Desde el puerto de Tarna por la ladera
del Remelende, el puerto de las Señales, las lagunas y el collado de Tronisco...,
hasta llegar a Maraña
El puerto de Tarna a 1 495 metros de
altitud es un paso natural entre Asturias y León, o lo que es lo mismo, entre
los municipios de Caso y Maraña. Desde poco más al sur de la raya del puerto
hasta Maraña, se puede ir por una buena pista que recorre el valle de Riosol;
pero nosotros, en un buen rodeo montañero, hicimos la primera parte de nuestra
caminata siguiendo la línea divisoria regional.
Más allá del puerto de Tarna por la
carretera que va hacia Cofiñal, ya en el municipio leonés de Lillo, está otro
puerto, el de las Señales, tan cerca que en ocasiones se confunden. Nosotros
también pasaremos por este segundo puerto para internarnos en el concejo de
Maraña, donde será el final de esta caminata del grupo La Peñuca propuesta y
coordinada por Manuel Quintana.
El puerto de Tarna en el centro de la imagen; en primer plano,
la carretera a las Señales, y muy al fondo, asoman los Picos de Europa
Iniciar el camino por la ladera del
pico Remelende, con el objetivo de alcanzar la cumbre que se levanta sobre el
mismo alto del puerto, es un buen desafío; y más si azota fuerte viento con
algunas gotas de lluvia. El fuerte y rápido desnivel nos obliga a un ascenso
casi vertical por senda entre piornales, siempre pegados a la alambrada que
marca la separación regional.
A nuestra derecha dejamos el collado
de Remelende, zona de buenos pastos, y más al fondo la vista recorre el Parque
Natural de Redes, por donde desciende el río Nalón en su curso más alto y se
descuelga la AS-117 que nos subió al puerto. Al fin, cuando después de los
últimos y costosos pasos coronamos la cumbre, comprobamos que el esfuerzo
mereció la pena.
Hacia el pico Remelende; atrás quedan el collado y el puerto
El Remelende, de 1 888 metros de
altitud, con vértice geodésico y límite entre la parroquia casina de Tarna y el
municipio de Maraña, es uno de los picos más destacados del Parque Natural de
Redes; un excelente mirador del parque y del valle del Nalón, con el
espectacular cierre que supone la mole del Tiatordos en el Cordal de Ponga; al
sur, todo el valle de Riosol que forma parte de la cuenca alta del Esla hasta
el embalse de Riaño.
Riosol y el embalse de Riaño desde la subida al Remelende
Con el Remelende se inica la sierra
del Mongayu, que podríamos recorrer en la línea de demarcación entre Caso y
Lillo; ya lo hemos hecho hace algunos años (Montes de Caso, Maraña y Lillo, 23
de junio de 2012). Ahora nuestro camino debe descender hasta el puerto de las
Señales, que también vemos en la base del pico donde nos encontramos ya sin
lluvia, aunque con fuerte ventisca. El descenso es fácil, agradable y por una
ladera bastante más tendida que la recorrida en el ascenso; ya en el llano,
antes de llegar a la collada del puerto, pasamos junto a unas lagunas que
sirven de abrevadero para el ganado.
Descenso hacia el puerto de las Señales; al frente nos espera el pico del Lago
El puerto de las Señales está a 1
625 metros de altitud en la L-331, a sólo tres kilómetros del de Tarna y en el
borde entre los concejos de Maraña y Lillo; su entorno es un buen criadero de
setas, una delicia para quienes sienten afición a la micología. Después
cruzamos la carretera y, dejando a la izquierda las lagunas Valdecarrín,
ascendemos por buena pista maderera en bosque de pinos, hasta alcanzar la
crestería por la que recorreremos la divisoria entre los dos concejos leoneses,
en busca de la segunda cumbre de la jornada.
Por la crestería hacia el pico del Lago, nuestra cumbre más alta
Una vez en la crestería, tenemos una
buena vista de las lagunas que hemos dejado atrás, y de nuevo el valle de
Riosol: el caserío con su ermita y cerca, restos de explotaciones mineras de
mercurio ya hace tiempo abandonadas. A nuestra derecha, en el término de Lillo,
la vista alcanza hasta el mismo puerto de San Isidro; pero lo más espectacular
es el inmenso Pinar de Lillo, una de las mayores poblaciones de pinos milenarios
de España, hoy zona sólo autorizada al paso de grupos inferiores a 15 personas.
Por lo demás, esta crestería es el tramo
más complicado de la caminata; bordeando el cordal por la empinada ladera que
cae a Lillo, el camino entre bloques de piedra nos obliga a emplear las manos
junto a la vara de avellano. Así, llegamos a la cumbre del pico del Lago de 2
007 metros de altitud, también llamado del Pinar, sin duda en alusión a la masa
boscosa antes citada. Es para nosotros la mayor altura de la caminata, y desde
su cumbre se columbran, a uno y otro lado, los dos embalses de La Montaña
Oriental de León: el de Riaño y el del Porma.
Hermoso panorama del Pinar de Lillo, y muy al fondo el puerto de San Isidro
En la base misma del pico están las
lagunas de Tronisco, hacia las que descendemos en busca de un tiempo más
apacible, fuera de la impertinente ventisca que nos viene acompañando. Este descenso, bastante vertical, nos
deja junto a las tres lagunas, dos pequeñas y una mayor que sin duda es la
acreedora del nombre de lago; resguardadas por las peñas del viento y bajo los
primeros rayos de sol, a su vera encontramos el lugar más agradable para el
descanso, la comida y la conversación.
Las tres lagunas de Tronisco, agradable lugar para el descanso
Después del descanso, por pradería,
monte bajo y siempre en ligero descenso, alcanzamos el collado de Tronisco (1
665 metros), donde retozan buenos ejemplares de la ganadería caballar marañense.
Hasta aquí llega una pista de exclusivo uso ganadero, y por ella, bordeando el
pico de Tronisco, nos adentramos ya de forma definitiva en el término de
Maraña.
La pista se encuentra con el reguero
de la Collada que desciende del collado de Maraña, situado a nuestra derecha.
Sobre nuestro camino se levantan los picos El Convento, La Polinosa y La Cruz
del Mampodre; y entre ellos Valverde, hermoso valle incluido en la oficialmente
conocida como Reserva Glaciar del Mampodre, zona también restringida para el
paso de caminantes en grupo.
Los picos del Mampodre y Valverde, en el camino hacia Maraña
Nos encontramos con el arroyo
Valverde, que junto a otros conforma la cabecera del río Esla; lo seguimos por
su margen izquierda y pronto llegamos a la pista que viene del valle de Riosol.
Sólo nos resta seguirla en los últimos metros y entramos en Maraña, a 1 238
metros de altitud, única localidad de su municipio.
Allí en la amplia plaza del pueblo,
junto a la fuente, el ayuntamiento, el edificio que albergó las escuelas nacionales
y un moderno parque infantil, terminamos la jornada. Fue una caminata que surgió
como alternativa a otra que desde Acebedo pretendía recorrer las lomas del
Mampodre; hubo de ser suspendida por imperativo legal, pero, pelillos a la mar,
tengo para mí que este interesante recorrido entre el puerto de Tarna y el
pueblo de Maraña bien mereció la pena,
como todos las que se pueden hacer por estos montes entre Asturias y León.
Al final del camino, el pueblo de Maraña y sus praderías
Las fotos son de Ana Fabián
(El
grupo de montaña La Peñuca
de Gijón realizó esta ruta el sábado, 17 de octubre de 2015)
Fotos preciosas, en especial la de la peña San Justo. Gracias por compartirlas. Saludos, Jorge González.
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