Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

viernes, 24 de marzo de 2017

MÁS ALLÁ DEL RÍO EO (II)



Ruta costera por La Mariña Lucense: desde la playa de Las Catedrales hasta Foz

            Más allá del río Eo está la provincia gallega de Lugo que tiene al norte su comarca de La Mariña; una superficie algo superior a los 1 600 kilómetros cuadrados abierta al mar Cantábrico. Se divide en tres zonas: occidental, central y oriental. Esta última es la más próxima a Asturias y la ocupan los concejos costeros de Ribadeo y Barreiros, a los que se añaden otros dos hacia el interior, A Pontenova y Trabada.
            Hace algo más de un año realizamos en el grupo La Peñuca una caminata por La Mariña Oriental. Desde la playa de Las Catedrales hasta Ribadeo, recorrimos el vecino concejo del que sólo nos separa el río Eo (Más allá del río Eo, 26 de febrero de 2016). Hoy acudimos de nuevo a esta comarca para completar desde el mismo punto de partida el recorrido por su sector oriental. Tanto en aquella ocasión como en ésta, quien propuso y coordinó la caminata fue José Ramón Azcano, que así se convierte en patrón del camino por La Mariña Lucense.

 
La belleza de las flores adorna el paisaje de La Mariña. 

            La playa de Las Catedrales con sus altos arcos rocosos como los arbotantes de una catedral, es el nombre más reconocido de la playa de Augasantas; sin duda la playa de referencia de La Mariña Oriental y la más visitada del concejo de Ribadeo. Desde aquí iniciamos la caminata costera siguiendo el trazado conocido como Camino Natural Ruta del Cantábrico.
            Un curioso paseo de madera va bordeando todo el entorno de esta playa declarada en 2005 monumento natural, y dejando a nuestra derecha la Pena dos Corvos, pasamos del concejo de Ribadeo al de Barreiros. A partir de aquí el número de playas, entrantes y desembocaduras de pequeños regueros es innumerable.

La ría de Foz cuando baja la marea.
 
            Primero serán las de Reinante y Arealonga, tan juntas que parecen una sola, amplia y larga como el nombre (area-longa) indica. Finaliza entonces la plataforma de madera, y el camino será a veces empedrado; otras, de tierra bien cuidada, suelo de hormigón o también, en ocasiones, algunos trozos de las carreteras que unen los caseríos del interior; pero siempre al borde mismo del acantilado. Dos cosas llaman la atención de este caminante: el blanco y siempre limpio arenal de todas las playas y la casi perfecta señalización a lo largo de la ruta.

En la foto de Magín Casas, el camino bordeando el acantilado.
 
            Una vez bordeada la Punta do Gabito, donde se encuentra el Castro de San Miguel, continúa la lista de playas: Pasadas, Lóngara, San Pedro, Balea... y después de pasar sobre el reguero de Benquerencia, la que lleva este mismo nombre y que, dicen, es favorita entre los amantes de los deportes acuáticos como el surf. Más allá está la playa de Remoir, frente a la que se levanta una amplia urbanización con su complejo polideportivo. Luego, al pasar junto a la de San Cosme, un pequeño desvío hacia el interior nos permite visitar la ermita de San Bartolo. Y al bordear la Punta de San Bartolo ya tenemos a la vista la zona urbana de Foz.

La playa de Pasadas, una de las muchas que hemos visto.

            Eso sí, Foz se encuentra en la otra margen de su ría y lo que tenemos a nuestros pies es la ensenada Rego de Foz donde se encuentra la playa de Altar, también una de las referentes de esta ruta costera. Inconfundible por su isla Pedra Rubia, hay allí una amplia plataforma, área de descanso muy adecuada para el alto en el camino, la comida y la conversación.
            Estamos frente a Foz y a la vista del lugar donde nos espera el final del camino, pero entre tanto tenemos la amplia ría, 575 hectáreas de extensión, declarada, como la de Ribadeo, espacio natural protegido. Sólo un puente la atraviesa por su lugar más angosto, pero es propiedad del FEVE en la línea Gijón-Ferrol. El camino que nos espera no puede ser otro que recorrer primero hacia el sur su margen derecha, para en la cabecera misma de la ría alcanzar la otra margen y, por ella, caminar hacia el norte.

