Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

jueves, 10 de marzo de 2016

RIOCALIENTE Y MONTE BENZÚA



Desde Riocaliente hasta Monte Benzúa, para volver por Mestas a Riocaliente

            Riocaliente es un pueblo de la parroquia de Ardisana, una de las 28 que componen el municipio de Llanes; un hermoso valle en el extremo suroccidental del concejo, en el límite con los de Cangas de Onís y Onís. Hasta este lugar teníamos programada en el grupo La Peñuca una travesía desde Llovio en Ribadesella, pasando por Monte Ova y Vega de Llames; pero las confirmadas previsiones de mal tiempo, con fuerte lluvia y rachas de viento, aconsejaron a última hora el cambio de itinerario.
            La nueva propuesta ofertada por José Manuel Nieto, coordinador de la actividad, sensatamente aceptada por la Junta Directiva y acogida con entusiasmo por todos los participantes, consistió en una ruta circular desde Riocaliente hasta Monte Benzúa que, aun capeando las inclemencias del tiempo, permitió recorrer parte importante de la propuesta inicial.

Hermoso detalle de Riocaliente entre el río y el monte.
 
            Con buena cara al mal tiempo, iniciamos, entonces, el camino en Riocaliente; cruzamos el río por un puente de reciente construcción, atravesamos el agrupado caserío y comenzamos el ascenso hacia el monte que se levanta encima mismo del pueblo. Una caleya por la que baja abundante agua, pronto muestra su estado de abandono cubierta de maleza y barro; el nuevo camino lo vemos en la otra ladera del valle: una buena pista que sube hacia Ordiales, majada invernal de Riocaliente.
            Nosotros, agotado ya el viejo camino, llegamos a las praderías invernales, donde hay algunas cabañas medio abandonadas, y luego haciendo camino entre monte bajo alcanzamos la crestería de Monte Benzúa. Estamos a 675 metros de altitud, y como partimos de los 90 metros en Riocaliente, el desnivel superado fue considerable.

Praderías en la majada invernal de Ordiales.
 
            Monte Benzúa, que en algunos mapas aparece también como Sierra Benzúa, se extiende de oeste a este desde el collado El Tornu hasta La Jorcada, marcando la linde entre las parroquias de Ardisana y Nueva; en sus laderas hay abundantes zonas de pastos para la reciella (ovejas y cabras), pero su crestería es mayormente de piedra caliza. Por su situación, ofrece buenas vistas hacia ambas parroquias llaniscas; así, en nuestro ascenso hemos apreciado todos los pueblos y caserías del valle de Ardisana: Mestas, Palacio, Villanueva y, claro está, Riocalente. Ahora,  hacia el norte, la vista se extiende por la parroquia de Nueva hasta la costa.

Interesante panorámica desde la sierra hacia la costa.
 
            A partir de aquí, nuestro objetivo es caminar hacia el este, salvando la parte más agreste de la crestería por su ladera sur, hasta alcanzar la cumbre más alta de la sierra: el pico Benzúa de 724 metros de altitud y, cómo no, nuestra cumbre de la jornada. Una breve pausa para la labor de los fotógrafos y las excelentes vistas hacia el entorno y la costa, y de nuevo al camino; ahora para recorrer la sierra hacia el oeste.

Sorteando la crestería, hacia la cumbre de la jornada.
 
            Cuando en este recorrido nos asomamos hacia el norte, a nuestros pies está, en la parroquia de Nueva, el valle de Llamigo. Se trata del más importante llano interior del concejo de Llanes, con su pueblo, Llamigo, disperso en diversas caserías: El Llagu, El Mazu, Gonzalín, Fuentebada... Recorre el valle la AS-340 que va desde Nueva hasta Coralín y Corao en el concejo de Cangas de Onís; y también, el río Llamigo, afluente del Nueva, que desemboca en la playa de Cuevas. Además, dicen, en torno a la ermita de la Virgen de Loreto se celebra cada año animada romería con deportes tradicionales, muchos gaiteros y... una peculiar guerra del vino.

Parte del valle de Llamigo, y al fondo la sierra de Cueva Negra.
 
            Todo esto podemos contemplar, la romería por supuesto que no, que ésta es el 9 de septiembre, mientras recorremos la crestería de Monte Benzúa. Pasamos por Cabezu la Llamera (676 metros), picacho que se levanta sobre La Llamera, aldea deshabitada de la parroquia de Ardisana en cuyo entorno pasta un rebaño de cabras mientras en el cielo acecha un buen grupo de buitres, y alcanzamos el Alto el Cuetón (696 metros), donde se levanta una caseta abandonada por lo que también se le conoce como Alto del Casetón. Desde aquí, siguiendo la crestería ya en descenso llegaríamos al collado El Tornu, afamado lugar por sus excelentes panorámicas hacia los tres macizos de Picos de Europa. Por allí cruza también la ya citada AS-340.

Por la crestería, hacia el Alto el Cuetón.
 
            Pero nuestro camino, dando la espalda al norte, se interna de forma definitiva en al parroquia de Ardisana, iniciando el descenso de Monte Benzúa por zona de difíciles pedreros que en momentos de lluvia obligan a extremar la precaución. Pasamos sobre las aldeas de Fresnedo y La Llamera y, ya por pista y pradería, llagamos al collado que se levanta sobre el valle de Mestas. Allí, junto a una pequeña mata de fresnos, como luce el sol aprovechamos para un ligero descanso, rápida comida y conversación; todo ello breve, porque ya se sabe que el día es variable y tras el sol amenazan las nubes.

El descenso por la ladera sur de Monte Benzúa.
 
            Luego, por una senda que zigzaguea en un cortafuegos y entre monte bajo descendemos, al fondo del valle por donde corre el reguero de Mestas; a su lado ya hay buena pista que, no obstante, en una ocasión nos obliga a cruzar las aguas a pie enjuto. Y por esta pista llegamos a Mestas de Ardisana, pueblo con buenas construcciones de piedra con galerías y algún hórreo.
            Está Mestas junto al río Riensena, que lleva el nombre del primer pueblo que atraviesa en la parroquia de Nueva, afluente en Puente Nuevo del río Las Cabras o Bedón que desemboca en la playa de San Antolín. Por Mestas pasa también la LLN-14, y por ella algo menos de dos kilómetros nos separan de Riocaliente. Entonces, pasamos por La Venta'l Pimientu, donde dejamos a la derecha la carretera que sube al pequeño barrio de Teyéu y contemplamos cómo el río Santa Mariña desemboca en el Riensena.

 El descenso, ya por el valle de Mestas.
 
            Así, la carretera nos lleva a cerrar el circuito en Riocaliente, el pueblo con un conjunto de hórreos de los más numerosos del oriente de Asturias y cuyo topónimo parece aludir a las aguas termales que brotan en un arroyo que allí desemboca en el hoy impetuoso Riensena. Un buen lugar, en todo caso, para finalizar esta caminata bien amena y tan agradable que volviendo la vista atrás nos hizo olvidar aquellos inconvenientes del temporal.

 Subiendo hacia la sierra, el hermoso valle de Ardisana a nuestra espalda.

  Las fotos son de Juan Lobelle.
 
                       (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 5 de marzo de 2016).

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