenero, tiene como primer objetivo coronar el pico Silla de Cabestreño, de 1.274 metros de altitud. No es difícil y sirve de aperitivo para el segundo objetivo: la cumbre del pico Carriá, que con sus 1.432 metros se encuentra en la línea divisoria entre los dos municipios que estamos pateando. Pero alcanzar desde el Cabestreño el Carriá no podemos hacerlo por la cara sur, que es la que tenenemos frente a nosotros. Se debe, sin embargo, perder bastante altura en la vaguada que separa ambas cumbres, para bordear después la segunda dejándola a nuestra derecha e iniciar el ascenso por su cara norte, la que mira al concejo de Amieva. Hay en estos pasos algunas dificultades, pero nada insalvable si se cuenta con un buen guía de montaña como es Manuel San Juan, excelente para esta ocasión y tal vez una de las personas que mejor conoce estas montañas.
    Desde la cima del Carriá sólo queda descender hasta Vega de Cien, que en la margen del Sella nos espera a la exigua altitud de 190 metros. El descenso se prolonga: primero, por pradería de hierba alta; luego, por un imponete pedrero que obliga a extremar la precaución para evitar las caídas; más tarde, por pastos cercados con alambre de espino que se debe sortear, bien reptando, bien saltando; una zona boscosa y más pedrero, hasta caer en la pista que sirve a los pueblos de Monero y Gorgollones. Y siempre viendo al otro lado del valle, en la ladera de enfrente, los pueblos de Amieva, San Román y las crestas de los Picos de Europa que caen sobre el Dobra.
    Cuando llagamos a la pista estamos a la altura de 450 metros, por lo que aún resta más descenso. Abandonamos la pista, nos adentramos en otra zona boscosa y llegamos a una caleya empedrada que nos lleva hasta Vega de Cien, que, ahora sí, ya divisamos al fondo del valle junto al Sella y la CN-625. La caleya desemboca en la carretera que desde Vega sube hasta el pueblo de Argolibio, y por ella caminamos los últimos metros pasando junto a una hermosa fuente. En sus aguas limpias y frescas uno puede refrescarse después de esta caminata que ha de satisfacer a cualquier amante de la montaña.
                                                                                                               
                                      (El Grupo de Montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 26 de marzo de 2011).