La villa marinera de Foz, al otro lado de la ría.
 
            Esta segunda parte de la caminata se inicia por carretera, pasando por la urbanización de Anguieira y, más al sur, el pueblo de Villadaide. Luego, ya por buena pista de tierra, el camino recorre un amplio bosque donde domina el eucalipto. Pasamos por Xestelo, As Covas y nos encontramos con el citado ferrocarril bajo el que cruzamos por un pequeño túnel; y después de Casa Milo encontramos la laguna de Pallares o de los Patos, aunque de estos no vimos ninguno a nuestro paso.

El camino bordeando la ría por entre eucaliptos.
 
            Así nos encontramos con la N-642 que, desde Ribadeo a Viveiro, recorre La Mariña, y es una variante de la N-634 (San Sebastián-Santiago de Compostela). Al lado de esta carretera con abundante tráfico, caminamos un buen trecho por un bien acondicionado camino de tierra. Pasamos por Anea, donde al otro lado de la carretera se extiende una amplia zona industrial: el Parque Empresarial de Barreiros.
            Cuando nuestro camino se aleja de la carretera, llegamos a la cabecera misma de la ría, donde desemboca el río Masma. Nace este río en la sierra de Gistral, concejo de Valle de Oro y llega aquí después de pasar por Abadín, Mondoñedo y Lorenzana. Cruzar el puente sobre su desembocadura es dejar atrás el concejo de Barreiros y entrar en el de Foz.

 Hermosa estampa de la laguna de los Patos.

            Allí está A Espiñeira, que divide su caserío entre las dos márgenes del río y, por tanto, los dos concejos. Nosotros seguimos hacia el norte bordeando la ría; pasamos por Turrillon y recorremos las bonitas marismas de Vilaxuane. Aún hemos de bordear la amplia Cala do Viveiro y, entonces sí, llegamos a la amplia explanada del puerto de Foz, que fue un importante pueblo marinero y actualmente, aunque conserva su puerto y cierta actividad marinera, obtiene la mayoría de sus recursos económicos del turismo, por lo que aumenta de forma considerable su población durante la temporada estival.

 Cuando el camino va bordeando la marisma.

            Aquí, en Foz, terminamos la segunda caminata de esta Ruta del Cantábrico que nos ha permitido recorrer, ver y apreciar la belleza de La Mariña Oriental; hacia occidente quedan Nois, Cangas, Burela... y quién sabe si Viveiro, que también están, dicen, en la cartera del patrón.

 Si caminamos por Galicia, no puede faltar la imagen de un cabazo.


Las fotos, excepto la citada, son de Juan Lobelle.

                (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 18 de marzo de 2017).

jueves, 16 de marzo de 2017

CAMINANDO POR LOS OSCOS



Desde Santa Eulalia de Oscos: Ferreirela, Barreiras, Ferreira, Talladas, Caraduje... y algo más

            Siempre es agradable caminar por los Oscos, y no sólo porque la comarca se haya puesto de moda tras el merecido "Premio Princesa de Asturias". Su paisaje de media montaña con suaves cuestas, valles encajados y riachuelos que en su día alimentaron batanes, molinos y mazos, ofrece suficiente atractivo para muchas y variadas caminatas. Su economía está principalmente basada en la ganadería para carne; por ello presenta un terreno plagado de limpias y cuidadas praderías que se combinan con abundantes zonas de matorral, pinares de repoblación y también bosque autóctono por el que discurren los bien cuidados caminos que se pueden recorrer.
            Su situación en el extremo occidental de Asturias, más allá del río Navia al que vierten todas las aguas de la comarca, le otorga fama de lejanía y mal acceso desde el centro de Asturias. Pero no es así, aunque antaño sin duda lo fuera. Hoy, una total y cómoda autovía nos lleva hasta Barres, a las puertas de Castropol y Vegadeo; y desde allí, el hermoso y fácil puerto del Alto La Garganta nos introduce en los Oscos por Villanueva o por Santa Eulalia. A este concejo de Santa Eulalia de Oscos, el más suroccidental y menos extenso de la comarca, acudimos los del grupo La Peñuca por iniciativa de Magín Casas, quien también coordinó esta caminata circular desde Santa Eulalia al vecino concejo de San Martín.

