Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

viernes, 28 de junio de 2013

ENTRE BABIA Y SOMIEDO



Desde Torre de Babia hasta Valle de Lago, por Las Verdes y la Torre de Peña Chana en busca de las fuentes del Sil; la collada La Paredina y la braña de Murias Chongas

        El municipio de Somiedo, en la zona centro occidental de Asturias, con su accidentada orografía y su marcado carácter montañoso es siempre un aliciente para caminantes y montañeros. En su territorio declarado desde 1988 Parque Natural por su riqueza etnográfica y natural, se enmarcan múltiples excursiones montañeras por valles, brañas y collados, y también bosques de hayas y robles, además de los renombrados lagos. No es el caso de este humilde caminante que apenas había tenido oportunidad de recorrer estas tierras: una travesía de ida y vuelta desde Santa María del Puerto hasta la cumbre del Cornón con el grupo El Granizu de El Entrego, en el ya muy lejano año de 1988, fue la única experiencia.
Son pues para mí las montañas de Somiedo desconocidas, incluso más que la siempre atractiva Babia leonesa; por eso agradecí la propuesta de Carlos de Paz (Serbal) al grupo La Peñuca para realizar esta interesante caminata entre Babia y Somiedo.

Praderías de la parroquia de Valle de Lago, buena muestra de la belleza de Somiedo

            La caminata comienza a 1 290 metros de altitud en el pueblo de Torre de Babia, en el municipio de Cabrillanes de la Babia Alta. Del pueblo, que debe su nombre a una torre medieval, salimos por un camino carretero que asciende de manera continua y moderada; después, el camino se convierte en senda más empinada, remontando el río de Torre por su margen derecha, y se llega a una majada con un chozo de piedra.

Iniciando la caminata. Al fondo, el pico La Cervata

La senda sigue, con la presencia a nuestra derecha del pico La Cervata, hasta el collado que cierra el circo glacial por el que serpentea el arroyo de Las Verdes que alimenta al Torre. En esta cubeta de sedimentación glacial, a 1 710 metros de altitud, se encuentra la laguna Las Verdes, una joya ecológica que debe su nombre a una endémica planta subacuática; sobre la laguna se levanta el pico Montihuero, por cuya ladera entre neveros y peñascos saltan ágiles los rebecos.

El bello emplazamiento de la laguna Las Verdes

            Es necesario detenerse un buen rato en este espléndido paraje, antes de retomar el ascenso hacia la collada Corisco (1 947 metros), donde ya contemplamos una buena panorámica de la cordillera; desde aquí, por el corte de la sierra, alcanzamos sin ninguna dificultad la mayor altura de la jornada: la Torre de Peña Chana a 2 018 metros de altitud.
            Desde esta cumbre la vista se amplía incluso hasta el macizo de las Ubiñas; pero lo más espectacular es el valle que se abre al pie de la peña: por sus amplias praderías, que dentro de unas semanas acogerán rebaños de ovejas de la trashumancia extremeña, corre el río Sil recién salido de sus fuentes en la falda de Penaorniz que vemos frente a nosotros.

La Torre de Peña Chana, al fondo, desafía a los caminantes

            Tras el retorno a la collada Corisco, nos acercamos al cauce de este río que lleva sus aguas para acrecentar la fama del Miño; por los puertos de Covalancho vamos contemplando distintos regueros que aumentan su caudal, formando en ocasiones bonitas cascadas, hasta que encontramos el lugar para el descanso, la conversación y el bocadillo.
        Después del descanso hay que cruzar el cauce del río, interesante momento que se debe hacer con tino y cautela si no se quiere caminar el resto de la jornada con los pies mojados. Ya en su margen derecha, abandonamos el Sil que se va hacia el sur, y nosotros seguimos hacia el norte por el valle de la Cueta bordeando prados cercados con muros de piedra; por la ladera, sin perder altura, nos asomamos a la collada o puerto de La Paredina (1 740 metros), que se abre entre la Mortera del Coto y Picos Blancos. En este amplio collado, una larga pared de piedra y una alambrada con portilla para el paso de los caminantes señalan la linde interprovincial y, sobre todo, la separación de pastos entre Babia y Somiedo; allí también es de destacar el nacimiento de dos arroyos: uno que se va a nuestra espalda hacia el Sil y el otro, hacia Somiedo en la dirección de nuestro camino.

 Por la ladera, hacia el puerto de La Paredina. Al fondo, Picos Blancos

       En poco tiempo llegamos a otro punto espectacular de la caminata: Murias Chongas (1 620 metros). Es una amplísima braña estival de la parroquia de Valle, donde hay varias cabañas, algunas con techumbre vegetal, y corros de piedra; también en esta braña encontramos la primera presencia de ganado: un buen rebaño bovino, muestra de la riqueza ganadera somedana. A la salida de la braña, las aguas que la atraviesan se recogen en una pequeña presa y se canalizan hacia el lago del Valle.
            Tenemos ahora dos opciones: salir de la braña por la pista que nos llevaría al lago del Valle o, dejando pista y lago a la derecha, seguir la senda que se interna en el bosque. Esta segunda opción es la nuestra, y así atravesamos un bonito hayedo que cuelga en la ladera; caminar por el hayedo es siempre agradable, aunque como en este caso el camino sea poco frecuentado y presente algunos pasos difíciles.

La braña de Murias Chongas

            La senda desciende hacia el fondo del valle el Cotán, donde suenan cantarinas las aguas del río; lo cruzamos por un puente de hormigón y tomamos un camino de tierra que entronca con la pista principal, sólo apta para vehículos de uso agrícola, donde está señalizado el PR AS-15.1 Lago del Valle. Por esta pista pronto encontramos otro cruce que señala el PR AS-15 Lagos de Saliencia.
Ya poco resta para llegar a Valle de Lago, único pueblo de la parroquia de su mismo nombre. Allí, a 1 240 metros de altitud, después de atravesar el pueblo, a la orilla del río y junto al bonito embalse, termina esta larga caminata que nos permitió recorrer lugares de la cordillera Cantábrica de inconmensurable belleza, tanto en la zona leonesa de Babia como en la asturiana de Somiedo.

Valle de Lago, al final del camino


Las fotos son de Juan Lobelle


                        (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 22 de junio de 2013)

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