Desde Santianes, por la sierra de Cuana,
los collados Escapa y Tresjuncalar y la
Vega de Llames, hasta Nueva de Llanes
Por
las montañas que ocupan la linde de estos tres términos municipales del oriente
de Asturias se extienden una serie de vegas, puertos y collados a los que
accede el ganado desde los lugares de invierno en busca de los mejores pastos;
también destacan algunas cumbres -el Mofrechu, la más renombrada- a las que
suben con frecuencia los montañeros atraídos por las hermosas vistas, si la niebla
lo permite, tanto sobre los últimos tramos del Sella, su ría y su
desembocadura, como hacia los valles interiores y hasta los Picos de Europa.
Así,
nosotros quisimos realizar esta caminata en una primera parte por los cordales
que separan municipios y parroquias, para finalizar en el término de Llanes con
un larguísimo recorrido por la cuenca del río Nueva: tal fue la propuesta para
el grupo La Peñuca
de José Manuel Nieto, ligero caminante y buen conocedor de esta zona donde
tiene sus orígenes.
La desembocadura del Sella desde algún lugar de la ruta (*)
Iniciamos
el camino en Santianes del Agua, en su coqueta plaza central dedicada
a Enriqueta González Rubín (1832-1881), escritora local a quien la Academia de la Llingua recordó en la Selmana de les Lletres
Asturianes del año 2009. De aquí también arranca la Ruta Literaria, confeccionada en
honor de la autora del relato “Una excursión a la montaña” publicado en el
diario “El Faro Asturiano” en junio de 1866.
Nosotros
no seguimos esta pequeña ruta, sino que desde el centro mismo de Santianes
iniciamos el ascenso en busca del Monte La Cerezal. Como
Santianes se encuentra a sólo 20
metros sobre el nivel del mar la subida es
considerable, primero por pista ganadera y luego por la senda que trepa en el
bosque hasta llegar a la cresta y ganar la cumbre del Cantu Arriondu a 791 metros de altitud.
Desde este alto entre los términos de Ribadesella y Cangas, seguimos en ligero
descenso por la cresta de la
Sierra de Escapa, bastante deteriorada por recientes
incendios, y llegamos al collado Escapa (656 metros) donde vemos
al sur el valle de Cuana con sus puertos y majadas. Nuestros pasos siguen ahora
por la ladera que se interna en el concejo de Cangas, divisando a lo lejos la
pista que desde la AS-340
sube a Santianes de Ola en la parroquia de Zardón y la aldea de San Tirso en la
de Margolles, y llegamos al Puerto de Arriba de Cuana (786 metros), también conocido como Las Chozas de Cuana.
Por el Monte La Cerezal (**)
El Puerto Alto o Las Chozas de Cuana (*)
Es
este un lugar con varias cabañas y
prados cercados de piedra adecuado para realizar el ascenso al pico
Mofrecho que nosotros sólo pudimos adivinar entre la niebla mientras
seguíamos por la crestería, ahora ya entre Ribadesella y Llanes; dejamos a la
derecha, también entre la niebla, el pico Juayadongu y en el collado
Tresjuncalar (816 metros)
encontramos agradable refugio para el descanso, la comida y la conversación.
En el collado Tresjuncalar (**)
Al
reanudar el camino con un corto descenso algo complicado entre árgomas y
brezos, desde el collado La
Tabla (717
metros) divisamos el valle y el caserío de Peme adonde
se sube por una empinada carretera desde Santianes del Agua. Seguimos el descenso
y pronto llegamos a la amplia Vega de Llames, situada entre los dos concejos;
es el sitio del nacimiento de dos ríos: en su vertiente occidental nace el río
Llovio, que tras recorrer la cueva de Tinganón desemboca en el Sella en
el lugar que le da el nombre; hacia la vertiente oriental corre el río Nueva a
desembocar en la playa de Cuevas del Mar.
Vega de Llames y al fondo la Sierra de Cueva Negra (**)
También
aquí se inicia la Sierra
de la Cueva Negra
que tiene como cumbres señeras el Alto de la Cueva y el pico Bacia. Internándonos ya de forma
definitiva en el municipio de Llanes, recorremos las hermosos praderías sobre
las que se levanta esta sierra también conocida como Peña Las Pandas; cuenta
con varias cavidades, como la misma Cueva Negra bajo el collado de Fontanina y
la de Lledales donde está el conjunto geológico de La Escama.
Al
final del recorrido por las praderías, alcanzamos la pista forestal que en
fuerte descenso nos deja en el lugar de El Barracón (230 metros), al lado del
río Nueva. Una amplia pista sigue su cauce en un frondoso bosque de pinos y
eucaliptos donde se pueden encontrar restos de antiguos molinos; es también un
paraje de interés cinegético (corzo, jabalí, arcea…) y abundante fauna: aves,
mamíferos, reptiles, anfibios…
Bosque por donde corre el río Nueva (**)
En
este largo recorrido viendo como el río aumenta su caudal por los múltiples
regueros que recibe, hasta cinco veces hay que vadearlo a pie enjuto, para
tras pasar junto al pequeño y bonito puente medieval de Vallina, donde también
hubo un molino, llegar a la AS-340
casi a la entrada de Nueva de Llanes: final de una caminata a la que se podrá
calificar de muchas maneras, pero nunca de aburrida.
El río Sella y Santianes del Agua desde las primeras rampas del camino (*)
(*) Fotos de José Arnillas
(**) Fotos de Juan Lobelle
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