Bosque, prado y agua; el paisaje de los Oscos en la foto de Ana Fabián.
 
            Santa Eulalia (Santalla), la villa municipal de su concejo, está situada a 547 metros de altitud. Junto al edificio de la casa consistorial hay una amplia y vistosa plaza, y allí iniciamos el camino descendiendo hasta el barrio bajo para recorrer los primeros metros por la SE-1 que se va hacia Fonsagrada en Galicia. Pronto abandonamos esta carretera para subir hacia las casas de La Pruida, un barrio más de la villa. Desde allí seguimos un buen camino entre bosque y pradería, lo que será bastante común a casi todo el itinerario de hoy: tramos de buen camino, algún pequeño sendero siempre en buen estado y trozos de pista o carretera.

Hermosa vista de Santa Eulalia desde la plaza del ayuntamiento.
 
            Por este camino ascendemos hasta situarnos sobre Ferreirela de Abajo, donde podemos apreciar la casa natal de Marqués de Sargadelos, uno de los personajes importantes de esta tierra. Descendemos hasta los alrededores del bien conservado edificio y salimos de la aldea por un camino empedrado, con algo de barro y rodeado de praderías. El continuo descenso nos lleva a encontrarnos con el río Agüeira en el punto donde recibe las aguas del río Vilanova, que nace en el Alto La Garganta y atraviesa la villa y el concejo que le da nombre, Villanueva de Oscos, para desembocar aquí después de unir a sus aguas las de otro río importante de la comarca: el Barcia. Éste también nace en el concejo de Villanueva, parroquia de Xestoso, y después de un tramo haciendo límite natural entre Santa Eulalia y Villanueva, ya en este último concejo, parroquia de Martul, desemboca en el Vilanova.

Frecuente camino de hoy, rodeado de muros entre bosque y pradería.
  
            Nosotros cruzamos sobre el río Agüeira por un puente de piedra pizarrosa. Pero el río Agüeira merece aquí párrafo aparte, puesto que se trata no sólo del principal cauce fluvial de Santa Eulalia, sobre cuyas márgenes se asientan los mayores núcleos de población del concejo. Es, además, el río que canaliza todas las aguas de los Oscos hacia la cuenca del Navia, al que desemboca en el embalse de Doiras después de recorrer gran parte del término de Grandas de Salime y atravesar el de Pesoz. Por cierto: hasta lo más profundo del valle del río Ahío, uno de los afluentes del Agüeira, hicimos hace algún tiempo nuestra anterior caminata por los Oscos (En San Martín de Oscos, 28 de abril de 2014).

No se puede hablar de la geografía de los Oscos sin citar el río Agüeira.
 
            Después de pasar el puente de piedra llegamos a Barreira (As Barreiras), aldea situada a 420 metros de altitud con calles empedradas y muros de piedra tallada. A partir de aquí, el Agüeira marca vistosos meandros, y recorriendo entre amplias praderías su vega llegamos a Parada (400 metros), y más allá, a Ferreira (360 metros), uno de los núcleos mejor conservados de cuantos visitamos hoy. Llaman nuestra atención el hórreo bajo el que pasamos para entrar en el pueblo, el amplio emparrado que recorre su caserío y la bien conservada ermita de la Virgen del Carmen, inevitable en la labor de los fotógrafos.

Puente de piedra típico en la zona, y al fondo, Barreira.
 
            Desde Ferreira ya divisamos el recorrido que realizaremos para alcanzar el punto más alto de la caminata. Para ello descendemos hasta otro puente de piedra y cruzamos el río que tiene aquí un pequeño embalse y, en sus alrededores, un área recreativa donde se anuncian deportes acuáticos: canoas, natación, etc.
            Bordeando esta área, iniciamos el ascenso hasta el pueblo de Talladas (As Talladas - 435 metros), donde vemos señales del GR 109 Asturias Interior; y es que por aquí pasa la última etapa de este recorrido por Asturias de punta a punta. Más adelante, en la parte final del camino, volveremos a coincidir con esta ruta que también finaliza en Santa Eulalia.

