Ida y vuelta desde Orlé por Conforcos,
valle la Capiella,
collado Gallegos y Brañadales
La
parroquia de Orlé, una de las diez que componen el concejo de Caso, fue hasta
la segunda década del siglo XIX coto con Ayuntamiento propio; desde 1986 es
también parroquia rural, organización diferente de la eclesiástica, con
capacidad de elegir su órgano de gobierno, formado por un presidente y sus
vocales, en las elecciones municipales. Al pueblo de Orlé, más en concreto a
Nozaleda, su barrio bajo, fuimos citados en el grupo La Peñuca por Paniceres para
realizar una caminata por brañas, valles y collados de esta parroquia que él
tan bien conoce, no en vano tiene aquí sus raíces familiares, y también de la
vecina de Sobrecastiello; todo ello territorio de este Parque Natural de Redes
siempre tan atractivo para el caminante.
La
caminata se inicia en Nozaleda, a 660 metros de altitud, por un camino de carro
que va remontando el río Orlé, afluente del Nalón y uno de los ríos importantes
del concejo de Caso, que nos acompañará durante la primera parte del recorrido.
Llama la atención de los caminantes, además del viejo y excelente empedrado de
la empinada caleya, el frondoso hayedo que nos ofrece agradable sombra en este
caluroso día de verano; hasta tres puentes de piedra nos permiten cruzar de una
a otra margen del río: el primero es el de Pomerada y el último el de
Vallumasaltu, ya a 920
metros de altitud.
Uno de los puentes sobre el río Orlé
A partir de
aquí salimos del bosque para recorrer la Cuesta del Acebal, zona de pastos con algunas
cabañas, hasta llegar a la majada de Conforcos (1 080 metros), donde
es obligada una primera parada; hay aquí, entre arbolado y pradería, un refugio
de cazadores que llaman “El Chalé”. En Conforcos se unen dos de los ríos que
conforman el Orlé: de nuestra izquierda viene la riega Melordaña por la foz del
mismo nombre y de la derecha, el reguero la Capiella.
La majada de Conforcos y el Chalé
Nosotros
seguiremos por el valle la
Capiella, atravesando la amplia vega de Busterosu que deja a
la izquierda el pico La
Carasca, para llegar al collado Capiella (1 439 metros); frente
a nosotros se asoma una de las cumbres señeras de Redes, el Tiatordos, pero más
cerca está la mayor altura de esta caminata: el pico la Senda. Alcanzar sus 1 705 metros de
altitud no exige más que paciencia y constancia para salvar el desnivel por la
cresta sin ninguna otra dificultad.
El collado y el valle la Capiella
Desde la
cumbre tenemos casi al alcance de la mano todo el Cordal de Ponga con el
Tiatordos, el Maciédome y el hayedo de Pandellanza; más allá, ya en Ponga, el
Colláu Zorro por detrás del que se asoman algunas cumbres nevadas de Los Picos;
a nuestros pies, Bezanes y gran parte de su parroquia de Sobrecastiello;
también la pista que sube a Brañagallones y cumbres como la Peña el Viento, la Rapaína, el Cantu el Oso… En
fin, una magnifica atalaya para contemplar el Parque de Redes.
El pico la Senda desde el collado Capiella
El descenso
desde el pico La Senda
es fácil y agradable, por un sendero que recorre la ladera cubierta de retamas
en flor, hasta llegar a la braña les Cuerries ( 1 367 metros) con
varias cabañas en abandono. Luego bordeamos la majada y el collado Llagos, hasta
encontrar el lugar adecuado para el descanso, la comida y la conversación: el
Cotu la Braña (1 300 metros), zona de
pastos, con arbolado y algunas cabañas.
Al reanudar la
marcha, encontramos uno de los pasos más interesantes de la caminata: la senda
que asciende por la ladera hasta el collado Gallegos (1 365 metros), con la panorámica
en el fondo del valle de los pueblos de Soto y Belerda, desde donde el
ganado accede a los pastos de estos lugares. Sobre el collado Gallegos se
muestra el pico Requexón de Valdunes (1 562 metros), tan
tentador que cuatro no pueden sustraerse al estímulo de alcanzar su cumbre;
tras la breve parada en el collado, iniciamos lo que ya será todo descenso
hacia el final del camino.
Descenso del pico la Senda entre retamas en flor
Un sendero cubierto
de hoja desciende por un bosque de hayas hasta encontrar el arroyo Vallinamenor,
otro de los que forman el río Orlé: estamos en el valle de Brañadales, donde el
camino va bordeando prados cercados de piedra y alambrada. En un momento
determinado abandonamos el camino para saltar al prado en busca de una fuente;
decisión que sólo puede venir de quien conoce bien el terreno para encontrar el
manantial escondido en la parte baja del prado: es el caso de Pani que,
mientras nos abastecemos de agua fresca, cuenta cómo en sus años mozos, y de
eso no hace tanto tiempo, acudía en comandita a la siega de este vasto prado
donde está la fuente de Brañadales. Es el lugar adecuado para esperar a los
cuatro del Requexón que también agradecen su encuentro con el agua.
El hayedo cubre de hoja el camino
Reunidos
todos, del prado se sale por la correspondiente portilla, y por un camino
empedrado nos vamos acercando al fondo del valle. Mientras, el camino se
convierte en pista de tierra que permite el acceso rodado a cabañas y alguna
nave de ganado.
Así llegamos a
la vera del río Orlé, que cruza la
AS-254 bajo un puente de piedra; pasamos el puente y ya
estamos de nuevo en Nozaleda, el barrio bajo del pueblo de Orlé, cuyo
escalonado caserío en la parte alta, conocido como Cima la Villa, se extiende por la
margen derecha del río, que corre a entregar sus aguas al Nalón en el cercano
embalse de Tanes. En Orlé, finaliza pues esta caminata circular que nos ha traído
otra vez al Parque Natural de Redes que en cualquier época del año muestra sus
encantos al caminante.
Panorámica del caserío de Orlé
Las fotos son de Juan Lobelle
(El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 20 de julio de 2013)
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