Desde Piedras Blancas hasta San Juan de
Nieva, pasando por Ventaniella, San Adriano, El Puerto, Arnao y Salinas
En la costa central asturiana se
encuentra el municipio de Castrillón; con sus 18 kilómetros de litoral, es
conocido como el concejo de las siete playas, aunque en el mapa se pueden
localizar algunas más. Pero además de su amplia zona costera, área privilegiada
del turismo regional, cuenta Castrillón con un importante sector industrial muy
relacionado con el de Avilés y, hacia el interior de su territorio, también se
localizan aldeas, pueblos y barrios de caserío disperso, donde se conservan
buenas muestras de construcciones tradicionales junto a las más modernas
viviendas.
Desde Piedras Blancas, la capital
municipal, hasta San Juan de Nieva, en el borde occidental de la ría de Avilés,
por carretera hay unos cinco kilómetros; sin embargo en esta caminata del grupo
La Peñuca propuesta y coordinada por José Manuel Tejera ampliamos el recorrido
a algo más de 20 kilómetros. Para ello, caminamos primero hacia el suroeste
hasta las proximidades del vecino concejo de Soto del Barco, y luego hacia el
norte, siguiendo el curso del río Ferrería hasta alcanzar la costa: un
recorrido por cinco de las ocho parroquias que componen el concejo.
El castillete de la mina de Arnao, declarado Bien de Interés Cultural.
Al salir de Piedras Blancas por el
barrio del Vallín, ascendemos por una estrecha carretera con buenas vistas
sobre la zona urbana y sus alrededores; pronto encontramos las primeras señales
del Camino de Santiago de la Costa, que marcará la primera parte de nuestra
caminata. Así, pasado el barrio de La Cruz la señalización nos pide abandonar
la carretera para seguir por una buena pista de tierra entre bosque y
prados de siega.
Panorámica de Castrillón hacia la sierra de Bufarán.
A nuestra izquierda discurren la
N-632 y, más allá, la A-8 que nosotros no podemos ver ya que el camino está en
general rodeado de arboleda. También pasamos junto a algunas caserías como la
de El Cordel y una considerable finca señalizada como La Quinta La Lloba, donde
hay varios invernaderos; ya dejamos atrás la parroquia de San Martín de Laspra,
que tiene su centro en Piedras Blancas, y caminamos ahora por la de Santiago
del Monte.
El Camino por Santiago del Monte entre bosque de eucaliptos.
El camino se abre, tras un breve
descenso, al caserío y vega La Campa sobre la que cruza el viaducto de la
autovía; atraviesa la vega el río Ferrería con el que tenemos el primer
encuentro al cruzarlo por un bonito puente de piedra. Al salir de la vega
entramos en Ventaniella, el barrio más poblado de la parroquia de Santiago del
Monte. Aquí, junto a la ermita de los Remedios, podemos dar por cumplida la
primera parte de la caminata, porque abandonamos el Camino de Santiago que
sigue hacia el oeste y enderezamos nuestro rumbo hacia el norte.
El caserío, la vega La Campa... y algo más.
La segunda parte de la caminata será siguiendo el curso del río Ferrería, que viene desde el municipio de
Candamo y, después de recorrer el de Soto del Barco, atraviesa Castrillón hasta
desembocar en la playa de Santa María del Mar. Allá vamos, pasando por las
aldeas de Llantero y Vallina, y después de considerable ascenso, ya
en una nueva parroquia, la de Naveces, llegamos al pueblo de San Adriano. Hay allí una ermita original del siglo XII que perteneció al monasterio de Santa María
de Belmonte; conserva en su fachada el escudo cisterciense y celebra su romería
el 8 de septiembre entre curiosos ritos de medicina credencial.
La ermita de San Adriano se asienta
en un cuidado entorno y con buenas vistas.
El disperso caserío de San Adriano
se asienta sobre una colina a algo más de 100 metros de altitud; al fondo hemos
dejado el cauce del río, por lo que se impone un considerable descenso hasta
casi pisar las aguas. Luego, ya el camino es una senda por su margen derecha
atravesando un frondoso bosque de ribera; senda estrecha y embarrada, a veces
tan cercana al río que obliga a caminar con tiento y en hilera, lo que no deja
de aportar momentos de encanto y espectacularidad al recorrido. Estamos
caminando ya por la parroquia de Santa María del Mar, y dejando atrás el bosque
llegamos a El Puerto; bordeamos el pueblo, cruzamos la CT-1 y entramos en la
playa.
