Desde Soto de Agues, por el cordal entre los ríos Nozalín y Alba
Redes ofrece su encanto al caminante en todas las estaciones del año: en primavera, el manto vegetal muestra su verdor; en verano, el ganado que acude a los pastos de altura acompaña y distrae al caminante; y otoño es la mejor época para caminar por los hayedos. Ahora estamos en invierno, en una jornada fría con retazos de sol y cielo azul, y los caminantes de La Peñuca esperan pisar algo de nieve en las alturas del cordal que separa los ríos Alba y Nozalín.
La caminata comienza en Soto de Agues y, tras pasar junto a la iglesia parroquial de San Andrés, historicista del siglo XIX, y la pequeña ermita de Santa Ana con su coqueta imagen de la santa, tomamos una pista que pronto va ganando altura en el bosque de castaños y fresnos, dejando al fondo el río Nozalín que nos acompaña con el rítmico cantar de sus aguas. La parte más espectacular de este valle es cuando llegamos a la foz que oprime río y senda entre las peñas Piquero y Llagos, a cuya cumbre nosotros subiremos.
Caminantes de La Peñuca por la Foz del Nozalín
Pronto dejamos a la izquierda la senda que va a la braña de Feleches y al collado Fanarrionda y remontamos por un camino empinado y cubierto de nieve, que en algunos lugares ofrece, para delicia de los aficionados a la fotografía, vistas del pico La Xamoca y la campa y cordal de Breza en Peñamayor. El camino nos lleva al Monte Fresnos, donde hay prados de siega cercados de piedra, una majada con cuadras y cabañas en buen estado y la hermosa laguna que se conoce como El Llagu; todo ello hace pensar en una zona de excelentes pastos de altura.
Camino del Monte Fresnos, con la braña y el pico al fondo
Aquí, en esta braña a 1.007 metros de altitud, podemos considerar finalizada la primera parte de la caminata; la segunda, consiste en un camino de ida y vuelta a través del cordal que, entre ambos ríos, se alarga hasta La Peña Llagos. El camino de ida lo realizamos por la crestería, ascendiendo primero al pico Fresnos (1.065 metros), que aun siendo la mayor altura de nuestro recorrido no presenta dificultades; luego bordeamos el pico Les Crespes y descendemos hasta el collado Campellín (924 metros), otro buen pastizal de altura. La ascensión, y posterior descenso, desde este collado hasta los 1.033 metros de La Peña Llagos resultó la mayor dificultad de la jornada por la constitución calcárea y escarpada de la peña con algunos pasos entre la nieve helada; el caminante agradece entonces la imprescindible ayuda del fuerte y robusto palo de madera cortado bajo la luna en cuarto menguante. Pero la cumbre merece la pena para ver desde allí todos los pueblos de Sobrescobio; Soto de Agues y las otras dos parroquias del concejo: San Pedro de Ladines y Santa María la Real de Oviñana (Rioseco, Villamoréi, Campiellos…).
La braña de Fresnos, El Llagu y el pico Fresnos
Tras la pausa para el bocadillo con los rayos de un sol que amenaza abandonarnos, retomamos el regreso a la braña de Fresnos. Después del descenso de La Peña, el resto del camino será por la ladera que vierte al río Nozalín; por allí pasa la conducción de agua a Gijón desde La Fuentona de Los Arrudos en los montes de Caliao. La Traída, como se le conoce kilómetros más allá cuando, después de atravesar el río Nalón y la AS-17, recorre la ladera de Peñamayor para precipitarse hacia Nava por el Peranchu, acercándose ya a la ciudad costera; aunque antes, aún ha de atravesar La Collada. Sobre esta traída, aquí como en Peñamayor, discurre una senda por la que se puede caminar muy bien, pasando junto a la caseta de aguas: aliviadero que en esta época invernal produce una espectacular cascada hasta el río.
Caseta del agua y aliviadero en La Traída
La parte final de la caminata, desde la braña de Fresnos, es por una pista ganadera con hormigón en algunas curvas. Está marcada como PR.AS-120 o Ruta de la Collada de Isorno y en su descenso pasa junto a la braña de Porciles y, por un bosque de castaños, nos acerca a la riega Les Garbanceres y la majada del mismo nombre; siguiendo esta riega llegamos al Pontón del Retorturiu sobre el río Alba. Caminamos a partir de aquí por la conocidísima Ruta del Alba; no obstante, más allá de El Campurru, cargadero de las minas de hierro que tuvo Duro Felguera en Llaímo, nosotros pasamos por un puente de madera -donde un letrero advierte de que no se le debe someter al peso de más de cuatro personas- a la margen derecha del río y seguimos el viejo camino hasta San Andrés de Agues, lugar que fue inicio y ahora es el final de esta caminata de invierno por el Parque Natural de Redes.
Espectacular panorama del Monte Fresnos desde la senda de la traída
Las fotos son de Juan Lobelle
(El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 11 de febrero de 2012)
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