La entrada a Ferreira: sorprendente paso del camino bajo el hórreo.
 
            Comienza ahora la segunda parte de la caminata, que nos levantará desde el fondo del valle hasta lo más alto del recorrido. Por estrecho sendero vamos remontando hasta llegar al cruce donde coincidimos con el PR-AS 280 Ruta Monte Marón y Ascuita. Se trata de una ruta circular que desde San Martín recorre este monte pasando por las aldeas de Ascuita y Villarín de Trasmonte. Sin duda, es el itinerario más apropiado para llegar desde el otro municipio a nuestro objetivo de hoy: la mina Carmina, sus instalaciones y el monte que la cobija. Basta para ello seguir desde este cruce el PR hacia la izquierda y por la ladera del monte, cada vez más despejado de vegetación, pronto divisamos la bocamina principal y los dos edificios que la rodean.

La mina y el monte; el "algo más" de la caminata de hoy.
 
            Estamos en el municipio de San Martín de Oscos, y en un cartel informativo del propio Ayuntamiento podemos obtener los principales datos de esta mina de plomo que funcionó en su última etapa desde 1951 hasta su cierre definitivo en 1962. Siguiendo el mismo PR 280 pasamos las instalaciones mineras, a las que luego volveremos, y seguimos subiendo hasta un nuevo cruce. Dejamos el PR que se va a nuestra derecha hacia Ascuita para finalizar en San Martín, y hacia la izquierda nos vamos cresteando por lo que se conoce como Pico la Mina (694 metros). Es en realidad un pequeño cordal con tres cumbres sobre terreno de arenisca, pizarra y frondoso monte bajo que se levanta en la vertical misma de la mina Carmina.

La mina Carmina: otra imagen de sus instalaciones y su entorno.
 
            Hay desde allí una buena vista hacia el norte a todo el monte Marón y las tierras de San Martín y Villanueva, hasta el fondo del Alto La Garganta, por donde en esta ocasión ya asoma la bruma marina. Luego, el regreso es obligado por el mismo camino hasta la mina. Su interior se puede visitar si se cuenta con frontales o linternas, y en las instalaciones externas siempre se encuentra resguardo para el momento del descanso, la comida y la conversación.
            El descenso por buen sendero entre bosque de castaños, robles y abedules sigue el cauce del reguero de la Mina, al que cruzamos varias veces hasta llegar a las proximidades de Talladas. Sin entrar en el pueblo nos encontramos de nuevo con la señalización del GR 109 que por aquí pasa, como queda dicho, camino de Santa Eulalia. Nosotros lo seguimos, contemplando a nuestra izquierda la vega del Agüeira y los pueblos -Ferreira, Parada, Barreiras- por donde discurrió la primera parte de la caminata.

 Por el cordal del Pico la Mina, con buenas vistas hacia los tres Oscos.

            Cuando nos encontramos con el río Vilanova, lo cruzamos por un puente y llegamos a Caraduje (Caraduxe) a 420 metros de altitud. Se podría bordear el pueblo, dejándolo a nuestra derecha, pero merece la pena adentrarse en él para encontrarnos con su bien remozado caserío y la amabilidad de sus vecinos que nos informan de las características del entorno, entre las que destaca el llamado Mazo de Caraduje, uno de los muchos que funcionaron en esta comarca, en la que por lo demás son abundantes los topónimos alusivos a la industria férrea.

 Detalle de Caraduje y su bien cuidado caserío.

            Por Caraduje pasa el GR 109, pero también el PR-AS 119 Ruta del Forcón de los Ríos. Se trata de otro atractivo itinerario circular que desde Santa Eulalia nos acercaría a la confluencia -esto es, forcón- de los ríos Barcia y Vilanova, para luego traernos hasta aquí antes de regresar a la villa municipal. Como éste es también nuestro destino final, recorreremos la última parte de nuestro camino siguiendo las dos rutas bien señalizadas por la carretera que, con algunas subidas y bajadas, llega hasta Ferreirela de Arriba, casería situada a 570 metros de altitud, en donde entramos después de pasar ante las instalaciones de un alojamiento de Casa Rural.
            Ambos caseríos de Ferreirela se unen por medio de un sendero asfaltado. Nosotros desde el de arriba salimos a la AS-33, y así por la carretera que comunica Santa Eulalia con las otras dos villas municipales, Villanueva y San Martín, llegamos al punto inicial y final de esta interesante caminata; una demostración más, por si hiciera falta, de que merece la pena acercarse de vez en cuando a recorrer los Oscos y descubrir que sus encantos no están tan lejos.

