Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

jueves, 31 de octubre de 2013

GR 109 ETAPA 1



Por toda Peñamellera, desde Panes hasta Alles: Robriguero, Collado Serna, Mier, Niserias…

Si quieres ver a Cabrales,
sube a la sierra de Cuera;
allí verás a Cabrales
y a toda Peñamellera.

            Sin subir a Cuera, como pide la tonada asturiana, hemos podido ver y recorrer gran parte de Peñamellera en una caminata entre ambas villas municipales. El GR 109 Asturias interior recorre la región de punta a punta, desde Peñamellera Baja hasta Santa Eulalia de Oscos: 505 kilómetros en 27 etapas bien señalizadas, en un promedio de 15 a 25 kilómetros por etapa, siempre por los aledaños de la Cordillera.
            Lo que hicimos en esta ocasión, por iniciativa de Pepe Mieres para el grupo La Peñuca, fue la primera etapa, entre Panes y Alles: 18,42 kilómetros a través de cuatro de las 18 parroquias que componen toda Peñamellera.

El Cares-Deva a su paso por Panes (*)

            Panes, donde como ya se ha dicho comenzamos la caminata, es la capital de Peñamellera Baja; se sitúa a 50 metros de altitud sobre el nivel del mar, ocupando una amplísima vega atravesada por el río Cares-Deva. En la margen derecha del río está el área recreativa de La Brañona, en la que se enmarca un paseo botánico que recorremos entre paneles informativos de los árboles y arbustos que lo decoran: guillomo, agracejo, serbal, abedul, fresno… Por este placentero paseo iniciamos la ruta; pasamos ante la ermita románica de San Juan de Cilluergo y al acercarnos al palacio de San Román, ubicado en una gran finca, salimos a la N-621 en dirección a Potes.

Por el paseo botánico, al inicio del camino (*)

            Este tramo de algo más de un kilómetro por carretera nacional de abundante tráfico y sin arcenes, que obliga a caminar con precaución y en fila de a uno, es el más desagradable de la ruta, aunque atemperado por la proximidad del río.
            Pronto llegamos a Puente Lles para cruzar sobre el río Deva poco antes de su unión con el Cares; abandonamos aquí la N-621 y salimos de la parroquia de Panes para entrar en la de Tobes. Caminamos ahora por la PB-5, una carretera mucho más tranquila, que según vamos ascendiendo nos permite contemplar hermosas panorámicas al otro lado del río; podemos ver el lugar de Abándomes que fue la capital tradicional del Valle Real de Peñamellera hasta su división en 1869 y después, capital municipal de Peñamellera Baja hasta que en 1890 ésta se trasladó a Panes.

El paso sobre el Deva en Puente Lles (*)

            Atravesamos el pueblo de Robriguero (108 metros) que se asienta al pie de la peña de su mismo nombre y apreciamos el río Cares cada vez más al fondo del valle cerrado en la otra margen por la sierra Perumoru. El ascenso prosigue y cada vez contemplamos más cerca la aguda Pica de Peñamellera, elevación rocosa que da nombre al valle y que se sitúa, cual mojón, entre los dos municipios; su presencia es constante a lo largo de toda la caminata, de forma que ésta bien se podría titular A la sombra de la Pica de Peñamellera.
            Llegamos a la localidad de Bores (240 metros) que se divide en tres barrios: Orejuz, La Serna y L’Aldea, donde nos detenemos para el necesario descanso junto a la fuente y la ermita de Santa Catalina. Es aquí, donde la proximidad de la Pica tienta a los más animosos montañeros que al fin se deciden a abandonar por el momento el itinerario marcado para coronar su cumbre; no lo hacemos así los demás, pues con la excusa de no salirnos de la ruta, ocultamos nuestra falta de aliento para llegar a la cima de esta aguja que se impone ante nuestra vista.

