Por la sierra Campa la Bobia, el monte y
la aldea de Businán, el pueblín de Nera... en la parroquia de Naraval
Tineo es el segundo municipio más
extenso de Asturias, después de Cangas del Narcea. De las 44 parroquias que lo componen,
Naraval es la más septentrional en el límite con el término de Valdés. La
recorre el río que lleva su mismo nombre, afluente del Esva, en un profundo
valle sobre el que se levantan sus sierras, donde se asientan brañas, caserías
y aldeas, junto a hermosas praderías y bosque de pinos en repoblación que
conviven con manchas forestales autóctonas de gran antigüedad.
Es Naraval (siete brañas y un
txugar) la parroquia más representativa de lo que fue el mundo vaqueiro, cuya
impronta aún permanece en el paisaje. Una tupida red de caminos vecinales
permite fácil acceso a sus entidades de población, un cómodo recorrido por las
sierras e incluso alcanzar sus cumbres más vistosas; esto pudimos comprobar en
la caminata que en el grupo La Peñuca propuso y coordinó su presidente Albino
González Ordiz.
Caserío y praderías de Naraval desde algún lugar del camino
Comenzamos el camino a 280 metros de
altitud en el pueblo de Naraval, y después de recorrer algunos metros por la
carretera que lo atraviesa, pronto nos encontramos con una buena pista maderera
por la que, entre plantaciones de pinos y eucaliptos junto a viejos castaños,
comenzamos a ganar altura. Luego, el cuidado cortafuegos nos permitirá recorrer
la sierra Campa la Bobia en una sucesión de cumbres y collados.
Primero será el pico el Oru, modesta
cumbre en cuya ladera sur se asienta el monte Castandiel, donde los romanos
realizaron excavaciones en busca del preciado metal. Siguiendo la sierra,
alcanzamos el pico Munión de 513 metros de altitud, en cuya ladera norte nace
el arroyo del mismo nombre, afluente del río Naraval; poco más allá, el pico
Carbaín (675 metros) y tras un breve descenso la amplia campera conocida como Campa
la Bobia.
El camino, entre bosque y pradería
Hacia el Sur está la parroquia de
Navelgas y la vista alcanza hasta su cabecera parroquial, segunda población del
concejo; al Norte, mucho más cerca, la aldea de Monterizo entre fértiles
praderas, y frente a nosotros en la sierra, la siguiente cumbre, el pico Monteriza
(725 metros), desde donde contemplamos los lugares que nos esperan para la
segunda parte de nuestra caminata.
Campa la Bobia, pico Monteriza y aldea de Monterizo
Dejamos a nuestra derecha el valle
por donde corre el arroyo Businán, que al caer la tarde veremos desembocar en
el río Naraval, e iniciamos entre monte bajo el vertical ascenso al pico Fontes
(777 metros). El descenso de esta cumbre nos deja en la campa la Bobia de
Fontes (738 metros) al lado de dos brañas residenciales de verano, La Carrizal
y Fontes, ya en la parroquia de Navelgas, pues aquí la sierra sirve de límite
entre las dos parroquias, lo que se aprecia por las vallas de separación de
pastos.
Desde aquí nos espera el pico
Liebres, que con sus 852 metros de altitud es la cumbre de la jornada y ofrece
una vista completa de las parroquias de Navelgas y Naraval. Al Norte, el pico
Capiellamartín entre la niebla y la sierra y pico Estoupo señalan le límite con
el concejo de Valdés; a su derecha y en la misma linde, el alto de Aristébano y
la campa con la ermita conocida por el festival de las bodas vaqueiras.
Bobia de Fontes, pico Liebres y, a la izquierda, braña La Carrizal
Un nuevo descenso se impone, ahora
hasta la Llomba el Campanal (750 metros), para iniciar el último y obligado
ascenso hacia el pico Piniella (826 metros). En esta cumbre moderadamente pedregosa
encontramos el asiento para el descanso, la comida y la conversación; ante
nosotros, al otro lado del valle y recostadas en la ladera de la sierra del
Estoupo, se levantan rodeadas de amplias praderías las caserías de Escardén,
Cadanéu y Folgueras del Río. Ésta tiene a gala el haber sido una de las dos
últimas brañas de toda Asturias, junto con la de Silvallana, en abandonar la
trashumancia familiar. Y al levantarnos del descanso entre la fresca brisa del
nordeste, pudimos apreciar el sol que brillaba sobre el alto de Aristébano, lo
que nos permitió columbrar o al menos adivinar en lontananza la rasa marina y
las aguas del Cantábrico.
En el centro, la Llomba el Candanal y arriba, el pico Piniella
A partir de ahora todo será descenso, primero de nuevo hasta la Llomba el Candanal y luego en vertical por una vallina, entre monte bajo de agradable caminar, hasta la pista que recorre el monte Businán. Por esta pista llegamos a Businán (490 metros), que fue braña de invierno y hoy es aldea de disperso caserío con todos sus edificios techados de pizarra.
Businán se comunica por carretera,
pero conserva en muy buen estado su antiguo camino vecinal que nos permite
recorrer algunos de sus barrios. Así pasamos por La Cuerva y ante la casa de
Couz, donde su único vecino, que comparte aquí su estancia de fin de semana con
su vivienda habitual en Oviedo, nos informa en amable conversación sobre el
último tramo de nuestro recorrido.
Monte y aldea de Businán
Por el viejo camino pasamos, a la
salida del pueblo, junto a la fuente con abrevadero, y entre prados de siega
llegamos al fondo del valle en el lugar donde el arroyo Businán desemboca en el
río Naraval. Estamos en la carretera que sube a Folgueras y Candanéu y,
caminando por ella en la margen izquierda del río, pronto encontramos el cruce
con la que nos habría permitido bajar desde Businán o Monterizo. La misma
carretera nos lleva, después de pasar junto a un molino en buen estado de
conservación, a Nera (350 metros), pueblo con buenos prados de regadío en
ambas márgenes del río.
El río Naraval en las proximidades de Nera
La población de esta aldea
"actuó siempre de puente entre los vaqueiros de las brañas y los xaldos
del valle, al estar situada en medio de ambos grupos" (Manuel Octavio Fernández: La última puerta). Hoy a nuestro paso nos llama la atención "la
casona de Nera", construida en 1884 y donde vivió el filántropo Don
Marcelino Álvarez a cuyas expensas se construyó en 1880 la primera escuela en
la parroquia.
Por la carretera vecinal llegamos al
K. 21 de la AS-219, la carretera que a través del concejo de Tineo comunica
Luarca con Pola de Allande; el cruce está en el lugar conocido como Casa Rapán:
un edificio en ruinas que tal vez fue la residencia del caminero encargado del
cuidado de la carretera.
Detalle de la vieja casona de Nera
Por esta carretera regional
caminamos poco más de un kilómetro, y cuando el reloj de la parroquial de San
Salvador nos obsequia con las cinco campanadas entramos en Naraval, y junto al cartel
que anuncia el "Museo Vaqueiro de Asturias" finalizamos la caminata.
Fue un recorrido por campas, brañas y bosques de esta interesante zona de
Asturias después del paso por la sierra adornado nada menos que con siete
cumbres: poco más se puede ofrecer al gusto del caminante en un día como éste
para iniciar la primavera.
Desde el Piniella con vistas al Estoupo, Folgueras y Candanéu
Las fotos son de Juan Lobelle
(El
grupo de montaña La Peñuca
de Gijón realizó esta ruta el sábado, 21 de marzo de 2015)
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