Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

lunes, 8 de agosto de 2016

POR LAS ALTURAS DE REDES



Desde La Raya en San Isidro hasta La Encrucijada en Caleao: la majada del Torres, la collada los Fueyos, las brañas del Acebal, los Arrudos... y algo más

            Cuando el Parque Nacional de Redes se asoma al sur por la cordillera Cantábrica, muestra allí sus mayores alturas; es el concejo de Caso en sus parroquias de Tarna, Sobrecastiello y Caleao. Sobre todas, esta última tiene en la Cordillera las cumbres que se sitúan encima mismo del puerto de San Isidro entre León y el concejo de Aller, donde también se le conoce como Puertu Braña. Desde el alto del puerto se perciben muy bien estos picos, empezando por el Valmartín, en el vértice de los tres municipios: Caso, Aller y Lillo. Luego, más hacia el oeste están Ventanona, Torres, Peña Capiella y Valverde.
            La caminata del grupo La Peñuca nos llevó el último sábado de julio a cruzar por estos altos, para luego, ya en Redes y Caso, descender al fondo del valle por donde corre el río Caleao hacia su desembocadura al Nalón en el embalse de Tanes. Para esta aventura contamos con la propuesta y coordinación de un casín de pro: Paniceres, veterano caminante y competente cazador, para quien no hay secretos por los rincones de su concejo.

Foto postal de Ana Fabián: paisaje de los Arrudos, en Redes.
 
            Unos metros antes de llegar al alto del puerto de San Isidro, a 1 520 metros de altitud está La Raya, que alardea en un cartel de ser no sólo el pueblo más alto de Aller sino también de Asturias; es una bonita y bien cuidada urbanización, con amplio aparcamiento en el cruce con la carretera a los remontes de la estación invernal. Allí  iniciamos nuestro camino hacia el norte, con la mirada puesta en las cumbres antes citadas, adonde debemos acercarnos; y para ello nada mejor que seguir la senda que asciende por la pradera en la margen derecha del arroyo Isoba que nace poco más arriba y, después de pasar por el pueblo que le da el nombre, desemboca cerca de Cofiñal en el río Porma.

Inicio del camino por buena senda; el arroyo Isoba, a la derecha.
 
            Después de una hora de camino, a 1 752 metros de altitud nos encontramos con la majada del Torres, que pertenece a la parroquia allerana de El Pino y donde pastan yeguas y caballos. Encima mismo tenemos los picos La Ventanona y Torres, y entre ambos el collado La Ventanona. Nuestro objetivo es alcanzar el collado, y lo hacemos acentuando la subida mientras disfrutamos al volver la vista atrás hacia las tierras de León en el valle del Porma; al otro lado del puerto, la Cuerda del Ajo, por donde en otra ocasión ya tuvimos la oportunidad de disfrutar (En el puerto de San Isidro, 30 de septiembre de 2013).

La Majada del Torres y la vista hacia el sur.
 
            Cuando llegamos al collado La Ventanona a 1 880 metros de altitud, la vista hacia las tierras de Caso es espectacular: al fondo, el valle de la Almagrera; más allá, entre la niebla del norte, el valle y la majada de Roxecu; más al norte aún, la sierra de Contorgán y más hacia el este, el Cascayón y hasta el lago Ubales. Pero una vez en este collado, es obligado plantearnos el "algo más" de la entradilla inicial: la cumbre del pico Torres. Desde donde estamos, el ascenso ha de ser por la arista este, que si el tiempo está, como hoy, despejado y el terreno seco, no ofrece más dificultad que la pronunciada pendiente y la necesidad de agarrarse a la piedra en algunos pasos. Es, además, su cara más aérea y más vistosa, lo que añade un "algo más" a la aventura.

La vista a las tierras de Caso desde el collado La Ventanona.
 
