Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

miércoles, 11 de marzo de 2015

POR REDES EN SOBRESCOBIO (I)



De Campiellos a Rioseco por la collada Llagos, el monte la Falafría, el collado Unqueru y la majada y el valle de Pumarín

            Muchas son las rutas que se pueden realizar en Redes, el Parque Natural ocupado por Sobrescobio y Caso. El primero de estos dos municipios de la comarca del alto Nalón, Sobrescobio, cuyos habitantes compraron en una subasta la libertad del concejo a la Orden de Santiago en 1565, según recuerda una placa en la actual casa consistorial, fue elegido para esta caminata por la parroquia de Oviñana, la más septentrional de las tres que lo forman, en el límite con los términos de Laviana, Piloña y Caso: una propuesta para el grupo La Peñuca de Manuel San Juan, caminante incomparable en el conocimiento de las montañas de Asturias.

                                                              Panorama desde la cumbre de la jornada 

            Iniciamos el camino en Campiellos, un pueblo situado en la solana a 560 metros de altitud y unos dos kilómetros al norte de la villa municipal. Allí hay un cartel indicador del PR AS-123 Ruta del Pico la Xamoca, que nosotros seguiremos en la primera parte del recorrido. Por una buena pista sólo para uso de vehículos autorizados, ascendemos por el collado del Arco y la collada Ricáu entre monte pendiente con castaños y pastizales. A nuestra izquierda, al fondo del valle, desciende cantarina la riega el Corvatu que marca la separación con el municipio de Laviana; esta riega en algunos mapas se presenta como reguero Comillera porque desemboca en el Nalón en este lugar donde hubo un hospital para los peregrinos a San Salvador; hoy hay allí un área industrial y una estación depuradora de tratamiento de aguas.

El pico la Xamoca, presente en la primera parte del camino

            En este ascenso, la vista hacia el Sur nos ofrece los riscos de la sierra del Crespón y más atrás la cumbre nevada del Retriñón; también, a sus pies,  el valle del Alba y pueblos como Villamorey o La Polina en la otra margen del Nalón y del embalse. Entre vueltas y revueltas llegamos a la collada Llagos, donde se impone un primer alto en el camino. Es una zona de pastizales en suave pendiente, cabañas en buen estado y algunos prados cercados de piedra. Hay una laguna que sirve de abrevadero, un área con bancos y mesas y un mirador que alcanza hasta el macizo de las Ubiñas; también al fondo, los dos embalse, el de Rioseco y el de Tanes; al norte, más allá del tendido de alta tensión que enfada a los fotógrafos, los Picos de la Carba, nuestro próximo objetivo.

Laguna en la collada Llagos

            Tras el descanso el ascenso continúa, y poco más arriba, junto a los corrales de El Huerbu, abandonamos el PR que sigue hacia la Xamoca y nos adentramos en el monte la Falafría. Es un bonito bosque de hayas y espineras colgado en la ladera del valle de Huerbu, donde abundan los neveros que cubren la senda por donde debemos caminar con precaución.
            Al final del bosque, a 1 037 metros de altitud hay una buena fuente de agua fría y sobre nosotros, cada vez más cerca, los Picos de la Carba. Por monte bajo en la ladera y atravesando el collado Faidiellu y la majada Pedruezo, también con su pequeña laguna, llegamos a la cumbre de la jornada: uno de los picos de la Carba conocido como pico Pedruezo, de 1 132 metros de altitud.

Neveros en el monte la Falafría

            Esta cumbre es un balcón privilegiado hacia la sierra del Sueve y el valle de la Marea, con lugares como El Tozu y El Moru, dos pueblos de la misma parroquia, San Bartolomé del Tozu, y distinto municipio, Caso y Piloña; por encima de ellos se aprecia el trazado del Camín Real del Sellón que por Tarna, Caso y Arnicio era el paso de la Meseta hacia Piloña y Villaviciosa.
            Después de contemplar tan extraordinario panorama y la inevitable labor de los fotógrafos, iniciamos el descenso hacia el collado Unqueru (1 036 metros), cerca de donde nace el río Huerbu, que por el valle que lleva su nombre desciende a desembocar en Rioseco en la cola del embalse.

Por la ladera hacia el Pico de la Carba

            Desde aquí el camino discurre en la linde con los municipios de Piloña y Caso por la ladera que vierte al río Piloña. Es zona de bosque con abundancia de barro y viejos árboles caídos que dificultan un camino atravesado por las corrientes de agua que conforman el reguero La Castañar, afluente del río La Marea. Hasta que, mirando al Sur, llegamos a la majada de Pumarín (975 metros), amplia zona abierta con magníficas cabañas y prados cercados de piedra: el lugar ideal para el descanso, la comida y la conversación disfrutando del sol y de la vista hacia el último tramo del camino.

Por la ladera con vistas al valle la Marea

            Y ya será todo descenso por la buena pista de tierra que recorre el valle de Pumarín, cuyas aguas se encauzan hacia el Barranco de Anzó que cada vez tenemos más cerca. Pasamos por los caseríos de La Rebollosa y El Caneyu, cuadras y cabañas como casas de fin de semana, atravesamos el reguero Furadu, uno de los que aportan sus aguas al barranco, y nos encontramos con el PR AS-122 Ruta de la Calzada Romana que viene de la Peña Gamonal. Seguimos por este PR que poco más abajo tiene un cruce: a la izquierda desciende hasta Anzó y la AS-117 y a la derecha, por senda empedrada y tallada en la peña, hasta Rioseco. Nosotros seguimos esta senda que recibe el nombre de Camín d'Acéu, según los atriles informativos que jalonan su recorrido.

Uno de los caseríos en el valle de Pumarín

            Se trata de una antigua vía que tras cruzar la Cordillera en Tarna seguía el curso del Nalón hacia el centro de Asturias, con la desviación en Caso por Arnicio hacia la costa (el camino real que contemplamos más arriba); algunos autores consideran ésta, una calzada romana, pero lo que no cabe duda es de su uso como vía en el periodo alto medieval.
            Así, recorriendo los últimos caseríos nos acercamos a Rioseco, la capital municipal desde que en 1929 se trasladó aquí el Ayuntamiento que estaba en La Polina, hoy al otro lado del embalse junto a la desembocadura del río Alba.

La AS-117 y la presa de Tanes, desde el Camín d'Acéu

            En la capital de este concejo de Sobrescobio galardonado en 2009 con el Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar, termina esta caminata por una zona no muy frecuentada del Parque Natural de Redes, pero en la que se puede disfrutar de un paisaje singular y unas vistas inigualables, sobre todo si se cuenta con un día de marzo claro y soleado como el que nosotros pudimos disfrutar.

 Agradable lugar para el descanso, la majada de Pumarín


Las fotos son de Juan Lobelle


                        (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 7 de marzo de 2015)

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