Caminando por la sierra, desde Cofiño en
Parres hasta el Alto La Llama en Piloña: Bustaco, Beluenzu, El Potril,
Espineres...
La sierra litoral del Sueve se
reparte entre los municipios de Parres, Piloña, Colunga y Caravia, adentrándose
también en Ribadesella a través de su estribación oriental que es la sierra del
Fitu. Su proximidad a la costa y su altura media configuran un sistema
montañoso único en Asturias, lo que sin duda atrae a visitantes de todo tipo
dadas sus amplias posibilidades de acceso.
Es, por otra parte, la sierra del
Sueve Reserva Regional de Caza y forma parte de la Red Regional de Espacios
Protegidos; asimismo, sus abundantes brañas y majadas configuran un territorio
de buenos pastos regidos por una Junta o Comunidad de las parroquias afectadas.
Para realizar un recorrido integral por este singular y atractivo territorio,
acudimos en el grupo La Peñuca a una propuesta de Andrés Tuya que coordinó,
tras una minuciosa preparación, José Manuel Tejera.
Una muestra de la fauna del Sueve
En la AS-260, la carretera que une
Arriondas con Colunga a través del Fitu, iniciamos a 235 metros de altitud la
caminata, en el punto donde arranca la carretera local que sube a Cofiño, sede
de la Mancomunidad de Pastos. Atravesamos el pueblo y dejamos la carretera que
sube hacia otros lugares, Villar, Pandiello, de la misma parroquia; por buena
pista de tierra y zahorra pronto llegamos a la majada de Pandellebancu, ya a
484 metros de altitud. Aquí, la vista atrás nos permite ver el camino recorrido
y hacia adelante, la foz de Corteguera.
La aldea de Cofiño frente al pico Tiegu
Un buen sendero, limpio y recién
arreglado, recorre esta profunda y hermosa foz que labra el arroyo la
Corteguera, que más arriba, ya en plena sierra, veremos nacer, y que desciende
hasta unirse en la parroquia de Collía al arroyo Bodes, para más abajo, junto con
el río Fíos desembocar en el Piloña cerca de Arriondas. Al salir de la foz
alcanzamos la majada de Bustaco (662 metros), por donde cruza el arroyo y hay
algunas cabañas en ruinas junto a otras en buen estado.
Es este el punto donde enlazamos con
la ruta más habitual para alcanzar la cumbre del Sueve, que se inicia en el
Fitu y por la que se llega a Bustaco casi llaneando. Nosotros, al iniciar el
camino cerca de Cofiño, a mucha menos altitud, nos obligamos a vencer
considerable desnivel para llegar aquí, pero el esfuerzo se compensa con la
belleza del recorrido por la foz.
El camino por la foz del arroyo la Corteguera
A partir de aquí, una buena y ancha
senda asciende por la margen izquierda
del arroyo bordeando el agreste paredón de la Múa hasta la majada de Mergullines,
donde hay una fuente de dos caños que ofrece agua abundante y fresca. Más
arriba llegamos al collado Beluenzu (928 metros), en cuyas proximidades nace el
ya citado arroyo la Corteguera; allí finaliza la senda y es la base para alcanzar la
más alta cumbre del Sueve, situada en la linde entre los términos de Parres y
Colunga.
Hacia Beluenzu; atrás, la majada de Bustaco, cruce de caminos
El vertical ascenso por pradera,
monte bajo y algo de piedra no presenta mayor dificultad, y así llegamos al
pico Pienzu, la cumbre que el geólogo Guillermo Schultz declaró como una
excelente atalaya para divisar tanto el interior como la casi totalidad de la
costa asturiana: en nuestro caso contemplamos lo que a retazos nos permitió la
habitual niebla azotada por el viento norte. Está, además, el Pienzu, con sus 1
161 metros de altitud, catalogado como la cota más alta de Europa en relación a
su corta distancia al mar. Es también típica y reconocida desde la lejanía su
cruz metálica, levantada en 1955 en sustitución de otra anterior de madera
derribada por un rayo, y proyectada por el destacado arquitecto gijonés Miguel
Díaz Negrete.
Panorámica de la sierra desde la cumbre del Pienzu
Tras las fotos y los comentarios de
rigor, la vista se va en busca de la siguiente cumbre: es el pico Miriellu y lo
divisamos hacia el Oeste. Debemos seguir pues recorriendo la sierra, sin senda
definida, por terreno caótico, entre zonas herbosas o pedregosas y con
abundantes dolinas donde se ocultan los gamos. Y siempre perdiendo altura,
pasamos por el alto Les Cuerres (1 074 metros), el Cerro de Corripies (1 033
metros) con su laguna que sirve de abrevadero, hasta los 1 021 metros de Tras
la Cuenya, para iniciar el ascenso hasta el pico Miruellu (1 137 metros).
Escarpado camino hacia el pico Miriellu
Desde este pico que es la segunda
altura de la sierra, nuevo descenso hasta la majada El Potril (986 metros). En
la linde más noroccidental del concejo de Parres, es una majada con buenas
cabañas, un refugio para la guardería de pastos y una hermosa laguna asentada
en una dolina; encajada entre dos cumbres también señeras de la sierra, les
Fontanielles, al Norte y el Cueto les Cabres, al Sur, es el lugar apropiado
para el merecido descanso, la comida y el agradable momento de la conversación.
Después del descanso prosigue nuestro camino por la sierra. Cuando llegamos a la braña
El Requexu (948 metros), estamos ya en el municipio de Piloña, parroquia de
Cereceda y nos aprestamos a alcanzar la tercera cumbre de la jornada: el pico
la Múa o Salgar de 1 027 metros de altitud. Bordearlo para ascender por su cara
sur no resulta difícil; su vertiente norte, sin embargo es abrupta y cortante.
Curiosa laguna en forma de trébol en la majada El Potril
Nuestros pasos nos llevan ahora
hasta Espineres, que sin duda debe su topónimo a los abundantes espinos que,
con algunos fresnos, se reparten por esta majada piloñesa reconocida sobre todo
por la Fiesta del Asturcón, declarada de Interés Turístico Regional. Hay
también varias cabañas, todas bien cuidadas, un cercado para el ganado y, con
el correspondiente vallado, una hornacina en la roca y el altar de piedra para
la función religiosa del día de la fiesta.
A partir de aquí, sólo faltan por
recorrer unos 4,5 kilómetros por la buena pista de acceso a la majada. Por la
linde entre los municipios de Colunga, parroquia de Libardón y Piloña,
parroquia de Borines, pasamos por el collado Obies, en cuya vertiente norte
nace el arroyo de los Moros, origen junto con otros del río Libardón, que
desemboca en la playa La Griega. Luego, por las brañas Sames y La Raíz, contemplando
hacia el Norte el espectacular panorama del amplio valle de Libardón y sus
pueblos; más allá, la vista alcanza también hasta Colunga, Lastres o el faro de
San Roque.
Vista general de la majada de Espineres con la pista de acceso
Hasta que, adentrándonos ya de forma
definitiva en Piloña, llegamos al Alto La Llama a 419 metros de altitud, donde
se encuentran la AS-259, que sube por Borines desde Villamayor, con al AS-258,
que sube por Pintueles y continúa por Libardón hasta Colunga. Así termina
nuestro recorrido integral por este paisaje de gran belleza; una zona
privilegiada por su situación, que sin duda merece la catalogación como Paisaje
Protegido de la Sierra del Sueve.
Panorámica por el valle de Libardón hacia la costa
Las fotos son de Juan Lobelle
(El
grupo de montaña La Peñuca
de Gijón realizó esta ruta el sábado, 4 de abril de 2015)
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