Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

viernes, 26 de febrero de 2016

MÁS ALLÁ DEL RÍO EO



Ruta costera por La Mariña Lucense: desde la playa de Las Catedrales hasta Ribadeo

            La Mariña es una comarca situada al norte de la provincia de Lugo; se divide en tres zonas y de ellas, La Mariña Oriental es la más próxima a Asturias. Parte de esta Mariña la ocupa el concejo de Ribadeo, el primero que encontramos una vez traspasado el río Eo por el Puente de los Santos desde el concejo de Castropol, o como se hacía antes de 1987 por la N-640 más al sur, ya en Vegadeo. Pues bien, a esta comarca lucense y su municipio de Ribadeo, acudimos los del grupo La Peñuca para realizar una ruta puramente costera, propuesta y coordinada con esmero por Ramón Azcano.
            La caminata comienza en la playa de Aguas Santas (Augasantas), más conocida como de Las Catedrales (Das Catedrais). Se trata de una playa muy reconocida por sus características paredes rocosas de pizarra, largas grutas, pasillos de arena entre bloques de rocas, y sobre todo, sus arcos rocosos de gran altura que recuerdan los arbotantes de una catedral y así le dan su nombre turístico. Claro que todo ello debe ser contemplado durante la bajamar, pues de lo contrario pronto se sumergen los pasillos de arena e incluso zonas rocosas; aunque siempre queda la posibilidad de acudir a los miradores, desde donde se puede contemplar la playa y todo su entorno, declarado en 2005 Monumento Natural.

Al final del camino, la Ría del Eo y el Puente de los Santos;
Ribadeo, Figueras y Castropol.

            En esta renombrada playa, situada en la parroquia ribadense de A Devesa, iniciamos el camino en dirección oeste-este hasta el límite mismo con Asturias. Un camino bien señalizado y bien acondicionado sobre senda de madera, de losas o de tierra, siempre al borde de playas y acantilados, dejando hacia el interior las praderías cercadas de piedra o alambrada; en ocasiones, también cruzamos o recorremos algunos tramos de carreteras que unen los caseríos del interior, y siempre que volvemos la vista atrás alcanzamos otras zonas urbanas de la comarca: Burela, la más alejada, Cangas, Nois, Foz...

El camino, entre pradería y siempre al borde del mar.
 
            Son casi incontables las playas y ensenadas sobre las que pasamos: la de Esteiro, próxima a este pueblo con estación de Feve en la línea Gijón-Ferrol que sería la más adecuada para acercarse al paraje de As Catedrais; luego la de As Illas, también con formaciones rocosas que en la pleamar quedan aisladas, dando nombre a la playa; las de Os Castros y Os Xuncos, etc. Y así, después de pasar junto a la Pena dos Corvos y de cruzar entre el acantilado y una considerable laguna conocida como O Foxo Longo, entramos en Rinlo, la única zona urbana que encontramos en nuestro camino.

La playa de Las Islas subiendo la marea.
 
            Rinlo es la parroquia más pequeña del concejo de Ribadeo, pero también el principal núcleo urbano después de la villa municipal. Fue importante puerto ballenero y hoy cuenta con un pequeño pero activo puerto pesquero; las casas colgadas sobre el acantilado remarcan "su fuerte carácter marinero", leemos en un panel informativo a la entrada del pueblo. Allí hay una cetaria que vino a sustituir a otras dos cuyas instalaciones abandonadas y en ruinas pudimos observar a nuestro paso; una pequeña y acogedora plaza  protegida del oleaje junto a sus instalaciones, fue el lugar elegido para el descanso, la comida y la conversación.

El apretado caserío de Rinlo visto desde el puerto.
  
            Después del descanso, cruzamos el puente sobre el río San Julián que desemboca en el puerto, bordeamos el pueblo, y de nuevo el camino y la música de las olas en el acantilado. A partir de aquí, muy al fondo, la vista hacia adelante se pierde en la zona urbana de Tapia de Casariego; más allá, pero también más al norte de lo que será el final de nuestro recorrido. Nuevas ensenadas y playas: Coedo, Da Vela, Loureiro, Das Groubas... y así hasta el mismo borde de la villa de Ribadeo.

Amplia panorámica entre Rinlo y Ribadeo;
y muy al fondo, Tapia de Casariego.
 
            Pero no es el momento de entrar en la villa, sino de caminar hacia el norte por la LU-140 hasta el mirador de Illa Pancha, con estupendas vista al camino recorrido y la costa asturiana; incluso la carretera llega por un pequeño puente hasta la isla donde se levanta el Faro de Ribadeo. Después, un bonito y bien cuidado paseo por la costa nos acerca hasta el borde mismo de la Ría del Eo, y la sigue remontando por su margen izquierda entre bosque de eucaliptos y pinos y alguna área recreativa. Es un agradable recorrido pasando junto a los restos del Fuerte de San Damián, la espectacular Pena Furada y un antiguo cargadero de mineral de hierro que funcionó hasta 1964.

El mirador y el Faro de Ribadeo en Isla Pancha.

            Ahora sí, después de cruzar bajo el Puente de los Santos, pasar por el mirador de la Atalaya, junto a la ermita de San Miguel y el puerto deportivo, termina esta interesante caminata costera en Ribadeo, la capital de La Mariña Lucense. Y Asturias, en la otra margen de la Ría del Eo: el concejo de Castropol y la villa de Figueras.

Vista parcial de la playa de Las Catedrales subiendo la marea;
aquí fue el inicio de la caminata.

 Las fotos son de Juan Lobelle.
                   (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 20 de febrero de 2016).

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