Del puerto de la Cubilla a Los Pontones:
Almagrera, Mesa y Tesa; los Meruxales y la Cavillera
El concejo de Lena se sitúa en la
zona centro-meridional del mapa de Asturias; por él discurren las principales
comunicaciones por carretera y ferrocarril hacia Castilla y León. Se podría
trazar una línea imaginaria sobre el territorio de Lena desde su punto más
occidental, la Peña La Siete, vértice entre la parroquia de Tuiza, Quirós y
León, hasta el pico Tresconcejos, entre la parroquia de Parana, Aller y también
León. Al sur de esta línea, Lena cuenta con varios puertos de amplios
pastizales de altura de tipo comunal para el mantenimiento de ganado vacuno,
caballar y, en menor medida, lanar.
La Vachota es uno de estos puertos,
en la parroquia de Teyedo, y también Acebos, en la de Tuiza. A los dos se acude
por la LE-8 que desde Campomanes sube al puerto de la Cubilla, para mí uno de
los más bonitos de la cordillera Cantábrica. La carretera asciende dejando
atrás, ya en la parroquia de Tuiza, el profundo valle del Güerna, con curvas y pendientes de vértigo rodeada
de las praderías de Acebos, que cuelgan del imponente murallón rocoso que
cierra el panorama.
La carretera del puerto de la Cubilla; a la derecha el valle de Tuiza.
El puerto culmina en el Alto el Palo
a 1 689 metros de altitud, uno de los puntos más altos cruzando la cordillera
por carretera; al otro lado está León y allí Puerto Pinos, gran extensión de
vegas, majadas, puertos y collados a cuyos pastos acuden los ganaderos de
Mieres y también de algunas parroquias de la Babia Alta como Pinos, Villargusán
o San Emiliano. Pues bien, al Alto el Palo en el puerto de la Cubilla acudimos
para recorrer las tierras altas de Lena y los caminos que antaño comunicaron el
valle del Güerna con los pueblos de Babia y Luna; una travesía propuesta y
coordinada en el grupo La Peñuca por José Montero, con la que pude lograr algo
que, como caminante, desde hace algún tiempo esperaba.
La carretera después del puerto entre las praderías de Puerto Pinos.
Al iniciar el camino en el Alto el
Palo vamos siguiendo el cierre que marca la divisoria interprovincial y de
pastos entre las praderías de Acebos y Puerto Pinos. Caminamos por la vertiente
de León, por encima de la pista que comunica el puerto con las tierras de Lena
hacia donde nos dirigimos; al fondo queda la vega de Rodriguero, la más
septentrional de Puerto Pinos y donde nace el río del Puerto que lleva sus
aguas al río Luna en Villafeliz de Babia.
Los primeros pasos hacia la primera cumbre.
Bordeamos la Peña Tolondra o
Tolóbriga y atacamos la llamada Cuesta de Santa Marina, al final de la cual la
separación provincial y de pastos gira a la derecha hacia el collado Rodriguero
y el Alto la Pica. Cuando la cruzamos, entramos en tierras de Lena e iniciamos
el ascenso por una pequeña canal hasta la cumbre de La Almagrera de 1 933
metros de altitud; una peña reconocible por las piedras rojizas del almagre,
óxido de hierro, que le da nombre. Podemos ver en su ladera sur algunas pozas y
zanjas, consecuencia de la explotación de este mineral que se realizó hasta los
años setenta del pasado siglo. Está la Almagrera justo encima de las praderías
de Acebos, de El Quempu, aldea de la parroquia de Tuiza, y del valle alto del
Güerna; hacia el sur se pueden contemplar desde su cumbre varios kilómetros de la
extensión de Puerto Pinos.
Último esfuerzo para alcanzar la cumbre de la Almagrera.
El descenso de esta primera cumbre
hacia el sur es a la Vachota, valle alto como su nombre indica, conjunto de
brañas y pastizales al fondo del que está el Muñón del Agua que surge para
perderse de nuevo en el Pozu la Vachota. Nosotros vamos descendiendo hacia la
pradería para situarnos por encima de Mayá Vieya, donde hay fuente con
abrevadero y cierre para recoger el ganado.
Estamos en la base de la Peña La
Mesa, en el momento más esperado de la caminata; debemos dejar a buen recaudo
mochilas y palos para con la ayuda de las manos iniciar una interesante trepada,
buscando agarres y puntos de apoyo, hasta la cima (1 915 metros). Una vez en la
cumbre, comprobamos que hace honor a su nombre: plana como una mesa, nos
permite recorrerla con facilidad hasta palpar la cruz metálica que la corona.
Después de la Almagrera, el camino hacia La Mesa.
Su ladera norte cae vertical hacia
el puerto de las Navariegas, brañas y pastizales de Riospaso, uno de los
pueblos de esta parroquia de Teyedo. Luego, la vista es completa hacia el valle
bajo del Güerna y hasta el Caudal y la zona urbana de Mieres; en lontananza se
adivinan el espigón del puerto El Musel, parte de la zona urbana de Oviedo, el
monte Naranco y hasta el Aramo.
