Por el Puerto de Marabio, el Paisaje
Protegido del Pico Caldoveiro, el Puerto de Bandujo y el Camino de La Molina
El
Puerto de Marabio en el término municipal de Teverga, parroquia de Santianes,
límite con el concejo de Yernes y Tameza es una extensión de pastizales de las
más importantes de Asturias; fue declarado por la administración autónoma
Monumento Natural debido a su valor cárstico, uno de los más relevantes del
Principado. Una carretera que parte de la AS-228 después de pasar el pueblo de Entrago
atraviesa el puerto para enlazar en Villabre, capital municipal de Yernes y Tameza,
con la AS-311
que sale a Grao. La invitación al grupo La Peñuca de José Arnillas, un asiduo patrón de
fotos que ilustran los artículos de este blog, nos subió a Marabio para iniciar
una caminata que él preparó sin perder ningún punto.
Así,
iniciamos la marcha poco más arriba del lugar conocido como Casaompablo (Casa
de Don Pablo) a 988
metros de altitud, con una buena vista de la amplitud
del puerto hasta el collado límite con Yernes y Tameza. Hay allí un indicador
del GR 101-1 Camino de Cueiro a Villanueva de Santo Adriano, un apéndice del GR
101 Camino Real de La Mesa;
la antigua calzada romana que, desde los tiempos del emperador Augusto, unía a
través del puerto de La Mesa
la meseta castellana con la villa de Gijón.
El Puerto de Marabio: al fondo, el collado límite entre municipios (*)
Por
buen camino, senda, praderías y abundantes matas de carrascos, vamos ganando
altura y dejando a nuestra espalda una bonita panorámica del perfil de la
cordillera: Peña Rueda, el macizo de las Ubiñas y más a la derecha, en Somiedo,
el Cornón. Así hasta ganar la cota de los 1 228 metros en el
límite entre los dos concejos vecinos. Frente a nosotros se presenta el pico
Caldoveiro, ya en terrenos de Yernes y Tameza; debemos, entonces, perder algo
de altura para acercarnos a la ladera y ascender con facilidad a su cumbre (1 354 metros), con
vértice geodésico y buzón montañero en una cruz de hierro. Contemplamos desde
allí los pueblos de Yernes y Tameza, con Villabre en la base misma de este pico
que ha dado nombre a lo que se conoce como Paisaje Protegido del Pico Caldoveiro,
amplia superficie que se extiende en los concejos por donde estamos caminando.
Hacia el pico Caldoveiro (**)
Descendemos
por la ladera hasta la vaguada de Tambaisna (1 185 metros), depresión
de origen cárstico donde se encuentra la laguna del mismo nombre. Desde allí
subimos al collado de Santiago (1 241 metros) en el límite entre Teverga,
Yernes y Tameza y Proaza: el paso más alto del antiguo camino de estas tierras
teverganas hacia la capital de Asturias; no vemos, sin embargo, restos del
albergue de caminantes ni de la ermita de Santiago que en otro tiempo jalonaron
este paso.
El lago Tambaisna desde la ladera del Caldoveiro (**)
Caminamos
ahora en la linde entre Tameza y Proaza hasta la amplia y hermosa vega de La Barrera (1 104 metros), donde
hay cinco lagunas cercadas con vallado de madera y plantaciones de abedules, y
con paso a las dos mayores para servir de abrevadero. A partir de aquí nos
adentramos en el término de Proaza por brañas y praderías donde encontramos un
indicador del GR 109 Asturias Interior, etapa 16 entre Villanueva de Santo
Adriano y Villamayor en Teverga. Estamos en el Puerto de Bandujo y al llegar a
la campa de San Bartuelu (1
003 metros) pasamos por una portilla en la valla de
separación de pastos; hasta aquí llega una buena pista de exclusivo uso
ganadero que une el puerto con el pueblo de Bandujo.
La vega y los lagos de La Barrera (*)
Nosotros,
tratando de evitar la pista que se ofrece pesada curva tras de curva, tomamos
la senda que por la ladera va hacia las cabañas de La Cochada, con interesantes
construcciones en ruinas junto a otras reformadas recientemente. A nuestra
izquierda contemplamos el valle del río Murias que baja a desembocar al Trubia
en la villa de Proaza, parte de cuya zona urbana vemos al fondo; y también, la
aldea de Serande en la otra ladera del valle del Trubia, la que sube a Pedroveya.
Después
de la parada aprovechando un pequeño collado para la comida, el descanso y la
conversación, entramos en una caleya empedrada, y a partir de aquí todo será
descenso hacia la aldea de Bandujo; un camino con evidentes síntomas de
abandono, pero que fue, hasta el trazado de la pista antes citada, el acceso al
puerto para ganados y ganaderos.
Las cabañas de La Cochada, ejemplo de arquitectura tradicional (*)
Alto
obligado en el camino, también para la labor de los fotógrafos, es Bandujo (660 metros), aldea
típica asturiana con considerable interés arquitectónico popular: la bien
conservada torre de Tuñón, de planta circular con tres pisos y escudo con los
blasones de los Tuñón, los Bandujo y los Miranda; a su lado, un palacio también
con torre cuadrada que fue propiedad de los Álvarez de Bandujo; y cerca de
ambos, la iglesia parroquial de Santa María modelo románico popular, la
construcción religiosa más antigua del concejo, que consta en un documento de
912 como donación de Fruela II a la
Catedral de Oviedo.
Entre el caserío de Bandujo, la torre y el palacio (*)
Salimos
de Bandujo, con su caserío distribuido en barrios, por el Camino de La Molina, el camino medieval
que sube a la aldea desde el fondo del valle; es un buen camino arreglado en
2012, según leemos en un cartel a la salida del pueblo, con aportación
económica de fondos europeos. Discurre en un hermoso bosque de castaños por la
margen derecha del arroyo Bandujo, cuyas aguas cantarinas oímos al fondo del
valle; luego, en atrevido zigzag, desciende hasta el nivel del río para pasar a
su margen izquierda por un puente de piedra.
Así, entre puentes y hermosas
cascadas, llegamos a la Senda
del Oso (260 metros)
en un punto entre Caranga y Entrago, donde el arroyo entrega sus aguas al río
Teverga y nosotros podríamos finalizar nuestra caminata; pero es necesario seguir
algunos metros por la Senda
del Oso, en esta hermosa tarde de un sábado primaveral frecuentada por
caminantes y ciclistas, para cruzar el río Teverga por un puente de hormigón y
salir a la AS-228
a la altura del kilómetro 21, donde en el necesario aparcamiento nos espera el
autobús. Aquí, sí es el definitivo final de esta hermosa caminata por monumento
natural, paisaje protegido, aldea tradicional, camino medieval… ¿Qué más se
puede pedir para andar el camino?
Castaños en el Camino de La Molina (**)
(El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó
esta ruta el sábado, 17 de mayo de 2014)
(*) Fotos de José Arnillas
(**) Fotos de Juan Lobelle
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