Desde el puerto de Panderruedas por la
collada Sotres y el collado Cebolleda, la horcada y las vegas del Cable, hasta
Caldevilla, Soto y Posada de Valdeón
En la Montaña Oriental de León, con
su territorio incluido dentro del Parque Nacional de Picos de Europa se
encuentra Valdeón; el antiguo valle de Eone dividido en la Edad Media en tres
concejos, Caín (solariego), Santa Marina (señorial) y Posada (de realengo),
hasta que se transformaron a partir del siglo XIX en un único municipio con el
Ayuntamiento en Posada de Valdeón. Limita Valdeón al sur con las Tierras de la
Reina y Burón; al norte está Asturias y todas las aguas de este valle vierten
hacia el Cantábrico. Múltiples arroyos y regueros, cada uno con su nombre y
lugar de nacimiento en los puertos y en la sierra de Cebolleda, confluyen en
las proximidades de Caldevilla, Soto y Posada de Valdeón, conformando así el
río Cares que, ya se sabe, se va hacia Caín, Poncebos, ya en Asturias... y más
allá.
"Valdeón o el esplendor en las flores", la foto de Ana Fabián
El puerto de Pandetrave es la vía de
acceso a Valdeón desde las Tierras de la Reina, y allí estuvimos hace unos
meses para realizar otra caminata (Por tierras de Valdeón, 1 de noviembre de
2014). Hoy subimos al de Panderruedas, la otra vía de acceso, desde el término
de Burón, para realizar en el grupo La Peñuca esta caminata coordinada con buen
tiento por Santiago Juez.
En el alto del puerto de
Panderruedas, en la LE-244 a 1 464 metros de altitud, iniciamos el camino por
una pista señalizada como PR-PNPE 11 Ruta Panderruedas-Posada de Valdeón, que
pronto abandonamos para ascender por un cortafuegos ya dentro de un frondoso hayedo.
A nuestra izquierda corren las aguas de la riega Brañueca, una de tantas que,
como queda dicho, confluyen para formar el Cares.
Cuando el sol calienta, resulta agradable caminar por el bosque
El camino se convierte después en
senda que sigue ascendiendo, y así llegamos al Pozaperro a 1 597 metros de
altitud, un pequeño collado en un claro del bosque que nos ofrece un
sorprendente balcón hacia Picos: frente a nosotros los dos macizos, Occidental
y Central, y entre ellos el profundo corte de la Garganta del Cares; una espectacular
pantalla que por lo demás nos acompañará a lo largo de casi toda la caminata.
Atrás queda el bosque, y la senda
por entre monte bajo se empina cada vez más. A nuestra derecha el panorama nos muestra
cumbres de la Cordillera más allá de los puertos del Pontón y del Zalambral; ya
sobre las tierras de Ponga destacan Peña Ten y Pileñes. Alguien recuerda,
entonces, la copla:
Ten y Pileñes,
buen par de peñes;
Ten pa les cabres,
pa les oveyes,
Mucho más cerca, a nuestra izquierda
queda el valle de Frañana con hermosas praderías y majadas; allí nace el arroyo
que en muchos mapas recibe ya el nombre de río Cares: estamos pues ante una de
sus fuentes, tal vez la situada a mayor altura. Poco más arriba, llegamos a la
collada Sotres a 1 747 metros de altitud, un paso entre Frañana de Valdeón y
las tierras de Burón. Nace al pie de esta collada el arroyo de la Iglesia que
desciende hasta las proximidades del pueblo de Retuerto y desde allí, ya con el
nombre de río Tuerto, hasta Vegacorneja para perderse en el embalse de Riaño.
Tenemos ahora el camino por la
crestería en la divisoria entre ambas cuencas: Cares, al norte y Esla-Duero, al
sur. Sin serlo mucho, es el tramo más difícil y complicado: sobre la piedra
desnuda, con la ayuda de las manos, por la arista o bordeando la ladera que cae
al sur, lo que nos permite apreciar en los pastizales más altos restos de
algunas lagunas secas y más a lo lejos pueblos de estas tierras de Burón, como
Casasuertes y Cuénabres.