   La vega del río Agüeira, con el pueblo de Ferreira en
su margen derecha; a la izquierda, parte del área recreativa.


Las fotos, excepto la primera, son de Juan Lobelle.

                     (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 11 de marzo de 2017).

viernes, 3 de marzo de 2017

TIERRAS Y PUEBLOS DE PARRES



Desde Prestín, para recorrer la Sierra de Cormelón y regresar por el valle del Laspro y Huero de Dego

            Prestín es una casería de la parroquia de San Juan de Parres. Situada en la margen izquierda del río Sella, a ambos lados de la N-625, por esta carretera dista seis kilómetros de Arriondas, su capital municipal. Sin embargo, por su crecimiento y su situación se ha convertido más bien en un floreciente barrio de Cangas de Onís, de donde apenas le separan 200 metros: el cauce del río y el denominado "Puente Romano", aunque se trata de un puente medieval (siglo XIII) de estilo románico.
            A este curioso lugar acudimos para un recorrido por San Juan y Huero de Dego, dos de las parroquias del concejo de Parres que limitan al este con el término de Cangas de Onís. Fue una caminata propuesta y coordinada en el grupo La Peñuca por Eduardo Fernández.

Tierras y pueblos de Parres bajo la Sierra del Sueve.
 
            En Prestín, a 87 metros de altitud, el camino se inicia por la PR-5 que comunica San Martín, Vallovil y San Juan de Parres, localidades de esta misma parroquia. Sólo unos metros de carretera para ascender luego por una larga escalinata, atravesando la bonita urbanización que mira hacia Picos de Europa. En este ascenso se cruza también la carretera que sube a Las Rozas, otra de las localidades de la misma parroquia, y cuando se alcanza lo más alto de la zona urbana, por buena pista de tierra se gana la cimera de la Sierra de Cormelón.

Buen camino hacia lo más alto de la sierra.
 
            Comienza entonces el recorrido por la sierra, siempre por buen camino en la ladera sur, lo que permite una cada vez más amplia panorámica del Macizo Occidental de Picos de Europa con sus cumbres bien cubiertas de nieve; pero también, hacia el fondo, la vega por donde corre el Sella y los pueblos de Huero de Dego por donde pasaremos al final de la caminata. La sierra se interpone como división natural entre las dos parroquias, por eso cuando caminamos por su vertiente norte, tenemos a nuestros pies la conocida como Cuesta de Parres y los pueblos de la parroquia de San Juan, además de la vista completa hacia las tierras y pueblos de Parres: Arriondas, la villa municipal, y Cofiño, muy cerca de la Sierra del Sueve que cierra el panorama.

Haciendo camino por la Sierra de Cormelón.
 
            Bordeamos el pìco Cijorón, pasamos por el Canto la Fuente y llegamos a la Jorcada del Porrón a 528 metros de altitud. Se trata de una collada con su correspondiente cercado para recoger el ganado, situada entre dos cerros, uno de los cuales destaca por su promontorio rocoso. Es un buen lugar para el primer alto en el camino, contemplando el recorrido que nos aguarda hasta alcanzar la cumbre de la jornada.

El alto de la Jorcada del Porrón.
 
            Para ello superamos la Cuesta el Llamazal, donde pasamos entre los restos de un pinar después de su deforestación. Por un panel informativo sabemos del proceso de "restauración forestal con fondos de la U. E." al que se encuentra sometida esta zona "entre los años 2014-2020". Así llegamos al Llano Unquera (697 metros), para desde allí ganar la esperada cumbre: el pico La Cogolla de 837 metros de altitud. Nos ofrece amplia vista desde los cordales costeros, Fario, Cuera... hasta los Picos de Europa; y en otras direcciones, Pierzu, Mota Cetín, Vízcares: toda una delicia para quienes disfrutan anotando las más altas cumbres.

