Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

lunes, 30 de septiembre de 2013

EN EL PUERTO DE SAN ISIDRO



Desde El Fielato hasta La Raya, por Brañarredonda, las colladas Veldoso y Nogales, los Castrillones y la Cuerda del Ajo

            En la oficina municipal llamada fielato se recaudaba el impuesto de consumos sobre comestibles y otros artículos que se introducían en el municipio para ser consumidos en él. Estas oficinas se establecían a la entrada del término municipal, y una vez que, en la década de los sesenta del pasado siglo, desapareció el impuesto, se conservó el topónimo para muchos de estos lugares. Así, un fielato del concejo de Aller estaba en el km. 40,5 de la AS-253 para recaudar los arbitrios sobre los productos que entraban de León por San Isidro y su entorno.
            Pues bien, hoy décadas después de retirado este impuesto, que era muy importante para los ayuntamientos de entonces, este lugar es El Fielato; y aquí fuimos convocados para una caminata hasta el alto del puerto por collados y majadas de la parroquia de El Pino, la más extensa de Aller: fue una propuesta para el grupo La Peñuca de Lluz, intrépida e incansable caminante que disfruta por las crestas y los riscos.

 En El Fielato iniciamos la caminata

         De El Fielato a 1 297 metros de altitud salimos por buen camino carretero que, bordeando los prados de Campanal, desciende hasta el río Braña, también llamado río de San Isidro, que más abajo se llamará río Aller para una vez unido al Lena formar el río Caudal, afluente del Nalón. En El Fielato se inicia también el PR AS-48 Ruta del Gumial que nosotros seguiremos durante un buen trecho de nuestra caminata.
            Llegados al río, lo cruzamos por un puente de chapa metálica e iniciamos el ascenso por un sendero bien marcado entre piornales. Así, llegamos a la majada de Brañarredonda a 1 400 metros de altitud, un conjunto de camperas con varias cabañas y una fuente; también, bastante ganado, sobre todo yeguas y caballos.

Cruzando el río Braña o de San Isidro

        Sigue la pendiente hasta llegar a la collada Veldoso (1 582 metros) con poste indicador y una fuente. A partir de aquí, un ligero descenso para rebasar la fuente y seguimos ascendiendo por una zona de mata algo escarpada donde crece el serbal. Al salir del bosque, abandonamos el PR que desciende hacia El Gumial y más abajo al pueblo de Cuevas; nosotros, bordeando la majada del Alba por donde corre el reguero del mismo nombre, seguimos ascendiendo hasta la majada Fuente de Arriba, y el sendero se empina aún más para alcanzar la collada Nogales (1 919 metros).
            Desde esta collada, que fue paso tradicional del valle leonés de Curueño hacia Asturias, nos asomamos al puerto de Vegarada y más a la derecha adivinamos el de Piedrafita. A nuestra espalda dejamos el pico Nogales con su vértice geodésico, y ascendemos por la linde entre las dos regiones marcada con mojones de hormigón hasta el pico del Oso, ya a 2 021 metros de altitud. En la cumbre hay un buzón montañero y el recorte metálico de la silueta de un oso, y desde allí se ve la LE-321 que desde La Vecilla por el valle de Curueño sube al puerto de Vegarada, que tenemos ante nosotros con su casa mesón.

Dicen que desde El Gumial esta cumbre se parece a la figura de un oso

        Después de esta cumbre afrontamos uno de los pasos algo complicados de la jornada: los Castrillones, un promontorio rocoso y alargado que recorremos escorados a su vertiente sur. Bajo el camino que recorremos con tiento, vemos por la vega del Cueto la carretera que desde Vegarada sube a la estación de esquí de Riopinos y, más a lo lejos, los pueblos leoneses de Tolibia de Arriba y Canseco.
            Al final de los Castrillones ascendemos, pasando junto a restos de trincheras de la Guerra Civil, al pico Fuentes (2 021 metros), de la misma altitud que el pico anterior: ambas cumbres marcan el techo de la jornada. Desde el Fuentes, donde también hay buzón montañero, mirando hacia Asturias, tenemos una hermosa panorámica de todo el valle de la Braña, desde San Isidro hasta el pueblo de Cuevas. Es esta cumbre el inicio de la sierra del Ajo, también llamada Cuerda del Ajo, por donde seguirá nuestro caminar; pero antes, en el descenso de la cumbre, encontramos en un pequeño collado el lugar apacible para el descanso, el bocadillo y la conversación.
 
El pico Fuentes, inicio de la sierra del Ajo
 
            El recorrido por la Cuerda del Ajo se hace largo, con continuas subidas y bajadas que castigan las piernas del caminante. Siempre en la linde entre Asturias y León, vemos a nuestra derecha el amplio valle de Riopinos de los Argüellos, por donde discurre la carretera que sube a la estación de esquí; a nuestra izquierda, más allá del valle de la Braña, se impone la mole del pico Torres y aparecen las estribaciones más meridionales del Parque Natural de Redes: Ventanota, Cascayón, Peña el Viento… y tras ellas, asomado en ocasiones, el inconfundible Tiatordos.
            Cresteando por la sierra, alcanzamos el pico Laverde (1 960 metros) y más allá, el pico La Loma (1 973 metros); este último, encima mismo de la estación de esquí de Riopinos ubicada entre la Peña Agujas y el pico Toneo (2 091 metros), cumbre cimera y final de la sierra del Ajo.

La estación de esquí de Riopinos desde la sierra

            Nosotros, desde el pico La Loma, dejando el Toneo a nuestra derecha, afrontamos en la vertiente asturiana el segundo paso complicado de la jornada: una estrecha senda colgada sobre la estación de esquí de Fuentes de Invierno por la que llegamos hasta la parte superior de los remontes. Luego, sólo resta descender por lo que en invierno serán las pistas de esquí. Así llegamos, ya pasada la base de los remontes, a la majada de Entresierras (1 665 metros), donde bajo un crestón calizo brota abundante manantial que da lugar a un reguero que recorre los pastos a los que acude el ganado.

Últimos pasos por la Cuerda del Ajo

            Por buena pista ganadera llegamos hasta el final del camino en La Raya, una urbanización de viviendas en el alto del puerto de San Isidro. Desde El Fielato hasta La Raya por la carretera hay cuatro kilómetros; nuestro recorrido entre estos dos puntos supuso unos 15 kilómetros, en los que empleamos, entre continuos desniveles de altura, unas siete horas de agradable y entretenido caminar en uno de estos días mágicos a las puertas del otoño.

Algunas cumbres de Redes con el Tiatordos asomándose al fondo


  Las fotos son de Juan Lobelle
                            
                      
                      (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 21 de septiembre de 2013)

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