Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

sábado, 8 de agosto de 2015

DONDE NACE EL CARES



Desde el puerto de Panderruedas por la collada Sotres y el collado Cebolleda, la horcada y las vegas del Cable, hasta Caldevilla, Soto y Posada de Valdeón

            En la Montaña Oriental de León, con su territorio incluido dentro del Parque Nacional de Picos de Europa se encuentra Valdeón; el antiguo valle de Eone dividido en la Edad Media en tres concejos, Caín (solariego), Santa Marina (señorial) y Posada (de realengo), hasta que se transformaron a partir del siglo XIX en un único municipio con el Ayuntamiento en Posada de Valdeón. Limita Valdeón al sur con las Tierras de la Reina y Burón; al norte está Asturias y todas las aguas de este valle vierten hacia el Cantábrico. Múltiples arroyos y regueros, cada uno con su nombre y lugar de nacimiento en los puertos y en la sierra de Cebolleda, confluyen en las proximidades de Caldevilla, Soto y Posada de Valdeón, conformando así el río Cares que, ya se sabe, se va hacia Caín, Poncebos, ya en Asturias... y más allá.

"Valdeón o el esplendor en las flores", la foto de Ana Fabián
 
            El puerto de Pandetrave es la vía de acceso a Valdeón desde las Tierras de la Reina, y allí estuvimos hace unos meses para realizar otra caminata (Por tierras de Valdeón, 1 de noviembre de 2014). Hoy subimos al de Panderruedas, la otra vía de acceso, desde el término de Burón, para realizar en el grupo La Peñuca esta caminata coordinada con buen tiento por Santiago Juez.
            En el alto del puerto de Panderruedas, en la LE-244 a 1 464 metros de altitud, iniciamos el camino por una pista señalizada como PR-PNPE 11 Ruta Panderruedas-Posada de Valdeón, que pronto abandonamos para ascender por un cortafuegos ya dentro de un frondoso hayedo. A nuestra izquierda corren las aguas de la riega Brañueca, una de tantas que, como queda dicho, confluyen para formar el Cares.

Cuando el sol calienta, resulta agradable caminar por el bosque
 
            El camino se convierte después en senda que sigue ascendiendo, y así llegamos al Pozaperro a 1 597 metros de altitud, un pequeño collado en un claro del bosque que nos ofrece un sorprendente balcón hacia Picos: frente a nosotros los dos macizos, Occidental y Central, y entre ellos el profundo corte de la Garganta del Cares; una espectacular pantalla que por lo demás nos acompañará a lo largo de casi toda la caminata.
            Atrás queda el bosque, y la senda por entre monte bajo se empina cada vez más. A nuestra derecha el panorama nos muestra cumbres de la Cordillera más allá de los puertos del Pontón y del Zalambral; ya sobre las tierras de Ponga destacan Peña Ten y Pileñes. Alguien recuerda, entonces, la copla:
                        Ten y Pileñes,
                        buen par de peñes;
                        Ten pa les cabres,
                        pa les oveyes,
                        Pileñes.


Espectacular panorama de Picos de Europa desde el Pozaperro

            Mucho más cerca, a nuestra izquierda queda el valle de Frañana con hermosas praderías y majadas; allí nace el arroyo que en muchos mapas recibe ya el nombre de río Cares: estamos pues ante una de sus fuentes, tal vez la situada a mayor altura. Poco más arriba, llegamos a la collada Sotres a 1 747 metros de altitud, un paso entre Frañana de Valdeón y las tierras de Burón. Nace al pie de esta collada el arroyo de la Iglesia que desciende hasta las proximidades del pueblo de Retuerto y desde allí, ya con el nombre de río Tuerto, hasta Vegacorneja para perderse en el embalse de Riaño.
            Tenemos ahora el camino por la crestería en la divisoria entre ambas cuencas: Cares, al norte y Esla-Duero, al sur. Sin serlo mucho, es el tramo más difícil y complicado: sobre la piedra desnuda, con la ayuda de las manos, por la arista o bordeando la ladera que cae al sur, lo que nos permite apreciar en los pastizales más altos restos de algunas lagunas secas y más a lo lejos pueblos de estas tierras de Burón, como Casasuertes y Cuénabres.

