Hasta el puerto de Zalambral y la central de Pío: agua,
barro, niebla y nieve
El
municipio leonés de Oseja de Sajambre se extiende por la vertiente norte de la
cordillera Cantábrica, su territorio forma parte del Parque Natural de los
Picos de Europa y lo componen, además de la localidad que le da nombre, las de
Ribota, Vierdes, Pío y Soto de Sajambre, adonde se suele acudir para iniciar el
tramo de la Senda
del Arcediano hasta Amieva o la subida al refugio de Vagabaño; pero nosotros
hoy desde Oseja realizaremos esta ruta programada por Jacinto, incansable guía
de La Peñuca.
Salimos
del pueblo por un viejo camino vecinal que, en fuerte descenso, nos lleva hasta
el fondo del valle, y pronto encontramos el cruce con el que viene de
Ribota: estos caminos están marcados como PR-PNPE
43 Pueblos de Sajambre. Por el fondo del valle corre el río Sella que nace
poco más arriba, en la
Fonsella al pie del puerto del Pontón; lo atravesamos por un
puente de hormigón muy cerca de donde recibe las aguas de su primer afluente
importante por la izquierda: el río Zalambral que nos acompañará hasta lo alto
del puerto.
Puente sobre el Sella en el valle de Sajambre (*)
El
camino pasa por el pueblo de Vierdes ante la iglesia de Santa Marina, con una elegante
espadaña para dos campanas, y la fuente de dos caños que data de 1913; continúa
luego su fuerte subida en ocasiones cubierto de agua y barro, y así llegamos a
Pío, que cuenta con 44 habitantes censados en 2011 y hasta no hace muchos años
era conocido por el arte en la confección de madreñas. También este pueblo
tiene su iglesia situada en un altozano que nosotros bordeamos para tomar la
pista que sube hasta la central eléctrica, y que asimismo está señalizada como Ruta de Oseja a La Uña, ya en la otra
vertiente de la cordillera.
Vista de Oseja desde el camino a la central eléctrica (*)
La
pista va ganando altura por la margen derecha del río, cuyas aguas suenan cada
vez más profundas, atravesando el hayedo de la sierra de Concosturas; pero
nosotros la abandonamos para subir por la llamada
Canal de los Chinos hasta la majada de Jian. El ascenso por esta canal,
cuyo topónimo alude al lugar de paso de los ganaderos que subían sus chinos o
terneros a destetar a la majada, presenta sus dificultades, no sólo por la
pendiente sino por lo resbaladizo y, en
su parte alta, por la aparición de la nieve. La canal nos deja en la Collada
del Oso y algo más arriba está la majada de Jian, a 1.420 metros de
altitud. Ya casi cubierta de nieve, presenta un aspecto de abandono con varias
cabañas derruidas; y al lado de las paredes de una de ellas, aun bajo el agua
nieve que arrecia, es el lugar elegido para el descanso y el bocadillo.
La majada de Jian (**)
El descanso y la conversación no pueden ser
muy largos, no sólo por las inclemencias del tiempo sino porque hay que seguir
remontando la sierra de Jian hasta alcanzar el puerto de Zalambral. Ahora la
nieve ya cubre el terreno y dificulta aún más el paso de los caminantes, pero
al fin se llega a lo alto del puerto, a 1.662 metros de
altitud. Si hemos partido de Oseja a 742 metros, descendiendo unos 150 metros hasta el
puente sobre el Sella para desde allí iniciar un incesante ascenso a lo alto
del puerto, contabilizamos un desnivel de casi 1.100 metros que los
caminantes hemos cubierto en lucha con el agua, el barro y la nieve.
Remontando la sierra de Jian (**)
El
puerto Zalambral es amplio y está cubierto de nieve, salvo en aquellos retazos
por donde fluye el agua de los abundantes regueros que formarán el río del
mismo nombre. La niebla no permite una buena visibilidad, pero los caminantes
adivinan a su derecha la Peña Mora (1.848 metros) y a su
izquierda, el pico Pozúa (1.911
metros) que tientan a los aficionados a los más altos
riscos; no es el caso, por supuesto, del modesto caminante que firma este blog
y que bastante tiene con afirmar sus pasos entre la nieve blanda. Él prefiere
imaginar estos campos cubiertos de verde y con los animales pastando en ellos;
pero aún hemos de esperar para ello, para que los ganaderos acudan al puerto
con sus reses, al menos hasta los primeros días de junio.
El puerto del Zalambral (**)
Después
de atravesar el puerto, la senda bordea la ladera del monte y comienza un
descenso por el bosque de hayas y robles; el río acompaña a los caminantes que
han de vadearlo varias veces, hasta que la tubería recoge parte de su caudal para
precipitarlo sobre las turbinas de la central de Pío que ya divisamos al fondo.
Salida del puerto del Zalambral (**)
La
central se encuentra en un rellano del monte entre bosque y prados de diente;
tras la merecida parada aprovechando que cesa la lluvia, se retoma el camino
por la pista de servicio que de nuevo nos lleva a Pío. Desde aquí, la opción más
lógica y cómoda es salir del pueblo por la carretera local que comunica con la N-625 y en unos pasos más llegar hasta
Oseja para finalizar esta caminata, interesante a pesar de las
adversidades climáticas de este atípico tiempo primaveral.
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