Recorrido circular desde Cuevas del Sil:
tres brañas, varios collados y unas cuantas cumbres
La comarca leonesa del Alto Sil se
encuentra en las estribaciones de la Cordillera Cantábrica al sur de Laciana, y
en su mayor parte coincide con el término municipal de Palacios del Sil. Son
tierras, como las de los términos vecinos de Laciana y Páramo del Sil, de fuerte
tradición minera, aunque sin llegar a abandonar una economía mixta que ha
sabido conservar en excelente estado sus bosques, tierras de labor, pastizales
y prados de siega. En el aspecto orográfico esta
comarca presenta grandes desniveles, desde sus cumbres más altas, los picos
Nevarín y Catoute, y otras que sin superarlos se acercan a los 2 000 metros de
altitud, hasta lo más profundo del valle por donde corre el río que le da
nombre y vertebra su territorio.
El río Sil nace en Babia, en la ladera de Peña
Orniz; nosotros hemos visto sus fuentes en otra caminata que finalizamos en La
Cueta, el primer pueblo que el río atraviesa en su curso más alto (Entre Babia
y Somiedo, 2 de julio de 2015). Hoy fue una iniciativa coordinada en el grupo
La Peñuca por José Manuel Tejera la que nos trajo a esta comarca, también
conocida como Rivas del Sil, para realizar un recorrido que nos ha servido,
entre otras cosas, para apreciar la magnífica conservación de las antiguas
brañas pastoriles.
Braña, bosque y sierra completan el recorrido por el Alto Sil.
La caminata comienza en el pueblo de
Cuevas del Sil, a 890 metros de altitud en la CL-631, cruzando el Sil por un
puente que conserva un arco medieval y luego el antiguo ferrocarril, ya
abandonado, que subía desde Ponferrada hasta las minas de Carrasconte en Babia.
Bordeamos la bien cuidada y abundante llosa del pueblo, para seguir por el
camino que comienza el ascenso en la margen izquierda del reguero La Seita.
El río Sil a su paso por Cuevas y el puente para iniciar el camino.
El camino es una buena pista
ganadera por el bosque del Pando, que nos proporciona algunos retazos de sombra
esta mañana con un sol bien dispuesto a calentar. Cruzamos el reguero en dos
ocasiones; primero a pie enjuto, después por un puente de madera, y llegamos a
la primera braña. Es La Seita a 1 220 metros de altitud, con buena fuente y
rodeada de bosque y pastizales; sus cabañas en buen estado de conservación, con
tejado de losa y cercados de madera y piedra, pertenecen al pueblo de Cuevas, desde donde
los propietarios llegan con sus vehículos por el mismo camino que nosotros
recorrimos.
Salimos de la braña por el valle
rodeado de pradería hasta el punto donde se nos ofrecen dos alternativas:
seguir el mismo camino ancho o abandonarlo e internarnos en el frondoso y
empinado bosque que cubre la ladera, ofreciéndonos la ansiada y necesaria
sombra. Se trata del bosque del Reventón, que recorremos por una senda entre
robles, acebos, serbales y algunos texos.
El puente sobre el reguero La Seita antes de la braña del mismo nombre.
Al final del bosque, a 1 550 metros
de altitud, encontramos la braña de Zarameo que pertenece al pueblo de
Matalavilla. Es considerable el número de cabañas rehabilitadas, convertidas en
auténticas casas de recreo o de fin de semana; y agradable la presencia de sus
propietarios que se esmeran en informarnos sobre la más reciente historia de
esta braña: a finales del siglo pasado apenas dos cabañas se mantenían en pie,
en 2002 se abrió la pista desde el pueblo de Matalavilla, unos nueve
kilómetros, y hoy tenemos más de 20 cabañas -cabanas, dicen aquí- reformadas, y
las bien cuidadas praderías pobladas de ganado vacuno.
Ganado y cabañas en la braña de Zarameo.