Hermoso valle de Frañana, desde la collada Sotres
 
            Estamos en plena sierra de Cebolleda, y llegamos a un falso collado a 1 992 metros de altitud sobre el que se levanta el pico que lleva el mismo nombre de la sierra. Nuestro deseo no es alcanzar su cumbre sino bordearlo dejándolo a la derecha, para lo cual perdemos considerable altura (hasta los 1 929 metros) por entre fácil monte bajo que nos aparta del complicado pedregal y nos permite alcanzar la buena senda que sube de Frañana; así ascendemos hasta el collado Cebolleda y más arriba al pico Gildar con sus 2 078 metros de altitud, la cumbre de la jornada.

Por la crestería hacia el collado Cebolleda y el pico Gildar
 
            La cumbre del Gildar en la divisoria entre las tierras de Valdeón y Burón es el adecuado lugar para el descanso, la comida y la conversación; además de la inevitable pantalla con los dos macizos de Picos, desde aquí disfrutamos de una estupenda panorámica de Valdeón con el fondo del valle y la casi totalidad del camino que recorreremos para llegar allá. Por si fuera poco, frente a nosotros, hacia el este, se levantan cumbres de la montaña palentina desde el pico Coriscao hasta el Espigüete
            El descenso del Gildar merece cierta precaución por algunos pasos incómodos entre piedra suelta, pero pronto la dejamos atrás al cubrirse la ladera de monte bajo, y así llegamos a la horcada del Cable (1 788 metros), el paso hacia los Puertos del Cable donde nos llama la atención  la fuente de la Salud (1 732 metros). Estamos ante otra de las fuentes del Cares pues aquí surge el arroyo del Cable, que después de recorrer el valle que lleva su nombre confluye con el de Frañana, como veremos más adelante.

Del pico Gildar hacia la horcada del Cable
 
            El descenso por este largo valle del Cable tiene algunos momentos espectaculares: la bonita laguna donde abreva el ganado; varios pasos sobre el propio arroyo, que va aumentando su caudal y sorprendiéndonos con alguna interesante cascada; el chozo en la ladera, adonde llega una pista ganadera por la que nosotros atravesamos las vegas donde pasta abundante ganado caballar; y al fin la entrada en Monte Redondo, el segundo hayedo de la jornada. Si agradable fue caminar a la sombra del hayedo cuando calentaba el sol de la mañana, no lo es menos ahora al caer la tarde.

El chozo, refugio de ganaderos, en el valle del Cable
 
            En la sombra del bosque nos encontramos con la pista del citado PR desde Panderruedas a Posada; caminamos por ella sólo unos metros, para abandonarla y seguir descendiendo por un viejo camino hasta llegar a la LE-244. Cruzamos la carretera, y por el viejo camino entre bosque y praderías nos acercamos a Caldevilla. Recorremos el pueblo por entre su cuidado caserío y su buen conjunto de hórreos, y a la salida por un puente cruzamos el río que ya muestra orgulloso su nombre: el Cares. Unos metros más arriba se unieron las aguas de los valles de Frañana y del Cable y aquí mismo, por la derecha, llegan las del arroyo de Arriba que viene del valle de Perijones y, por la izquierda, las del Argolla.

La entrada a Caldevilla y al fondo el panorama de Picos
 
            A la salida del puente sobre el Cares vemos las señales del PR-PNPE 12 Ruta Vega de Llos, que sube por el valle de Argolla hasta el collado Bustiello y la Vega de Llos; como el PR viene desde Posada, por él seguimos nuestro camino siempre en la margen izquierda del Cares. Pasamos en Soto de Valdeón ante un campamento juvenil, la iglesia parroquial que lo es de los dos pueblos, Soto y Caldevilla, y la ermita de la Virgen Blanca. Luego el camino bordea un área recreativa y, tras cruzar de nuevo sobre el Cares, finalizamos la caminata en Posada de Valdeón a 939 metros de altitud.
            Y lo hacemos después de recorrer dos de los bosques de hayas que ofrece Valdeón, tal vez los mejor conservados dentro del Parque Nacional, de crestear en el borde meridional del Parque sobre las tierras de Burón, y de asomarnos al nacimiento del Cares entre Frañana y el Cable para verlo luego correr, ya en el fondo de su valle.

 Bonita cascada en el arroyo del Cable, uno de los orígenes del Cares

Las fotos, excepto la reseñada, son de Juan Lobelle

                         (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 25 de julio de 2015)