Hermoso valle de Frañana, desde la collada Sotres
Estamos en plena sierra de Cebolleda,
y llegamos a un falso collado a 1 992 metros de altitud sobre el que se levanta
el pico que lleva el mismo nombre de la sierra. Nuestro deseo no es alcanzar su
cumbre sino bordearlo dejándolo a la derecha, para lo cual perdemos
considerable altura (hasta los 1 929 metros) por entre fácil monte bajo que nos
aparta del complicado pedregal y nos permite alcanzar la buena senda que sube
de Frañana; así ascendemos hasta el collado Cebolleda y más arriba al pico
Gildar con sus 2 078 metros de altitud, la cumbre de la jornada.
Por la crestería hacia el collado Cebolleda y el pico Gildar
La cumbre del Gildar en la divisoria
entre las tierras de Valdeón y Burón es el adecuado lugar para el descanso, la
comida y la conversación; además de la inevitable pantalla con los dos macizos
de Picos, desde aquí disfrutamos de una estupenda panorámica de Valdeón con el
fondo del valle y la casi totalidad del camino que recorreremos para llegar allá.
Por si fuera poco, frente a nosotros, hacia el este, se levantan cumbres de la
montaña palentina desde el pico Coriscao hasta el Espigüete
El descenso del Gildar merece cierta
precaución por algunos pasos incómodos entre piedra suelta, pero pronto la
dejamos atrás al cubrirse la ladera de monte bajo, y así llegamos a la horcada
del Cable (1 788 metros), el paso hacia los Puertos del Cable donde nos llama
la atención la fuente de la Salud (1 732
metros). Estamos ante otra de las fuentes del Cares pues aquí surge el arroyo
del Cable, que después de recorrer el valle que lleva su nombre confluye con el
de Frañana, como veremos más adelante.
Del pico Gildar hacia la horcada del Cable
El descenso por este largo valle del
Cable tiene algunos momentos espectaculares: la bonita laguna donde abreva el
ganado; varios pasos sobre el propio arroyo, que va aumentando su caudal y sorprendiéndonos
con alguna interesante cascada; el chozo en la ladera, adonde llega una pista
ganadera por la que nosotros atravesamos las vegas donde pasta abundante ganado
caballar; y al fin la entrada en Monte Redondo, el segundo hayedo de la
jornada. Si agradable fue caminar a la sombra del hayedo cuando calentaba el
sol de la mañana, no lo es menos ahora al caer la tarde.
El chozo, refugio de ganaderos, en el valle del Cable
En la sombra del bosque nos
encontramos con la pista del citado PR desde Panderruedas a Posada; caminamos
por ella sólo unos metros, para abandonarla y seguir descendiendo por un viejo camino
hasta llegar a la LE-244. Cruzamos la carretera, y por el viejo camino entre
bosque y praderías nos acercamos a Caldevilla. Recorremos el pueblo por entre
su cuidado caserío y su buen conjunto de hórreos, y a la salida por un puente cruzamos
el río que ya muestra orgulloso su nombre: el Cares. Unos metros más arriba se
unieron las aguas de los valles de Frañana y del Cable y aquí mismo, por la
derecha, llegan las del arroyo de Arriba que viene del valle de Perijones y,
por la izquierda, las del Argolla.
La entrada a Caldevilla y al fondo el panorama de Picos
A la salida del puente sobre el
Cares vemos las señales del PR-PNPE 12 Ruta Vega de Llos, que sube por el valle
de Argolla hasta el collado Bustiello y la Vega de Llos; como el PR viene desde
Posada, por él seguimos nuestro camino siempre en la margen izquierda del Cares.
Pasamos en Soto de Valdeón ante un campamento juvenil, la iglesia parroquial
que lo es de los dos pueblos, Soto y Caldevilla, y la ermita de la Virgen
Blanca. Luego el camino bordea un área recreativa y, tras cruzar de nuevo sobre
el Cares, finalizamos la caminata en Posada de Valdeón a 939 metros de altitud.
Y lo hacemos después de recorrer dos
de los bosques de hayas que ofrece Valdeón, tal vez los mejor conservados
dentro del Parque Nacional, de crestear en el borde meridional del Parque sobre
las tierras de Burón, y de asomarnos al nacimiento del Cares entre Frañana y el
Cable para verlo luego correr, ya en el fondo de su valle.
Bonita cascada en el arroyo del Cable, uno de los orígenes del Cares
Las fotos, excepto la reseñada, son de Juan Lobelle
(El
grupo de montaña La Peñuca
de Gijón realizó esta ruta el sábado, 25 de julio de 2015)
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