Después de contemplar también las
excepcionales vistas que desde aquí se nos ofrecen y que, en lontananza, llegan
hasta el mismo puerto de Cerredo, seguimos el camino por los prados de la parte
alta de la braña y vamos ascendiendo por la ladera hasta alcanzar el primer collado de la Sierra
del Coto (1 752 metros), que se levanta entre el propio valle del Sil y el de
su afluente el río Salientes. Nuestro objetivo ahora es recorrer esta sierra en
dirección suroeste, para lo que dejamos a la espalda el Teso del Carbón y
seguimos el cordal collado tras collado y cumbre tras cumbre; siempre
contemplando a nuestra derecha parte del camino recorrido y la sorprendente
panorámica de la braña de Zarameo, que desde aquí más parece un pueblo que una
braña. Más al fondo del valle, también podemos ver la braña La Seita.
En busca de collados y cumbres de la Sierra del Coto.
La primera cumbre será el Cáscaro de
Cueñe (1 827 metros), cuyo final de piedra nos obliga a una pequeña trepada;
luego, el pico La Turria (1 934 metros), la cumbre de la jornada, desde donde
divisamos Villablino, el embalse de Las Rozas y los pueblos de Villarino y Tejedo
del Sil. Viene a continuación otro collado y el ascenso al Cuerno del Sil (1
928 metros), cumbre con vértice geodésico y un pequeño buzón montañero. Aquí
disponemos del momento para el descanso, la comida y la conversación, mientras
contemplamos hacia el valle de Salientes el pueblo de Matalavilla y su embalse entre los municipios de Palacios y Páramo.
Panorámica hacia el embalse de Matalavilla;
más allá se adivina la villa de Páramo del Sil.
Tras el descanso, llegamos al
collado La Bobia (1 903 metros), donde nos encontramos con la pista que desde el
pueblo de Matalavilla accede a la braña de Zarameo. Cruzamos la pista y la
siguiente cumbre será el Alto del Navariego ( 1 841 metros); para finalizar
nuestro recorrido por la sierra en su cumbre más occidental, el pico Cereisaleo
(1 784 metros). Otro buen lugar con vistas hacia el Sil y el bosque que
recorrimos en la primera parte de la caminata, y al fondo el pueblo de Cuevas
donde nos espera el final de camino.
Cómodo y agradable recorrido por la Sierra del Coto.
Hasta esta última cumbre, en la que
destacan varias antenas de telefonía o de televisión con sus casetones llega la
correspondiente pista de servicio. Es un camino con bastante piedra que
desciende en fuerte pendiente a base de curva y contracurva; no obstante, la
dureza del recorrido se aminora por la presencia de bosque que ofrece buenos
retazos de sombra en este momento de la tarde cuando el sol aprieta, y también
se puede disfrutar de la cada vez más nítida vista hacia Palacios del Sil, la
villa municipal y cabecera comarcal. Cuando el descenso cesa, nos adentramos en
el bosque de Monegro que recorremos casi en llano hasta llegar a un cruce de
caminos: a la izquierda, hacia Palacios y a la derecha, a escasos 200 metros, a
la tercera braña de la jornada.
En el descenso, cada vez más cerca Palacios del Sil, la villa municipal.
Se trata de la braña de La Degollada
a 1 240 metros de altitud, originalmente nombrada como Barzanietxa y que adoptó
su actual denominación en función de una sobrecogedora leyenda. Pertenece al
pueblo de Palacios del Sil y tiene, como las anteriores, varias cabañas
modernamente restauradas, incluso alguna con su correspondiente panel solar. También
en el centro mismo de la braña hay una buena fuente de agua fresquísima que
aprovechamos antes de emprender la última parte del camino.
Fuente y abrevadero en la braña de La Degollada.
Última parte, por lo demás, corta y
muy agradable. Se trata de salvar un desnivel de 350 metros en unos dos
kilómetros por la senda que recorre un hermoso bosque donde predominan los
robles, algunos de buen tamaño y bien cubiertos de musgo. Pronto comenzamos a
ver el caserío de Cuevas del Sil bajo la mole de la Peña Negra, que alberga las
cuevas que dan nombre al pueblo.
Por entre prados de siega llegamos a
la llosa del pueblo, los sembrados, el viejo ferrocarril, el puente sobre el
Sil y la CL-631, donde iniciamos y finalizamos esta caminata bonita y
entretenida como las que más; donde lo más espectacular fue el encuentro con
las tres brañas, pero también el camino por la sierra y los hermosos bosques.
Vista completa de la braña de Zarameo desde la Sierra del Coto.
Las fotos son de José María Arnillas.
(El
grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 9 de julio de
2016).
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