            El pico Torres, de 2 105 metros de altitud, en la divisoria entre Aller y Caso, con vértice geodésico y su buzón montañero, presenta una estrecha cumbre caliza, inmejorable atalaya desde el litoral cantábrico hasta el páramo leonés, desde Picos de Europa hasta las Ubiñas; claro está que para ello es necesario contar con un día limpio y despejado, y ya queda dicho que en nuestra ocasión la niebla del norte campeaba por los valles. No obstante, pudimos disfrutar de un amplio panorama y sobre todo de la alegría de haber alcanzado la mayor altura del Parque Natural de Redes.
            El descenso fue por la cara oeste en dirección a la collada Valverde, y luego por una pequeña crestería, hasta enlazar en una colladina (1 879 metros) con el sendero que desde el valle allerano de Valverde se dirige hacia los Fueyos, pico, collada y majada. Siguiendo este buen sendero llegamos a la collada los Fueyos ( 1 711 metros), el lugar elegido para la comida, el descanso y la conversación.

En pleno ascenso al pico Torres.
 
             La collada los Fueyos es paso tradicional de la parroquia de El Pino hacia el puerto casín de Contorgán, y nosotros, tras la pausa adecuada nos internamos ya de forma definitiva en Caso, parroquia de Caleao. Todo es, a partir de aquí, descenso por un mar de niebla, que apenas nos deja ver el sendero fácil de caminar siguiendo la riega los Albardes. Hasta que llegamos a las brañas del Acebal (1 332 metros), amplia extensión con varias cabañas en uso rodeadas de bosque de fresnos.

Descenso en la niebla después del descanso.
 
            El camino, casi llano por el tupido bosque de los Arrebellaos nos lleva a la braña de los Albardes, donde la riega desemboca en el río Roxecu. Este río, que viene de las majadas de Roxecu, Llede y Los Moyones, es en realidad la parte alta del río los Arrudos, así que en los Albardes enlazamos con el PR AS-61 Ruta de los Arrudos. Es ésta una de las rutas más reconocidas y visitadas de Asturias, y donde nosotros la encontramos tiene un indicador para que quienes deseen seguir remontando el río, puedan alcanzar la collada y el lago Ubales.

Detalle de las brañas del Acebal.
 
            Nuestro camino, en cambio, seguirá el descenso del PR hasta su punto de inicio. Pronto dejamos a nuestra izquierda el sendero que sube a la majada de La Robre en los puertos de Contorgán, y pronto también llegamos a La Fuentona; la toma de aguas construida en los años cuarenta del pasado siglo para "la traída" a Gijón. Aquí, en el Colladín, es el punto donde finaliza la Foz de los Arrudos; para nosotros, en cambio, comienza el descenso por ese camino que da nombre a la zona: "arrúos", rudimentarios escalones tallados en la roca para vencer los pasos complicados.

La siempre espectacular Foz de los Arrudos.
 
            El escalonado descenso finaliza cuando llagamos al reformado puente de La Calabaza, que fue hasta hace poco puente colgante; algo más allá hubo unas antiguas minas de las que no queda señal alguna. Al pasar por las cabañas de Prendeorio, el camino se hace ancho, con el uso restringido a vehículos autorizados. Luego, el cruce con el camino hacia la Cresta Fresnéu, el paso por distintos invernales y otro camino que dejamos a la izquierda hacia la collada del Arco, también señalizado como ruta circular desde Caleao. Y finalmente, superado el último repecho llegamos al campo de la ermita de San Antonio, donde hay un área recreativa y el aparcamiento junto a la carretera que sube a Caleao.

 Se asoma Caleao al final de la Ruta de los Arrudos.

            Por la carretera, siguiendo la margen derecha del río Caleao, en unos dos kilómetros llegamos a la casería de La Encrucijada, a 600 metros de altitud, para finalizar una caminata más por Redes, que en esta ocasión tuvo un día claro y despejado por las alturas, niebla en los valles y el chaparrón de la tormenta que nos acompañó en el último tramo del camino. Con todo, disfrutamos por las alturas y nos recreamos una vez más con la espectacular belleza de los Arrudos; como siempre es posible hacerlo en cualquier recorrido por el Parque Natural de Redes.

Inmenso panorama desde la cumbre del Torres:
a la izquierda el inevitable Tiatordos y más al fondo, en el centro,
el Macizo Occidental de Picos de Europa.


Las fotos, excepto la primera, son de Juan Lobelle.

                        (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 30 de julio de 2016).