Circuito desde la aldea de Tarna: Los
Rebollaos, La Requexada, Moneo... y por el Camino Real
El Parque Natural de Redes fue
declarado por ley de la Junta General del Principado el 27 de diciembre de
1996; en él se incluyen las diez parroquias del concejo de Caso y las tres de
Sobrescobio. De estas parroquias, la de Tarna ocupa el sector suroriental del
parque, en el límite con León y, al este, con el vecino concejo de Ponga.
El territorio de Tarna se extiende
por la ladera norte de la cordillera Cantábrica, por donde desciende el río
Nalón en su curso más alto. También por allí asciende la AS-117, que desde
Riaño en Langreo vertebra la Cuenca del Nalón y alcanza, en el mismo puerto de
Tarna, el paso habitual de esta cuenca hacia la del Esla.
Vista del pueblo de Tarna al final del camino. (*)
Además del escaso caserío del
puerto, la parroquia dispone de un único núcleo habitado; la aldea de Tarna,
situada en la margen derecha del Nalón, con su caserío de trazado simétrico
reconstruido tras los avatares de la Guerra Civil. A este lugar acudimos los
del grupo La Peñuca para iniciar a 1 000 metros de altitud una caminata
circular propuesta y coordinada por Eduardo Fernández, en una jornada con
abundante lluvia e incluso nieve en las cotas más altas del recorrido.
Una muestra del bosque de Redes en otoño. (**)
Al salir del pueblo bajo la
anunciada lluvia, tomamos el camino que sigue la ruta marcada hacia el Tabayón
del Mongayu (PR-AS 60). En dirección suroeste, y dejando el curso del Nalón a
nuestra derecha, nos internamos en el monte Saperu, y poco después de las
cabañas de El Otero llegamos al primer cruce en el camino. A la derecha está
señalizada la ruta al Tabayón y a la izquierda, la que sigue hasta el Llanu del
Toro, con sus conocidos rebollos más que bicentenarios. Seguimos esta última indicación
para dejarla pronto a nuestra izquierda en un nuevo cruce y, tras un cierto
ascenso, siempre por amplio camino en el bosque, llegamos a Los Rebollaos a 1
255 metros de altitud. Se trata de praderías abiertas, por las que ascendemos
hasta su parte más alta (1 325 metros), donde cruzamos dos portillas para
entrar y salir en los cercados de piedra.
Por la pradera de Los Rebollaos y cruzando el arroyo la Requexada,
uno de los que alimentan al Nalón en su curso más alto. (*)
Cuando abandonamos la pradera, el
ascenso prosigue por una senda entre maleza y abundantes matojos de escobas que
dificultan el camino; no obstante, es agradable la vista atrás para contemplar
las praderas y el valle antes recorridos. El ascenso concluye en la campera de
La Requexada; se trata de una amplia majada a 1 441 metros de altitud con
varias cabañas y chozos en ruinas. Estamos bajo los paredones de la sierra del
Mongayu, donde Redes se asoma a León, y esta majada es la cabecera del arroyo
la Requexada, que desciende por el valle que hemos dejado atrás hasta
desembocar en El Nalón algo más abajo de Tarna.
El ascenso hacia la majada de La Requexada (*)
Como ya hemos sobrepasado la altura anunciada
en las previsiones meteorológicas, la lluvia deja paso a los primeros copos de
nieve; así continúa el ascenso en dirección noreste hasta el collado (1 600
metros) que es la base de Peña Terreros. La dejamos a nuestra izquierda casi
oculta en la niebla, y seguimos ascendiendo hasta un nuevo collado que será la
base para alcanzar nuestra cumbre de la jornada: el pico del Bayo de 1 625
metros de altitud. Por cómoda pradería se alcanza la cima donde hay un
sorprendente farallón rocoso, y desde donde se ofrece una buena vista sobre
toda la parroquia de Tarna, los montes en el límite entre Caso y Ponga, y hasta
una panorámica del Cornión.
En busca de la cumbre de la jornada entre la niebla. (**)
Nada de esto podemos apreciar hoy,
rodeados como estamos de espesa niebla; así que descendemos de nuevo al collado
para seguir caminando hacia el este. Ahora es un descenso hasta la majada de
Moneo, situada bajo los Porrones de Moneo, la estribación más oriental de la
ya citada sierra del Mongayu, y donde nace el arroyo Moneo que desemboca en El
Nalón también en las proximidades del pueblo de Tarna.
Cruzamos el arroyo y las praderas de
la majada para iniciar un nuevo ascenso hasta el collado Pozo (1 524 metros).
Este era el punto previsto para alcanzar la Peñalba de 1 583 metros de altitud;
en realidad, dos cumbres gemelas, en una de las cuales se levantan una caseta y
la consiguiente antena. No obstante, las inclemencias del tiempo nos aconsejan
prescindir de la que sería segunda cumbre de la jornada y el
lugar del descanso; así que seguimos en descenso hasta La Pría (1 410 metros).
Detalle de la majada de Moneo (**)
Estas amplias praderías se
encuentran debajo mismo del puerto de Tarna, al lado de la AS-117, y cuentan
con un buen cercado para recoger el ganado. Poco más arriba nace el río Nalón,
que recorre la pradera dibujando sus meandros antes de precipitarse impetuoso
valle abajo.
Cruzamos el río, nos acercamos a la
carretera y nos incorporamos al Camino Real. Se trata del viejo camino que a
través del puerto de Tarna comunicaba León con la costa oriental asturiana,
pasando por Caso, la collada de Arnicio y Piloña; fuentes documentadas
acreditan su historia medieval, aunque también algunos autores le atribuyen un
posible origen romano. Ahora está catalogado entre el puerto de Tarna e
Infiesto como GR-AS 102 Camín Real del Sellón. Nosotros
lo seguiremos hasta el final de nuestro recorrido.
El Camino Real en su inicio muy cerca del puerto de Tarna. (**)
Primero, al pasar bajo el túnel el
Negro cruzamos un buen pedrero, originado por los derribos de la construcción
del túnel al trazar la carretera. Por lo demás, el camino en buen estado
desciende bastante próximo a la carretera y siempre en la margen derecha del
Nalón, del que lo separa una cada vez más profunda y vertical cortada; en
algunos trechos también podemos apreciar restos de la buena armadura de su
original trazado. Pasamos por el hayedo y los invernales de La Tintera: prados
cercados y cabañas en buen estado que nos anuncian ya las proximidades de
pueblo.
El ganado en los invernales de La Tintera. (**)
Antes, aún el camino nos incorpora a
la carretera, por la que caminamos apenas 200 metros para dejarla a nuestra
derecha. A partir de aquí ya es una caleya que entre bosque de castaños y
prados de siega desciende hasta el pueblo.
Cruzamos por un puente de piedra el arroyo Bibosana
que nace en el cordal de la Bolera, próximo a la linde con Ponga, y aquí
desemboca en El Nalón a la entrada de Tarna; el pueblo donde iniciamos y
finalizamos este circuito montañero acompañados de la incesante lluvia e
incluso los primeros copos de nieve de la temporada. Pero no importa; en
cualquier época del año y ante cualquier circunstancia meteorológica, Redes siempre
muestra sus encantos y siempre se disfruta al andar por sus caminos.
Las primeras nieves de la temporada dejan esta
sorprendente postal del monte de Redes. (*)
(*) Fotos de Ana Fabián.
(**) Fotos de Juan Lobelle.
(El
grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 5 de noviembre
de 2016).
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