Desde Cabañón hasta San Juan de Beleño,
por Les Bedules, la collada Caldes, el pico Recuenco y el valle Cabañín
El
municipio de Ponga en el sector centro oriental de la cordillera Cantábrica se
incluye en su totalidad en el Parque Natural de Ponga. Al oeste limita con Caso
que forma parte junto con Sobrescobio del Parque Natural de Redes; ambos parques,
separados por el Cordal de Ponga con cumbres señeras como el Maciédome, a quien
los ponguetos llaman el Alto Ponga, y el Tiatordos, presentan un conjunto
geográfico y natural lleno de atractivos para caminantes y amantes de la
naturaleza.
En
el complejo relieve de Ponga destaca un cordal interior que arranca perpendicular a la cordillera Cantábrica desde Peña Ten
hacia el norte: es el Collao Zorro
que separa los valles del río Ponga, al oeste y del Sella, al este o también
las parroquias de Sobrefoz y Casielles. Para recorrer parte de este cordal
contamos en el grupo La Peñuca
con la propuesta de Jacinto del Prado, buen montañero y caminante entusiasta,
capaz de animarnos a completar una caminata que desde el primer momento se
presentaba difícil por la lluvia y la nieve más propias de un día invernal que
de primavera tardía.
En
la PO-2, la
carretera que une Beleño con la
N-625 en Puente Bidosa a la vera del Sella, poco antes de
Collada Lomena se encuentra Cabañón a 926 metros de altitud.
Aquí comienza nuestra caminata, bajo una pertinaz llovizna por una pista de
tierra y hormigón hasta la majada Les Bedules.
Les
Bedules, en la parroquia de Viego, es una majada a 1 000 metros de
altitud, con varias cabañas, algunas de arreglo reciente, y prados cercados de
piedra, a la que se puede llegar en coche por la pista que nosotros hemos
recorrido o por otra que viene de Collada Lomena. En este lugar, tradicional
paso de arrieros entre Asturias y León, se ha instalado un camino adaptado,
pasarela de madera de medio kilómetro hasta un mirador sobre el pueblo de Viego
y la Peña Salón
que destaca entre la niebla.
La
pista de tierra por la ladera de la montaña atraviesa un hayedo y bordeando
algunos prados nos sube hasta la
Biforcadera (1 204 metros). Estamos ya en la parte central
del Collao Zorro y el lugar, como su nombre indica, es un cruce de caminos: el
de la tradicional arriería que comunica las tierras leonesas por Arcenorio, el
monte Peloño y el collado Granceno con el bajo Sella y el oriente de Asturias,
y el que va hacia la majada Les Llampes. Éste es el camino ganadero que
nosotros seguimos, y pasando junto a dos fuentes con abrevadero vamos ganando
altura hasta una pequeña campera donde está la conocida como Fuente del Cardo,
donde ya la nieve empieza a hacernos compañía; poco más arriba entramos en la
majada Les Llampes (1
390 metros).
Esta
majada, situada en la ladera del pico Raso en el extremo más meridional de la
parroquia de San Juan de Beleño, es una amplia pradería que nosotros
encontramos con algunos retazos de nieve; cuenta con algunas cabañas en
ruinas y otras en mejor estado con cubierta de losas de piedra, y está rodeada
de una buena masa forestal de acebos.
Dejando
a la izquierda el pico Raso, y por el sendero que recorre la ladera, llegamos a la
collada Caldes (1 397
metros), base para alcanzar el pico Recuenco, la mayor
altura de la jornada. La cumbre del Recuenco está a 1 655 metros, pero
esta diferencia de altitud desde Caldes, adonde luego es obligado retornar,
debe salvarse por una pendiente casi vertical con algunos tramos pedregosos. La
dificultad que presenta la ladera nevada y, sobre todo, la niebla que amenaza
con ocultarnos el panorama desde la cumbre parecen disuadir a los caminantes
del empeño, mas el ánimo no falta para iniciar el ascenso con precaución y buen
tiento.
Una
vez en la cumbre, sin vértice geodésico ni buzón, sólo adornada por una gran
cruz de hierro, la alegría nos obliga a adivinar el hermoso panorama que la
niebla nos esconde: en la escarpada vertiente occidental, los caminantes saben
que bajo la niebla se encuentra el pueblo de Sobrefoz.
Tras
el descenso a la collada, por una senda entre bosques y praderas llegamos a la
majada Cabañín, donde pastan varias yeguas y algún caballo. En una de las
cabañas de esta majada, abierta por la amabilidad de su propietario, logramos
abrigarnos para dar cuenta de los bocadillos, aunque no por mucho tiempo pues
aún resta un buen trecho del camino por andar.
Éste
discurre por el valle Cabañín que se inicia en la parte baja de la majada, por
un camino en el bosque hasta encontrarnos con la riega les Foyaques, afluente
del río Ponga; el camino forestal cruza el río y desciende por su margen
izquierda, para convertirse después de las cabañas del Posadorio en una vieja
caleya empedrada y en pésimo estado: abundancia de agua y barro, muchos árboles
caídos, alguna alambrada que cierra el paso a ganado y caminantes… Como,
además, la pendiente es considerable, el descenso hasta El Puente se hace largo
y dificultoso.
Al
fin, en El Puente ponemos pie sobre la
PO-1, la carretera que une Sobrefoz con la villa municipal. Es
en Beleño, topónimo que parece remitir al dios celta Belenos, frente a la que
se levanta el pico Tiatordos, donde finaliza esta caminata por los montes de
Ponga de una belleza que ni la niebla ni los inconvenientes de un día
desapacible lograron ocultar.
(El
grupo de montaña La Peñuca de Gijón
realizó esta ruta el sábado, 18 de abril de 2013)
Un blog excelente, se nota que le dedicas tiempo, felicitaciones.
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