La senda entre bosque, a la vera del río Ferrería.
A partir de aquí, la tercera parte
de la caminata será un largo recorrido costero; para ello contactamos en la
misma playa de Santa María del Mar con el GR E-9 Senda Norte. La misma que
hemos comentado en el artículo anterior a su paso por Carreño y Gozón, tiene
aquí, en Castrillón, otros dos tramos que nosotros recorreremos en parte.
El tramo Bayas-Arnao pasa por la
playa de Santa María del Mar y por él ascendemos en la zona de Sobremar, con
espectacular vista a la isla Ladrona, hasta situarnos sobre la playa de Arnao.
Estamos de nuevo en la parroquia de San Martín de Laspra y el descenso nos deja
en la plaza del Museo de la Mina, donde se levanta el castillete del que fue el
primer pozo de carbón con galerías bajo el mar y se expone Eleonore, la
locomotora de vapor que, construida en Bélgica, trabajó durante muchos años transportando el carbón. En fin, aunque el museo se
encuentra cerrado, la plaza ofrece un buen lugar para el necesario momento del
descanso, la comida y la conversación.
La Senda Norte, bien asfaltada, recorre el acantilado.
A la izquierda, la isla Ladrona.
Tras la pausa, descendemos hacia un
parque rodeado de bloques de viviendas y otras muestras de arqueología
industrial, y en el segundo tramo de la Senda Norte, señalizado como San Juan
de Nieva-Arnao, comenzamos un nuevo ascenso dejando al fondo las instalaciones
de Asturiana del Zinc. Es entonces cuando al otro lado de la playa nos
sorprende la Casona de Arnao, viejo edificio construido a finales del XIX como
residencia para los directores de la Real Compañía Asturiana de Minas.
La Casona de Arnao es también conocida
como la Casona de los Sitges.
El ascenso culmina en el área de
Pinos Altos, con mesas, bancos y cañones adornando el entorno. Desde aquí
podemos ver el resto del itinerario: en la vertical misma, La Peñona donde está
el Museo de Anclas; luego, las playas de Salinas, El Espartal y San Juan de
Nieva, en realidad división condicional de un largo arenal de casi tres
kilómetros de longitud; y muy al fondo, ya en el término de Gozón, el faro de
San Juan de Nieva.
La cumbre de Pinos Altos, un buen mirador sobre Salinas.
De Pinos Altos salimos por un
sendero que bordea el acantilado para descender por buena pista hacia
la zona urbana de Salinas, el segundo núcleo de población del concejo. Viene
luego la obligada visita al Museo de Anclas que lleva el nombre de Phílíppe Costeau,
hijo de Jacques Costeau, famoso oceanógrafo y reportero marino. Después, el paseo marítimo denominado Ruta de Eleonore, la locomotora
antes citada, que recorría este paseo transportando el carbón hasta el muelle de
San Juan de Nieva; y sin vencer la tentación de bajar a la playa para dejar las
huellas de caminantes en la arena, llegamos a El Espartal.
El espectacular mirador del Museo de Anclas,
y a la izquierda, sobre la roca, el busto de Phílíppe Costeau.
Esta playa debe su nombre a las
plantaciones de esparto que desde mediados del siglo XIX se realizaron para fijar
las dunas que obstaculizaban con frecuencia la vía férrea. Hoy recorre las
dunas una senda de madera bien acondicionada con salidas hacia la playa y la
carretera; declarada Monumento Natural en 2006, es un placer caminar por ella,
como lo es llegar a San Juan de Nieva en la ribera occidental de la ría de Avilés
para terminar esta interesante y variada caminata por el concejo de Castrillón.
El lugar de San Juan de Nieva en
Castrillón perteneció hasta 1991 a la parroquia de Salinas. Desde entonces
forma parte, junto a los poblados de la otra margen de la ría, en términos de
Avilés o Gozón, de la parroquia avilesina de Laviana. Yo no sabía de una parroquia en Avilés llamada Laviana, pero como dice el refrán: "Con La
Peñuca caminarás, que algo nuevo siempre aprenderás".
(El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 30 de enero de 2016).
Por si fuera de interés para usted, sus compañeros de rutas o los lectores de su web, tengo publicado el blog plantararboles.blogspot.com
ResponderEliminarUn manual sencillo para que los amantes de la naturaleza podamos reforestar, casi sobre la marcha, sembrando las semillas que producen los árboles y arbustos autóctonos de nuestra propia región.
Salud, José Luis Sáez Sáez.