Tras la fotos de rigor, el descenso
por la misma ruta sirve para constatar que la destrepada puede ser más
complicada que la trepada; pero una vez logrado, de nuevo junto a Mayá Vieya,
puedo decir que fue emocionante subir a La Mesa para quienes lo logramos por
primera vez, y sobre todo para quienes esperábamos esta oportunidad.
Mayá Vieya en las praderías del puerto la Vachota.
El camino hacia el siguiente punto
de referencia se hace largo, aunque sin ninguna dificultad. Vamos bordeando
algunas peñas como La Escrita y también, cresteando con vistas hacia la parte
de la Vachota por donde más tarde buscaremos el camino de salida. Hacia el
norte vemos las Navariegas y el monte Blime, desde donde, dicen, afamados
carreteros transportaban madera hacia los pueblos de Babia y Luna.
Así, después de un último esfuerzo,
culminamos la Peña La Tesa (1 898 metros), una cumbre muy agradecida. Desde
allí se divisa todo el valle del Foz y del Güerna; toda la zona meridional de
Lena con las vías de comunicación citadas al principio: ferrocarril, Pajares
pueblo, carretera del puerto y autovía del Güerna desde el mismo Campomanes.
Con este panorama, no podría ser otro el lugar elegido para el descanso, la
comida y la conversación.
Después de La Mesa, por el cordal hacia la Peña La Tesa.
Como desde La Tesa también vemos el
camino que nos falta por recorrer, iniciamos con gusto el descenso. De nuevo en
la Vachota, primero pasamos por la braña las Coronas, también conocida como
Meruxales de Arriba (1 770 metros), donde finaliza la pista que llega desde el
Alto el Palo. Luego, Meruxales de Abajo y después la braña el Cheu, donde
hay un pequeño lago ("chegu", en la fonética local) que le da nombre
y, como en todo el puerto, cabañas en buen estado que ocupan los ganaderos
durante la temporada de verano. Al final, está la majada La Mata (1 457 metros)
al pie del pico del mismo nombre; es lo más profundo de la Vachota, que
abandonamos para continuar el descenso por la Foz de la Cavillera.
Conjunto de cabañas en Meruxales de Arriba.
Es la Cavillera la foz por donde
desciende el río que recoge en diversos manantiales las aguas de este puerto
alto de Lena, incluso las que se pierden en el Pozu la Vachota y aparecen ahora
600 metros más abajo. Vamos por la margen derecha del río con bonitas cascadas,
luego lo cruzamos y lo perdemos de vista, aunque sus aguas suenan cantarinas al
fondo del valle. Fue éste, el camino de paso natural, antes del trazado de la
pista, desde los pueblos de Teyedo al puerto; pero aún hoy está en buen estado
y bien conservado, por lo que debe de ser frecuentado al menos por los
ganaderos que acuden a estas últimas brañas y majadas.
Embocadura de la Foz de la Cavillera desde el Cheu.
Por entre cerrados hayedos y con
pasos de fuerte pendiente llegamos a La Llinar, un buen conjunto de prados de
diente cercados de piedra y rodeados de bosque, con varias cabañas hasta donde
llega una pista sólo para vehículos autorizados. Atravesando un amplio bosque
donde abunda el castaño, llegamos a un cruce; a la derecha, un pequeño
recorrido de apenas 50 metros, superando una curva, nos sube al altozano desde
donde nos sorprende la vista, allí mismo, de Traslacruz. Detalle de buen gusto
por parte del coordinador, acercarnos a esta aldea situada a 800 metros de
altitud, cuyo topónimo alude a encrucijada de caminos por la ladera y el valle
del Güerna; situada en un lugar que para nosotros hubiera pasado desapercibida
de seguir en el cruce el camino recto hacia la carretera.
Camino y bosque otoñal en la Foz de la Cavillera.
Poco más abajo llegamos a Los
Pontones, casería de Teyedo con la iglesia parroquial y donde el río la Foz se
une al que viene de Tuiza y el Meicín, la cabecera del río Güerna. Hoy, este
lugar es sobre todo conocido por las obras de conservación del túnel para el
nuevo ferrocarril, que allí mismo tiene su boca norte. Encontramos en Los
Pontones, a 600 metros de altitud, el final de esta caminata, en la que si bien
la guinda fue el ascenso a La Mesa, tuvo por lo demás momentos de gran interés,
lo que me permite considerarla como una de las más atractivas de la esta temporada.
Completa panorámica del valle del Güerna;
en la ladera derecha, la autovía desde Campomanes.
en la ladera derecha, la autovía desde Campomanes.
Las fotos son de Ana Fabián.
(El
grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 15 de octubre
de 2016).
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