Hermosas praderías en la parroquia de Tobes (**)

            De L’Aldea de Bores salimos por una buena pista de tierra que asciende por entre las cabañas de Vallejo y las amplias praderías de Texiorias donde pasta abundante ganado, hasta alcanzar el punto más alto de la jornada: la braña de Bondi a 513 metros de altitud. Es obligada aquí una parada, para contemplar a lo lejos en la sierra de Cuera el pico Paisano, en cuya cima señorea una ermita que nos recuerda la historia de aquel joven pastor, a quien sorprendió en lo más alto de la sierra una imponente tormenta que lo atemorizó hasta el punto de prometer al Cielo hacer algo grande si salía con vida de allí. En efecto salió, abandonó el pastoreo, emigró a América y, como tantos, regresó convertido en un acaudalado indiano para construir a sus expensas la ermita en la cumbre donde un día temió por su vida; y dicen también que, mientras vivió “aquel paisano”, no faltó ningún año en aquella cumbre una romería en la que los lugareños estaban invitados a comida y bebida.


El pico Paisano desde la braña de Bondi (**)

         Esta es la historia de la ermita del pico Paisano que contemplamos desde la braña de Bondi, antes de comenzar el primer descenso por una pista que atraviesa el collado Serna (431 metros), abandonando la Peñamellera Baja para seguir por la parroquia de Mier, ya en la Peñamellera Alta.
            El descenso por esta pista con retazos de hormigón es largo y fuerte, pues Mier se encuentra en el fondo del valle, a sólo 64 metros de altitud. Se divide Mier en dos barrios unidos por un puente sobre el Cares, Mier d’Acá y Mier d’Allá; nosotros sólo cruzamos el d’Allá y recorremos, por la margen derecha del Cares, un sendero de pescadores protegido con pasamanos de cuerda. Es uno de los momentos más agradables de la jornada, este tramo contemplando en el río truchas, salmones y anguilas que campean a sus anchas en el agua limpia y clara.
            Esta senda de pescadores finaliza al llegar a Niserias. Por un puente colgante pasamos sobre el Cares, atravesamos la AS-114 y entramos en la parroquia de Alles, la cuarta de las que recorremos en esta caminata. En Niserias buscamos el momento para el descanso, la comida y la conversación al lado del río Besnes, que viene de la sierra de Cuera para entregar aquí sus aguas al Cares.

Mier y el Cares desde el collado Serna (**)

            La última parte de la caminata es un considerable ascenso desde los 60 metros de altitud de Niserias hasta los 263 metros de Alles. Primero ascendemos por la AS-345 hasta el caserío de Besnes (110 metros), un núcleo dedicado en su totalidad al turismo rural; después de pasar la ermita de San Millán, abandonamos la carretera para seguir por la antigua caleya que fue en otro tiempo la principal vía de comunicación con la villa municipal.
            Esta vieja caleya, perfectamente arreglada y limpia, atraviesa un frondoso castañedo donde pudimos recoger un buen puñado de sabrosas castañas: fue otro de los momentos gratos de la jornada. Así llegamos a Alles, la capital de Peñamellera Alta, que asienta su disperso caserío, en el que destacan varias construcciones de estilo montañés, en la ladera sur de la sierra de Cuera.

Besnes y su camino bien empedrado (*)

           En la plaza, entre la imponente iglesia parroquial de estilo barroco, el edificio consistorial y la bolera municipal de bolo-palma, finaliza esta etapa del GR 109 que permite recorrer una buena parte del valle de Peñamellera, antes de continuar, en la siguiente etapa, hacia el vecino concejo de Cabrales. No obstante, hoy, algunos aún quisimos poner colofón a esta jornada recorriendo los cuatro kilómetros que median hasta las ruinas de la iglesia románica de San Pedro de Plecín, que fue la parroquial de Alles hasta la construcción en 1787 del nuevo templo.
La Pica de Peñamellera, presente desde el inicio del camino (*)

  (*) Fotos de Juan Lobelle
(**) Fotos de José Arnillas

                    (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 26 de octubre de 2013)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario