Desde el
alto La Cobertoria
hasta Bárzana por Peñapodre, la ermita y la peña del Alba y La Villa de Salcedo
La situación
del concejo de Quirós al sur de la zona central de Asturias, con un territorio
que en casi su totalidad es de montaña, con una gran masa forestal y grandes
extensiones de terreno dedicadas a pastizales de altura, lo convierten en la
delicia de los caminantes. Por estas tierras quirosanas pasan además del inevitable
GR-109 Asturias Interior, el GR-207 Ruta de las Reliquias y cómo no el GR-106
Ruta de San Melchor que viene de Oviedo hasta Cortes, donde está la casa natal
del santo. Pero además se pueden planificar muchas rutas aprovechando sus
cumbres señeras o lugares tan simbólicos como la ermita de la Virgen del Alba, patrona
del concejo y de gran importancia devocional. Así fue esta interesante caminata
del grupo La Peñuca
desde La Cobertoria
hasta Bárzana por iniciativa de José Manuel Álvarez, buen caminante y buen
conocedor de la zona, que gusta de preparar bien sus propuestas.
La ermita del Alba y su entorno
Es el alto de La Cobertoria, en el
límite entre los municipios de Lena y Quirós, el lugar donde se encuentra una
necrópolis del neolítico; el nombre procede de cobertoiras (cuberteras):
grandes piedras que recubren estos enterramientos. El alto se encuentra a 1 179 metros y desde
allí la caminata comienza por la pista que asciende hasta el prado Llagüezos a 1 330 metros de
altitud; aquí otras estructuras tumulares como un semicírculo de piedras
hincadas se atruyen al pincipio de la
Edad del Bronce. Pero Llagüezos, una collada cimera, es
también, quizá más, famosa por la fiesta del cordero o corderada que se celebra
el primer domingo de julio y que ha sido declarada de Interés Turístico
Nacional.
Es necesaria
una breve parada para contemplar la amplia collada y las ineludibles fotos con
el fondo de Peñarrueda, quizá la cumbre más representativa de Quirós, pues se
divisa desde cualquier parte del concejo. Después viene el descenso por una
senda entre monte bajo hasta enlazar con la carretera que sube al Gamoniteiru
en el lugar por donde pasa el GR-109 en su etapa 14 entre Llanuces y Bárzana;
el pueblo de Llanuces se ve a nuestra izquierda entre las curvas de la AS-229 que tras cruzar La Cobertoria desciende
hasta la villa municipal. Nosotros seguimos por la carretea del Gamoniteiru
contemplando a nuestra derecha parte del concejo de Lena, sobre todo el fértil
valle de La Peral.
Peñarrueda desde Llagüezos
Más arriba, a
la derecha de la carretera se extiende la braña de Los Veneros, amplia, con
buenas cabañas y una laguna que sin duda en época estival servirá de abrevadero
para el ganado; la carretera sigue ascendiendo hacia el pico de las antenas,
hasta el momento que la abandonamos para tomar una senda que por el valle
Cubiellos bordea la Mortera
de Llanuces. Las morteras en Quirós son grandes extensiones de terreno comunal
donde en otro tiempo se cultivaron cereales como la escanda y hoy son
magníficos pastizales de altura. Nosotros pronto iniciamos la crestería que nos
llevará a la primera cumbre de la jornada. A los pies de esta crestería está la Mortera de Muriellos y más
abajo los pueblos de Muriellos de Arriba (Cimeiru) y Muriellos de Abajo
(Fondeiru), donde se encuentra la iglesia parroquial de Santa María.
Laguna en la braña Los Veneros
La cumbre de
Peñapodre (1 617 metros)
es una excelente atalaya sobre gran parte del concejo quirosano, pero nosotros
nos fijamos en la otra ladera del valle que recorre el río Trubia: Ronderos,
Villamarcel o Coañana, lugares que no hace mucho recorrimos en la Ruta de las Reliquias (Tierras
y pueblos de Quirós, 10 de noviembre de 2012).
Al realizar el
descenso de la peña por su cara norte, nos encontramos con un considerable
nevero que nos obliga a extremar la precaución, pero que también nos hace
agradable el caminar sobre la nieve dura; y así, de nuevo alcanzamos la pista
que recorre la pradería donde pastan yeguas y caballos ajenos al paso de los
caminantes y a los intentos de los fotógrafos por inmortalizar su imagen.
