Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

viernes, 2 de diciembre de 2011

EL CAMINO DE SAN SALVADOR

Segunda etapa: de Cascantes a Pola de Gordón


Romero, para ir a Roma,
lo que importa es caminar;
a Roma por todas partes,
por todas partes se va.
Antonio Machado


            No es que a Santiago, como a Roma, se vaya por todas partes, pero son múltiples los caminos que llevan a Compostela; tantos que, acudiendo a la exageración, podríamos decir que no existe pueblo, comarca o provincia por donde no pase uno. El más conocido es el Camino Francés, que pasa por León y entra en Galicia después de atravesar El Bierzo. Por Asturias pasa el Camino del Norte o de la Costa, y  de Oviedo  parte el Camino Primitivo: este, el más antiguo, fue inaugurado por el rey Alfonso II el Casto en  su primera peregrinación al llegar a la corte la noticia de los acontecimientos ocurridos en Compostela. También  hay los caminos Sanabrés, de la Lana, Manchego, de Invierno... y hasta existe un Camino Inglés que acerca a los peregrinos en barco a las costas gallegas. En el grupo La Peñuca, José Montero, buen montañero y buen conocedor de las tierras del norte de León, es un experto guía del Camino, pues no en vano ha realizado varias veces el francés, el del norte y, claro está, este Camino de San Salvador que hoy nos ocupa.
            Entre los senderos que por el mundo conducen a Santiago, el Camino de San Salvador es un apéndice del francés. En la Edad Media eran muchos los peregrinos que en León se desviaban hacia el norte para visitar la basílica de San Salvador en Oviedo, cumpliendo con el precepto que así lo pedía: El peregrino que va a Santiago y no pasa por El Salvador, visita al criado y se olvida del Señor. Esto significaba un esfuerzo considerable, al tener que atravesar la cordillera Cantábrica para ya en Oviedo seguir por un Camino Primitivo lleno de difícultades y peligros. (1)

Una buena señalización acompaña al peregrino 

            Iniciamos nosotros esta etapa del Camino en el pueblo de Cascantes por una senda que atraviesa el bosque y luego campos de labor, desde donde ya se divisa al fondo la central térmica de La Robla. La senda bordea la central dejándola a la derecha del caminante que, por entre campos y obras de la línea férrea de alta velocidad, se acerca a La Robla. Aquí recogemos unas palabras de Jovellanos, ahora que se le recuerda en el segundo centenario de su muerte; en ellas expresa sus impresiones después de un viaje entre León y Asturias:

Un estrecho y fresco valle que el río Bernesga atraviesa y fertiliza corriendo de norte a sur; un montezuelo que le ciñe y estrecha por el poniente, cubierto de altos y frondosos bosques; (…) algunas fuentes y arroyuelos, cuyas cristalinas aguas corren y serpentean por todos lados hasta perderse en el río; y sobre todo cierta frescura y fragancia, (…) hieren de tal manera los sentidos del caminante (…).
(…)
Pero cuanto agradan las inmediaciones de La Robla, desagrada y fatiga la mansión que se hace en él. No es fácil expresar a usted cuán mala, cuán sucia y cuán incómoda es la posada. (2)

Como en cualquier ciudad industrial, es difícil encontrar motivos que hoy justifiquen esta bucólica descripción de “las inmediaciones de La Robla”. Tiene, no obstante, buen atractivo el caminar por estas tierras del alto Bernesga que han sido declaradas por la UNESCO en el año 2005 Reserva de la Biosfera; y si el peregrino busca posada, sin duda la encontrará hoy en La Robla mucho más agradable y cómoda que la de Jovellanos a finales del siglo XVIII.

La central térmica de La Robla
 
Callejeamos por el centro de la ciudad, siempre siguiendo los indicadores que marcan el Camino, atravesamos la plaza de La Constitución, pasamos ante la Consistorial y salimos hacia el norte por una pista en la margen izquierda del río Bernesga. A la salida está el Albergue de Peregrinos: un remozado edificio de piedra, en un entorno recreativo y bien cuidado, que sin duda haría las delicias de nuestro sabio ilustrado. También desde allí es posible divisar en la distancia el Cueto San Mateo, una de las mayores alturas de esta comarca. Poco más allá, el acueducto del Encañao cruza por encima del río y de la pista: es una construcción única en su estilo en la provincia de León que sorprendió de forma grata a Jovellanos, se nos explica en una placa adherida a la piedra.

El acueducto del Encañao

La pista discurre paralela al río, atravesando los pueblos de Puente de Alba y Peredilla estirados a lo largo de la carretera; al salir de este último, un túnel cruza por debajo de la CN-630 y se acerca al Ferrocarril del Norte, junto al que caminamos hasta llegar a la ermita del Buen Suceso. Esta ermita, que fue construida en 1766 y reformada en 1834, tiene planta de cruz latina con una llamativa cabecera cuadrada y una airosa espadaña de cuatro huecos; está situada en un área de descanso, donde también hay un edificio de piedra  levantado sobre el solar de un antiguo hospital de peregrinos. Es el lugar adecuado para el descanso, el bocadillo, la charla y las fotos.

Ermita de la Virgen del Buen Suceso

Al reanudar la marcha, el camino se aleja de la carretera nacional y del ferrocarril, atraviesa el pueblo de Nocedo de Gordón y se vuelve más agreste. Trepa por algún montículo y, desde lo alto, ya se divisa La Pola de Gordón, villa que en la Edad Media fue cabecera de las tierras que riega el Bernesga, con una importante economía ganadera y famosa por los pagos de portazgo, tal como nos refiere de nuevo Jovellanos:

En esta villa, capital de su concejo, se paga un fuerte portazgo al conde Luna, si no me engaño. Este portazgo es más notable por sus excepciones que por su gravamen. Nada paga el ganado lanar, privilegiado por donde quiera que vaya; nada el de paso y montura. El ganado mular y el de cuerno paga sólo en tiempo de ferias, pero las caballerías de carga pagan doce maravedises con ella y seis de vacío. Vea usted, pues, sobre qué buenos principios está calculado este impuesto. (3)

El río Bernesga, siempre presente a lo largo del Camino por tierras de León

            Nosotros entramos en la villa por el barrio de El Soto, pasamos bajo el ferrocarril y, una vez más, por un puente sobre el río Bernesga, para así llegar al centro de La Pola de Gordón, desde donde se divisa más cerca el Cueto San Mateo; aquí termina esta segunda etapa del Camino de San Salvador que deja al caminante con el apetito abierto para realizar la tercera, que nos llevará hasta el alto de Pajares, en el límite con Asturias.

(1) Concha López Narváez: Endrina y el secreto del peregrino. Espasa-Calpe, 1987. (Interesante novela sobre el Camino)
(2) Gaspar Melchor de Jovellanos: Cartas del viaje de Asturias (Cartas a Ponz). Edic. KRK, 2003
(3) Jovellanos: Cartas...

Las fotos son de Juan Lobelle


                          (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó el sábado, 26 de noviembre esta 2ª etapa del Camino de San Salvador y tiene previsto realizar la 3ª el 14 de abril de 2012)
 

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