Pra, Les Praeres, Mayáu Pastor, Fuensanta,
Bocarral… y otra vez Pra
Al tratarse de
una caminata circular, se puede elegir entre dos lugares como inicio y final
del recorrido: Fuensanta o Pra, en Piloñeta; en ambos encontramos buen sitio
para dejar el coche, pero también cerca de ambos lugares hay una estación de tren
(FEVE). Como caminante que he realizado varias veces este recorrido circular,
muestro mi preferencia por el inicio y final en Pra.
Vista de Peñamayor desde Piloñeta
En el centro de la imagen, el camino que sube a Les Praeres
Comenzamos a
caminar, pues, junto al pueblo de Piloñeta, en el área recreativa de Pra, al lado
del río Fuensanta que nace en la ladera de Peñamayor que cae sobre
Bimenes, y que cuando aguas arriba recorre este municipio se le llama
precisamente río Pra. Se camina por una pista por la que circulan los coches y
no sólo para el servicio de los ganaderos, pero quien quiera hacer este
recorrido debe subir a pie por razones obvias, y porque merece la pena
contemplar el panorama que nos ofrece el camino que va ganando altura sin
tregua. Despacio y disfrutando del paisaje, emplearemos algo más de
una hora que puede parecer de duro caminar sobre el hormigón; pero a ambos lados
del mismo queda un amplio sendero de tierra para hacer liviano el paso de los
más exigentes.
Después de superadas las
primeras rampas, y ganados los primeros metros al desnivel, ya se nos abre el
panorama a pueblos de la margen izquierda del río como Piloñeta, Ovín o
Grátila. Más a la derecha, rodeado de bosque, alcanzamos ya la primera visión
del palacio de La Ferrería
que centrará nuestro recorrido; mientras subimos, lo contemplamos siempre en
lo más hondo del valle.
Pasamos junto
a la fuente de Porciles, un buen lugar para llenar la cantimplora y tomarnos un pequeño descanso; es también la
braña que cuenta con varias cabañas y buenos pastos para el ganado. La subida
se hace cada vez más pendiente, hasta que llegamos a un cierto llano que el
caminante agradece antes de atacar el último repecho, desde donde ya se divisan
el Orosu, el cordal de Peñamayor y la mata del Texíu: nos encontramos sólo a
unos pasos de Les Praeres de Nava.
Es difícil
para este caminante decir algo nuevo sobre Les Praeres; desde hace algún tiempo
hay un artículo en el blog (Les Praeres de Nava, 26 de abril de 2011) con mis
impresiones sobre este hermoso lugar de Peñamayor. La página principal de este
blog, así como la portada de mi biografía en Facebook se abren con una foto panorámica de Les Praeres. Sólo decir que si el caminante se
encuentra con ánimos, antes de proseguir la ruta puede alcanzar la cumbre del
pico Varallonga a 862
metros de altitud, magnífica atalaya sobre el centro de
Asturias; y al fondo del valle, de nuevo el palacio de La Ferrería.
Desde
Les Praeres, comenzamos la segunda parte de la caminata con un agradable
descenso por la senda que recorre primero la ladera del Varallonga para internarse
en el bosque y salir, después de atravesar un reguero, al Mayáu Pastor. Este es
un lugar con cabañas y prados por donde pasa el PR. AS-45 Ruta del río Pendón. Seguiremos
esta ruta descendiendo por una pista ganadera hasta Fuensanta. Pasamos primero
por Cantucorral y luego por Faéu, donde también hay una fuente con abrevadero
para el ganado; después de pasar los altos de Tabléu, en La Vallorita nos
asomamos de nuevo al valle del Fuensanta y los pueblos de Nava. Y al fondo nos espera el palacio de La
Ferrería; pero antes llegaremos a Fuensanta.
El Mayáu Pastor, en el camino de Les Praeres a Fuensanta
En
Fuensanta está la planta embotelladora y antes hubo un balneario que
fue de los más importantes de Asturias. Comienza aquí la tercera parte de la
caminata por una hermosa pista de tierra rodeada de árboles y entre prados de
siega. Pasamos sobre un hermoso puente de piedra de origen medieval y llegamos
al fin al palacio. El recinto está
cerrado con muros de piedra, y protege su entrada del ganado con una portilla
de hierro que deja paso a los caminantes por un lateral.
Puente de piedra sobre el río Fuensanta, en el camino hacia el palacio
El
palacio de La Ferrería:
lo hemos visto desde el camino de subida a Les Praeres; más lejos aún, desde la
cumbre del Varallonga; también, mientras descendíamos por La Vallorita hasta
Fuensanta; ahora estamos a su lado, dentro de su recinto y hasta podemos tocar
sus gruesos muros.
Se
trata de una construcción de tipo rural encargada por los Álvarez de las
Asturias en el siglo XIV. De esta época primitiva conserva la torre central que resalta en la visión del edificio desde la lejanía. Durante los siglos XV y XVI
se le añaden el resto de las dependencias y del siglo XVII es el gran escudo
colocado sobre el balcón. La puerta de acceso al palacio y la portada de la
capilla presentan arcos de medio punto. Su situación sobresale en el ambiente
rural, aunque la antigüedad de los caminos que rodean la finca, los viejos
puentes de piedra y la presencia de sendos molinos en las cercanías, dan idea
de una zona con gran movimiento humano en épocas antiguas; hoy aún destaca la
fértil vega de Pra dedicada a pastos y prados de siega. Parece ser que a
finales del siglo XVIII y principios del XIX algunas de sus dependencias
estuvieron ocupadas en la fabricación de armas: de ahí el nombre de palacio de La Ferrería.
La
salida del palacio es por una portilla de madera a un camino que
pasa junto a un viejo molino y cruza de nuevo el río por otro puente de piedra
con arcadas medievales. Después del puente, comienza una fuerte aunque corta subida
para, tras pasar una nueva portilla para el ganado, llegar al caserío de
Bocarral. Bordeamos este caserío e iniciamos el descenso por una buena pista de
tierra que pronto nos llevará hasta Pra, donde termina, después de unas cuatro
horas y media, esta entretenida caminata.
Aquí
está el viejo Molín de Pra. Este caminante no puede sino evocar cómo en su
familia materna era costumbre venir desde el lugar de La Llonga en La Güeria de Carrocera, San
Martín del Rey Aurelio, a traer la molienda a este Molín de Pra. Con
caballerías venían mis mayores, hay por fortuna alguno para contarlo,
recorriendo viejos caminos y pasando sobre robustos puentes: un motivo más para
proponer esta caminata con inicio y final en Pra, junto al molino de Pra.
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