De La Colladiella a Entrialgo (Laviana), por la campa El Tretu, Canzana y El Sutu
En el mes de enero, este caminante dedicó un artículo a San Martín del Rey Aurelio describiendo los cordales que lo cierran por la margen derecha del río Nalón; ahora me ocupo de su margen izquierda aprovechando la salida programada por el grupo La Peñuca. En la margen derecha recorrimos los cordales compartidos con los municipios de Laviana, Bimenes y Siero, para finalizar internándonos en este último en busca del mechero, apagado, de Saús. Hoy lo hacemos por los municipios de Mieres y otra vez Laviana, para terminar en Entrialgo. Son estas las montañas donde las gentes de San Martín del Rey Aurelio vemos aparecer las primeras nieves; aquí está su mayor altura, la única que supera los mil metros: el pico Tresconceyos.
Comienza nuestra caminata en el alto de La Colladiella, lugar compartido por Mieres, parroquia de Urbiés, y San Martín del Rey Aurelio, parroquia de Santa Bárbara. Aquí, horadadas en la montaña, están las instalaciones de una mina imagen que culminan con un monumento al minero, todo ello hoy en desuso y abandono; no ocurre lo mismo un poco más allá, en la limpia y cuidada campa del Sellón, con un más reciente monumento titulado Canto a la Libertad. Desde La Colladiella podríamos caminar hacia el norte dejando a nuestra izquierda, en el cordal de Urbiés, el pico Les Cruces, límite natural entre San Martín, Mieres y Langreo, para recorrer el cordal que se interna en el primero por lugares como La Poladura o la campa L’Artosu y descender por L’Abeduriu hasta El Entrego, parroquia de San Andrés de Linares.
La campa del Sellón y el monumento a la libertad.
A la derecha, parte del valle de Santa Bárbara
Pero no lo haremos así, porque la caminata de La Peñuca se dirige hacia el sur por una pista que bordea la ya citada campa El Sellón y va ganando altura, mientras dejamos a nuestra espalda el panorama descrito en el párrafo anterior. Pronto abandonamos la pista, después de pasar junto a la fuente El Texu, sin agua, para tomar una senda hasta la primera cumbre de la jornada: el pico Tresconceyos de 1.091 metros de altitud. En esta ascensión contemplamos pueblos del alto Villoria como El Meruxal y Los Fornos.
Una vez en la cumbre, donde coinciden los municipios de San Martín, Laviana y Mieres, encontramos en la ladera norte que vierte a San Martín el mayor hayedo que hay en este concejo; el descenso es rápido y fácil hacia la hermosa Collada Cimera donde el caminante se encuentra de nuevo con la pista y por ella llega hasta la campa El Tretu. Esta campera, con un área recreativa, es buena atalaya para divisar casi la totalidad del valle de Santa Bárbara: muy cerca se encuentra Veró, uno de los pueblos más altos del valle y del municipio.
La pista por la que caminamos está catalogada como PR.AS-204, Senda verde de La Bobia-La Colladiella; por ella seguimos un largo descenso, dejando a nuestra derecha la agreste Peña El Cuervu, hasta casi encima del pueblo de La Bobia, en el valle de San Mamés, parroquia de Blimea. Desde aquí tomamos otra pista con algo de hormigón que, en corto pero muy pronunciado ascenso, nos sube hasta la campa La Vara, y ya sólo restan unos metros de senda para alcanzar la cima del pico La Vara (952 metros). En esta cumbre entre San Martín y Laviana, hay un vértice geodésico y una caseta de los servicios municipales del ayuntamiento de Sotrondio. El pico La Vara es un buen lugar para la charla, el descanso y el bocadillo: a un lado se contempla casi todo el municipio de San Martín y al otro, en el alto Laviana el valle del Meruxalín, pero también La Pola y el puente de La Chalana sobre el río Nalón.
La segunda parte de la jornada discurre por la ruta marcada como PR.AS-206, Senda verde del Alto La Vara-El Sutu. Pasamos, ya en pleno municipio de Laviana y frente a las sierras de Peña Mea y Peñamayor, por la campa La Vesqueta y aldeas como Vegalledo y Corían; y sobre Les Bories, el pueblo del valle de Villoria que nos recuerda la canción tradicional rescatada por el grupo Nuberu, aquella que decía:
Teo una moza enriba Les Bories
con una de vaques que faen cabaná.
Pronto, al llegar a Canzana, los caminantes tienen dos opciones: atravesar el pueblo y descender por la LV-4 hasta Entrialgo o seguir la ruta marcada hasta El Sutu. En esta segunda decisión, más larga, merece la pena recorrer el valle del Meruxalín, donde se abrió a primera mina del concejo, y llegar hasta las minas de Coto Musel, con restos bien conservado de aquella explotación que estuvo en activo hasta su integración en Hunosa al final de los años sesenta del pasado siglo: bocaminas, lavaderos y el puente de hierro del ferrocarril que inspiró aquella canción:
Cuando la máquina va
del Meruxal pa Mardana,
marcha Pachín pa la siega
cantando la soberana.
Panorámica desde Canzana: cordal y pico La Vara
Sólo resta descender desde El Sutu hasta la vera del río Nalón y por la senda verde acercarse a La Chalana; cruzamos el puente y ya estamos en Entrialgo: termina así este recorrido al lado del Centro de Interpretación de la obra de Armando Palacio Valdés, en la casa natal del insigne escritor lavianés que tantos lugares de este concejo inmortalizó en sus novelas.
Las fotos son de Fernando Espina
(El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 25 de febrero de 2012)
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