En el centro de la imagen, el Llano Unquera,
 y al fondo espera la cumbre de la jornada.
 
            La Cogolla son en realidad dos cumbres gemelas en el vértice de tres parroquias de Parres: San Juan, Llerandi y Huero de Dego. Por esta última, que ocupa el cuadrante más suroriental del municipio hasta el límite sur con Amieva, irá la segunda parte de nuestra caminata. Para ello, después del correspondiente descanso, comida y conversación, abandonamos la cumbre por su vertiente oeste y regresamos al collado Llano Unquera. Allí tomamos la pista de tierra que, con tramos llanos y algún suave descenso, pasa por la collada Moandi en busca de la cabecera del río Laspro.

El pico La Cogolla y su buena panorámica.
 
            La encontramos frente al Cerro Trebandi, en la Sierra de Faces, que cierra el valle y marca la divisoria entre Parres y Amieva. Nuestra pista da un giro de 180 grados y comienza entonces el recorrido por el valle del Laspro. Se trata del más fuerte descenso, con curvas y pendientes de vértigo sobre firme de duro hormigón que pone a prueba la paciencia de los caminantes.
            Poco a poco, cada vez suenan más cerca a nuestra derecha las cantarinas aguas del río, señal de que nos vamos acercando al llano, como podemos comprobar al llegar a Trambosríos. Inequívoco topónimo, pues allí el río Laspro recibe por su izquierda las aguas del arroyo de la Beyera que desciende de la ladera sur del Monte Cogolla. Y a partir de aquí, el camino, más llano y placentero, nos irá ofreciendo diversos detalles.

El río Laspro marca la segunda parte del camino.

            Primero será la piscifactoría; un centro del Principado para la repoblación piscícola. Luego pasamos junto al conocido como molino de Abel, y poco más abajo el río pasa bajo un puente medieval bien conservado que dejamos a nuestra derecha. Por él cruza el viejo camino hacia Collado de Andrín y Santianes de Tornín, los dos únicos núcleos de población de esta parroquia que están fuera de nuestro recorrido.
            El valle se abre al fin cuando llegamos al pueblo de Aballe: buenas casas, algunos hórreos y el río Laspro que, ya canalizado, desemboca en el Sella. Aballe se encuentra a 98 metros de altitud, por lo que el descenso hasta aquí fue considerable; por eso se agradece ahora el recorrido llano por la vega, siempre en la margen izquierda del Sella, límite natural entre los términos de Cangas de Onís y Parres. Por la otra margen, en tierras de Cangas, la N-625 va hacia Sajambre y el puerto del Pontón.

Buscado detalle del molino de Abel (Abelle).
 
            Pasado Aballe, en un amplio espacio recreativo equipado con mesas y bancos, está la iglesia parroquial de Santa María, y luego llegamos a Dego, con su disperso caserío entre tierras de labor y pastos. Algo más distante encontramos Soto de Dego, de caserío concentrado y rodeado de huertas y pomaradas. A partir de aquí, la senda se acerca aún más al río y nos lleva hasta El Puente, último núcleo de esta parroquia, que como Prestín, es ya un barrio de Cangas de Onís. Aquí, a la orilla del Sella, viene a concluir el Camino de la Reina su periplo bien señalizado por el concejo de Parres.

 A la vera misma del Sella, casi al final del camino.

            Nosotros también quisimos cruzar el río pasando sobre el "Puente Romano", acaso el más famoso de Asturias. Fue una delicia finalizar nuestra caminata de hoy por este rincón de Parres pisando su perfil alomado y su calzada con cantos de río y losas, para entrar en la ciudad que fue capital del Reino Astur. También, recorrer sus calles bien animadas en esta tarde de febrero y alcanzar el descanso en la bien situada estación de autobuses. Eso sí, después de cruzar sobre otro río: el Güeña, importante afluente del Sella, al que llega con aguas que el Deva de Covadonga le entregó en El Puentón de la Mecedura.

La foto de Ana Fabián recorta los Picos de Europa 
desde algún lugar de la Sierra de Cormelón.


Las fotos, excepto la última, son de Juan Lobelle.

                   (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 25 de febrero de 2017).