Entre Peñamellera Alta y Cabrales: desde
Alles hasta Carreña por Rozagás y Arangas
El
pasado mes de octubre realizamos la primera etapa de este GR titulado Asturias
Interior: un recorrido entre Panes y Alles a la sombra de la Pica de Peñamellera. Hoy, la
propuesta de Pepe Mieres para el grupo La Peñuca nos trae a la etapa dos a través del Valle
Alto de Peñamellera, siempre a la vista de las estribaciones meridionales de la
sierra de Cuera, para entrar en el concejo de Cabrales y terminar en Carreña,
su villa municipal.
Para
iniciar el camino en Alles hay que subir al barrio alto, donde está el
indicador de esta etapa que comienza por un sendero atravesando un bosque de
castaños, y a la salida de éste, continúa por una senda que zigzaguea en la
ladera. Es bonito el descenso por entre monte bajo con la vista al fondo del
valle por donde corre el río Jana.
La Pica de Peñamellera, desde Alles
La
primera parte de nuestro recorrido se verá acompañado por este río que nace en
la parroquia de Rozagás, en el Cuera, más arriba del Sellón del Aspla donde se
le conoce como la riega los Pastores, y recorre la Alta Peñamellera de oeste a
este para desembocar en el Cares en el Pontón de Trescares; nuestro descenso
termina donde el río Sedu desemboca en el Jana, junto al caserío de Casa Segunda
y en la carretera que desde Trescares sube a Ruenes.
Por
esta carretera caminamos algo más de un kilómetro, siempre en la margen
izquierda del río Jana y a la vista, en la otra margen, del monte que recibe el
mismo nombre del río y que cierra su valle por el sur. Por varios puentes, la
carretera salva los ríos que desde el Cuera alimentan al Jana por su izquierda;
el primero es el Santa María que señala el límite entre las parroquias de Alles
y Ruenes, por la que seguimos caminando; luego, viene el río Rumor junto a un
caserío que lleva el nombre de Jana y donde la carretera se empina para subir a
Ruenes.
Primer descenso en busca del río Jana
Abandonamos
entonces la carretera y seguimos por una pista entre bosque y praderías; tras
cruzar un nuevo arroyo, el Rubejo, entramos en la parroquia de Rozagás y
pasamos por Corgandi junto a una gran finca de manzanos. La pista se convierte
en una senda que por bosque de castaños, y pasando junto a varias cuadras en
ruinas, asciende hasta el pueblo de Rozagás a 321 metros de altitud,
única localidad de su parroquia, la más occidental de Peñamellera Alta.
El pueblo de Rozagás desde la AS-345
La AS-345 que une Arenas con
Niserias pasa por Alles, Ruenes, Rozagás y Arangas; por esta carretera
recorreremos unos cuatro kilómetros y medio entre los dos últimos pueblos. Este
recorrido por carretera puede parecer pesado o aburrido, pero resulta en cambio
muy agradable y entretenido si nos fijamos, a nuestra derecha, en las hermosas
praderías que se extienden por las estribaciones del Cuera y, a nuestra
izquierda, en las amplias majadas del Pando, todas ellas ocupadas por vacas y
ovejas que aprovechan sus ricos pastos; más allá, también a nuestra izquierda,
la sierra de Juanrobre cubierta de bosque prolonga hacia Cabrales el monte Jana
que dejamos atrás.
El Cuera y el Valle Alto de Peñamellera
Al
cruzar la carretera sobre el reguero Lavadorio, que ya vierte hacia occidente
para conformar junto a otros el río Ribeles, afluente en Arenas del
Casaño, abandonamos el concejo de Peñamellera Alta, las tierras que riega el
Jana, y caminamos por Cabrales, por la parroquia de Arenas a la que pertenece
el pueblo de Arangas.
Antes
de llegar al pueblo, la carretera asciende al collado Huerdo (410 metros) y sus
invernales: magnífica atalaya, si volvemos la vista atrás y contemplamos todo
lo que hemos recorrido por el Valle Alto de Peñamellera. Hay también en este
collado un panel informativo sobre la explotación minera que en otro tiempo se
realizó en la falda del Cuera, y así se nos antoja un buen lugar para el
momento de la comida, el descanso y la conversación.
Collado Huerdo y sus invernales, buen lugar para el descanso
Luego,
en un corto descenso llegamos a Arangas, donde la AS-345 bordea el pueblo y
por el valle del río Ribeles desciende hasta Arenas. Pasamos ante la casa de
Navariegu de estilo renacentista con el año 1669 grabado en el dintel de la
puerta y en la fachada, los escudos de Mier y de Cosío; abandonamos pueblo y
carretera, y por una empinada pista de “exclusivo uso ganadero” llegamos a la
braña de Pandellamas. Después de un leve descenso para cruzar por sendos
puentes de madera el río Ridón, otro afluente del Casaño, por una senda en el
bosque, donde observamos algunas encinas, ascendemos a las praderías; las bordeamos
en lo que nos parece el tramo más difícil y peor señalizado de la etapa, que
nos obliga incluso a saltar algunos cercados de madera y alambre, y llegamos al
collado de Pandejana, ya en la parroquia de Carreña a la que pertenecen sus
invernales.
El río Ridón y el ascenso hacia Pandejana
En
el alto de este collado, sorprende a los caminantes la espléndida vista del
Urriellu, que nos acompañará en lo que será ya el definitivo descenso hacia el
fin de la etapa. Por buen camino nos acercamos al arroyo Forcao, pasamos ante
varias casas deshabitadas, en alguna de las cuales se aprovecha el corredor para
asiento de las colmenas, y llegamos a los invernales del Llanu Molín; aquí
nuestro camino se cruza con la etapa tres del GR, que desde Carreña se va hacia
el concejo de Onís para terminar en Benia.
El Llanu Molín: indicadores del cruce de etapas del GR
Nosotros
finalizamos esta etapa dos por la buena pista que sigue al arroyo La Ría, pasando por Fuente de las
Llamas: un área recreativa en estado bastante descuidado junto a varias cabañas
y una nave ganadera.
Entramos en Carreña por el barrio alto que ocupa el estrecho valle del La Ría con sus puentes de piedra; pasamos entre la iglesia parroquial de San Andrés, situada en un altozano, y la ermita de la Salud; y por delante del ayuntamiento llegamos a la orilla del río Casaño, afluente del Cares, donde finaliza esta etapa que nos permitió contemplar los hermosos parajes del Cuera y hasta el Macizo Central de los Picos.
Entramos en Carreña por el barrio alto que ocupa el estrecho valle del La Ría con sus puentes de piedra; pasamos entre la iglesia parroquial de San Andrés, situada en un altozano, y la ermita de la Salud; y por delante del ayuntamiento llegamos a la orilla del río Casaño, afluente del Cares, donde finaliza esta etapa que nos permitió contemplar los hermosos parajes del Cuera y hasta el Macizo Central de los Picos.
(El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 22 de febrero de 2014)
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