Desde Tuiza hasta el puerto de San
Lorenzo por el Rebellón, Troméu y La Degollada
Hace 31 años que el grupo La Peñuca
inició su caminata por los montes de Asturias. Fue en abril de 1985, y aunque
parece una época ya lejana la Junta Directiva actual mantiene el espíritu de
amistad, compañerismo y gusto por la montaña de aquellos pioneros; todo un
lujo, una suerte, para quienes desde hace poco tiempo encontramos en este grupo
la posibilidad de disfrutar con nuestra afición. El grupo celebra siempre su
aniversario con una comida de confraternización después de la consiguiente
caminata, lo que este año nos llevó al concejo de Teverga.
La extensa parroquia tevergana de
Villanueva está situada al oeste del municipio, en el límite con Somiedo, y en
sus montes varias brañas y puertos juegan un papel importante en la economía
ganadera de sus pueblos. A través de varios ríos y arroyos, todas sus aguas
confluyen en Valdecarzana que al unirse en San Martín, la villa municipal, con las
de Valdesampedro conforman el río Teverga.
El puerto de San Lorenzo, paso entre Teverga y Somiedo.
Iniciamos esta caminata, para la
ocasión propuesta y coordinada por José María Arnillas y José Manuel Tejera, en
la AS-265, la carretera que partiendo de San Martín cruza el puerto de San
Lorenzo para descender hasta La Riera en Somiedo. Al lado de la carretera, a 1
106 metros de altitud, está la braña de Tuiza; varias cabañas y teitos, la
mayoría de piedra ferruginosa que les da un aspecto llamativo. Un cartel nos anuncia el comienzo del PR-AS 176 Ruta Vaqueira, que
nosotros seguiremos por una pista de exclusivo uso ganadero que pronto comienza
a ganar altura, lo que nos permite volver la vista atrás para observar mucho
mejor el conjunto de toda la braña.
El inicio del camino en la braña de Tuiza.
Por esta pista cada vez más cubierta
de nieve, después de cruzar sobre la primera de las muchas torrenteras que
descienden hacia Valdecarzana, pasamos junto a las cabañas del Tronco y pronto
llegamos a la braña el Rebellón, a 1 276 metros de altitud. En esta braña, una
de las más importantes de Teverga, hay un cartel anunciando entre sus cinco
teitos uno de techumbre cónica y peculiar planta circular: una rareza, ya que
lo normal es que la planta sea cuadrada o rectangular. Hay también en el
Rebellón una buena fuente y un edificio de piedra que fue una ermita; es,
además, un lugar con buenas vistas sobre los pueblos de Valdecarzana y varios
montes, entre los que destaca el Cordal de Sobia.
Vista atrás desde el camino al Rebellón;
la braña de Tuiza y la carretera que sube al puerto.
Continuamos el camino entre pradería
y monte bajo por senda totalmente cubierta de nieve, mientras contemplamos a
nuestra izquierda rodeada de arboleda y verde, la laguna de la Canalada. En
algunos mapas, ésta aparece como la laguna de Invierno de Troméu, y es que poco
más arriba llegamos a la campera de Troméu. Hay allí, el habitual cierre para
la recogida del ganado y el destete de los terneros, y encima de la campera se
levanta la Peña que lleva su mismo nombre. Realizamos el ascenso por la ladera,
haciendo camino sobre la pradería cubierta de nieve hasta alcanzar los 1 318
metros de altitud; a partir de aquí y hasta la cumbre (1 341 metros), sobre la
roca desnuda.
La Peña Troméu, cumbre de la jornada
aunque su altitud esté unos metros por debajo del puerto final de la caminata,
tiene buzón montañero y en su cara norte presenta una impresionante cortada
sobre los pueblos de esta parroquia: Villanueva, Quintanal, La Torre y, el más
cercano Vixidel, que apenas podemos adivinar detrás del farallón rocoso que se
levanta a nuestros pies.
Sensacional, la escarpada cumbre de la Peña Troméu.
De vuelta a la campera, seguimos el
camino por buena pista entre algo de bosque hasta llegar a un cruce importante
donde la señalización nos ofrece dos opciones; la más larga, a la que nosotros
renunciamos, nos llevaría por la braña de Charamaxil hasta el collado de
Piedraxueves, donde nace, ya en el límite con Somiedo, el río Bayo, uno de los
principales aportes al Valdecarzana, y donde enlazaríamos con el Camino Real de
la Mesa.
Nosotros, dejando a la izquierda la
braña de Charamaxil y a la derecha el pico el Cuernu, caminamos hacia La Degollada.
Colgada en la ladera norte del collado de su mismo nombre, es La Degollada una
amplia vega a unos 1 300 metros de altitud, con abundantes matas de carrascos y
buenos pastizales que encontramos cubiertos de nieve; es a partir de aquí
cuando debemos abrir el camino entre el mayor espesor de nieve.
Abriendo camino por La Degollada entre bosque y nieve.
Es así como pasamos junto a la
fuente el Teixéu bajo el frondoso árbol que le da sombra y nombre, el Llano
Cimero y cruzamos, cambiando la nieve por el barro, la riega Garamanchón; todo
ello contemplando al fondo la braña de Tuiza de donde partimos y la primera
parte del camino recorrido. También, la sinuosa carretera que sube al puerto, y
el puerto mismo, donde nos espera el final.
Después de atravesar un amplio
piornal, enlazamos al fin con el Camino Real de la Mesa, esa antigua calzada
romana que comunicaba Asturias con Castilla; estamos ya en la planicie del
puerto de San Lorenzo (1 348 metros), y sólo nos resta caminar unos metros
junto a la alambrada de separación de pastos entre Somiedo y Teverga para
llegar a la carretera.
Los últimos pasos junto a la alambrada de separación municipal.
Una buena nevada oculta el Camino Real.
El cercado para el cargadero del
ganado y las bien cuidadas cabañas, todo ello rodeado de la nieve que cubre el
puerto; y en el aparcamiento, más de una veintena de coches con la gente que
acude a disfrutar del blanco panorama. Nosotros terminamos aquí esta caminata
bien interesante, aunque más breve de lo acostumbrado; y es que abajo, en La
Plaza de San Martín de Teverga, nos espera la comida con algo que celebrar.
Rebecos en la nieve sobre los montes de Teverga.
Las fotos son de José María Arnillas.
(El
grupo de montaña La Peñuca de Gijón celebró su aniversario realizando esta ruta
el sábado, 2 de abril de 2016).
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