Subiendo a Peñapodre
Cuando
llegamos a un lugar reconocible por la presencia de una caseta del tendido
eléctrico y una torre metálica, saltamos una portilla y nos enfrentamos al paso
más difícil de la jornada: el descenso por una vereda, sedo casi vertical, que
aunque corto, obliga a los caminantes a avanzar de uno en uno con cuidado y
habilidad, agarrándose a la piedra o apoyándose en el firme palo de avellano
blanco cortado bajo la luna menguante de febrero.
Tras este
angosto paso, encontramos una pista que también desciende del Gamoniteiru y que
atravesando praderas nos lleva a la braña de La Techera: buenas cabañas
bien conservadas y un poco más arriba, la ermita del Alba.
Recorriendo praderas y atravesando neveros
La ermita
tiene orígenes medievales y su romería, declarada de Interés Turístico
Regional, se celebra el 15 de agosto; se encuentra a 1 240 metros de
altitud en la ladera misma de la peña del Alba y está rodeada de algunos
árboles, bancos y mesas que invitan al descanso. Pero antes nos espera un
ascenso a la cumbre de la peña (1 308 metros) sin ninguna dificultad y
compensado por una amplia panorámica del concejo: a la sombra de la montaña, los
pueblos de Salcedo, Arrojo y Casares; más al fondo siguiendo el valle del río
Trubia, allá en Las Agüeras, el embalse de Valdemurio; más cerca, cerrada por
la propia peña y el pico Politrón, la Mortera de Salcedo por la que corre el río Alba
para perderse en un sumidero en la parte inferior de la amplia pradera. Al
descenso de la peña, entonces sí es obligada la parada para el descanso y la
comida en el agradable entorno de la ermita por donde también pasan los GRs 109
y 106.
La Mortera de Salcedo y el pico Pelitrón
Hasta la ermita
del Alba se llega por una carretera que parte de la AS-229 y que finaliza en un amplio aparcamiento
siempre repleto de coches. No obstante, nuestro descenso será por el antiguo
camino empedrado que aún se conserva, aunque en no muy buen estado. Primero
encontramos a la vera del camino la fuente de La Llinar con abrevadero, y
luego el camino se empina aún más por entre prados cercados de piedra, árboles
y algunas cabañas; es lo que se conoce como la senda del Machacaculos: el
nombre lo dice todo, mas por este camino transitaron en otro tiempo pastores y
ganados. Eran otros tiempos en los que personas y animales subían a pie y por
tanto los caminos debían conservarse en buen estado; ahora sólo transitan por
aquí nostálgicos caminantes tal vez “en busca del tiempo perdido”.
Iniciando el descenso por el llamado Machacaculos
El lugar de
Salcedo (800 metros)
lo forman tres barrios, Las Vallinas, Heros y La Villa que es por donde pasa
nuestro caminar, que prosigue, tras breve pausa para recopilar fuerzas, por el
camino de hormigón que atraviesa el caserío en pronunciada pendiente, para llegar más abajo al
reguero de los Molinos, que nace en la falda de Peñapodre y desemboca en el
Trubia cerca de San Salvador, aguas abajo de Bárzana. El nombre del río
también lo dice todo y por si fuera poco al lado mismo del camino vemos un
viejo molino en estado ruinoso.
El reguero de los Molinos
Cruzamos el
reguero por un puente de hormigón y madera, y la senda sigue en descenso
moderado por un bonito bosque de castaños y robles; hasta que en el lugar conocido
como La Senra
enlazamos con la pista por la que entramos en Bárzana, la villa municipal,
donde a 450 metros
de altitud, a la vera del río Trubia, finalizamos esta caminata iniciada en las
alturas de La Cobertoria,
y que nos permitió recorrer lugares emblemáticos y de gran belleza por estas
montañas de Quirós.
El embalse de Valdemurio desde la peña del Alba
Las fotos son de Juan Lobelle
(El grupo de montaña La Peñuca
de Gijón realizó esta ruta el sábado, 20 de abril de 2013)
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