Desde Coballes hasta Ladines por Campa
Estaques, Valdetanes y la Cuerda los Rubios
La parroquia de Coballes, en Caso y
la de Ladines, en Sobrescobio tienen una considerable relación con el primer
embalse del río Nalón. La primera de ellas, Coballes, se sitúa en la cola misma
del embalse, entre el propio Nalón y su afluente el río Caliao; Ladines, que
vierte ya sus aguas hacia el segundo embalse, el de Rioseco, tiene sin embargo
en el límite de su territorio la presa que cierra el primero. Entre ambas
parroquias se encuentra la de Tanes, que da su nombre al embalse, que la cruza y
divide dejando en su margen derecha las principales entidades de población,
Prieres, Abantro y el propio Tanes, y en la izquierda, distintas caserías que
ocupan sobre todo Valdetanes, por donde corre otro afluente del Nalón.
Por la margen izquierda del pantano
y también remontando el valle citado, discurre nuestra caminata por estas tres
parroquias del Parque Natural de Redes; ese territorio que tantas posibilidades
ofrece al caminante. Son ya viarios los artículos del blog en los que tuve
oportunidad de mostrar mis impresiones sobre otros recorridos con el grupo La
Peñuca por este parque que es también Reserva de la Biosfera. Ahora toca una
caminata más; en esta ocasión propuesta y coordinada por Manuel San Juan, buen
conocedor del terreno por donde camina.
Al final de la caminata, el embalse de Rioseco y pueblos de Sobrescobio:
Soto y San Andrés de Agues, Villamorey, Rioseco y Campiellos.
La aldea de Coballes tiene su
caserío escalonado en la ladera que cae hacia la cola del embalse; en la parte
más baja está la iglesia parroquial en obras y hay una plaza junto a la
desembocadura del río Caliao. Allí a 525 metros de altitud, iniciamos el camino
por una estrecha carretera que bordea el pantano. Recorremos Las Vegas de San
Pedro, amplia mata en pleno proceso de tala; pasamos por Linares, aledaños del
pueblo que quedó bajo las aguas, y ya estamos en la parroquia de Tanes. En la
otra margen divisamos la aldea de Abantro y algo más allá, al lado del pueblo
de Tanes en la AS-117, la colegiata de Santa María la Real, Monumento
Histórico-Artístico.
Abantro, aldea de la parroquia casina de Tanes.
Bordeamos el cerro El Pandu y
llegamos a Campa Estaques, donde el río Valdetanes entra en el embalse, y la
carretera, ya pista de hormigón, comienza a remontar el valle. En un primer
cruce dejamos la que sube hacia la aldea de Ablanedo y poco más arriba, la que
va hasta la casería de La Llosona. Cruzamos el río por un puente de madera y
nuestro camino, por pista de tierra, se empina cada vez más hasta Llanu
Masaltu, donde hay una buena cabaña junto a un hórreo.
Campa Estaques y, al otro lado del embalse, el pueblo de Tanes.
Seguimos el ascenso dejando el río
cada vez más al fondo y, al otro lado del valle, divisamos las casas de
Ablanedo y numerosas cabañas que se esparcen por la ladera; así llegamos a un
cruce donde enlazamos con el PR AS-244 Senda de la Valderosa (Coballes-La
Trapa). Se trata de una ruta circular que llega aquí desde Coballes pasando por
la majada de Sevares y por Ablanedo. Nosotros la seguimos en ascenso, mientras
la vista atrás nos permite divisar el pico Busllar y la sierra Facéu a ambos
lados de la collada de Arnicio, por donde cruza la AS-254 entre Caso y Piloña.
Siguiendo las señales del PR llegamos a Valderosa, una casería con algunas
cuadras y dos viviendas, una arreglada recientemente y la otra con su típico
corredor de madera.
Valdetanes -valle de Tanes- y sus caserías, Ablanedo y Valderosa.
Al fondo, las cumbres: Busllar y Cuetos Negros.
Dejando atrás varias cabañas más,
pasamos por la majada de Rituerios y encontramos una pequeña área de descanso
al lado del camino. A 849 metros de altitud, una mesa y bancos de piedra
ofrecen un buen lugar para la primera parada, mientras los amantes de las más
altas cumbres repasan todas las que desde allí se divisan; para mí, sólo las
más conocidas: el Tiatordos y el Maciédome en el cordal entre Caso y Ponga.
Sigue el ascenso pasando junto a
varias cabañas más, algún banco de piedra junto al camino y cruzando los
regueros que son la cabecera del río Valdetanes: estamos en la parte más alta
del valle. A 1 083 metros de altitud, en un cruce abandonamos el PR, que va
hacia La Trapa, y seguimos hasta la braña La Gallera, con cabañas y prados
cercados de madera. Allí se acaba la pista y empezamos el camino por senda
entre monte bajo. Ya en el término de Sobrescobio y parroquia de Ladines, vemos
a nuestra izquierda la cabecera del río Nozalín, que más abajo labra su
renombrada foz antes de desembocar en el Alba cerca de Soto de Agues.
El camino hacia la collada, el cordal y la cumbre de la jornada.
Bordeamos el pico La Mezquita y
llegamos a la majada de su mismo nombre. Es un lugar habitual para alcanzar la
cumbre del Cullargayos, que sin duda tienta a quienes gustan de caminar por los
riscos; sin embargo, nuestro objetivo no es éste, sino otro que, quizá más
modesto, nos espera algo más allá. Entonces, abandonamos la majada por una
pequeña canal, dejamos a nuestra izquierda la prestigiosa cumbre, y recorremos
la ladera por una senda que nos permite ver al fondo gran parte de Valdetanes
con el camino seguido hasta aquí.
Valdetanes al fondo, desde el camino por la ladera.
Así, llegamos a la collada Imblenes
a 1 196 metros de altitud, antigua majada en desuso que sigue conservando
buenos pastos de altura, a los que accede el ganado desde el pueblo casín de
Buspriz; sobre ella se levanta el Cantu los Rubios, también llamado pico
Terralina. Este sí es nuestro objetivo; y no es difícil, haciendo vertical
camino entre monte bajo, alcanzar su cima (1 302 metros), la cumbre de la
jornada, donde podemos disfrutar de una buena vista hacia tierras y pueblos de
Caso y Sobrescobio.
Hacia la collada Imblenes bordeando el Cullargayos.
El descenso nos devuelve a Imblenes.
Luego, el camino sigue por la Cuerda los Rubios, atravesando el hayedo El Tornu
-no hay caminata en Redes que no atraviese un hayedo- y pasando junto a la
cicatriz en la peña de antiguas minas de cobre. Al salir de la mata llegamos a
Les Collaínes, donde hacia la derecha el valle del reguero Caón nos llevaría de
nuevo al pantano de Tanes. Más allá, internándonos de forma definitiva en
terreno coyano está la collada Faisalbes (951 metros), también amplia zona con
buenos pastos de altura.
Luego está la braña Faidiellu con
varias cabañas, una de ellas con un corredor ocupado por un colmenar y el
adecuado porche donde encontramos el lugar para la comida, la conversación y el
descanso que, por el miedo a la amenaza de lluvia y viento, ya se hacía esperar.
Después de Imblenes, viene la subida al Cantu los Rubios.
A partir de aquí, el camino todo
será descenso por buena pista de acceso rodado restringido a los ganaderos de
la zona, hasta el pueblo de Ladines a 600 metros de altitud. Termina la
caminata en la coqueta plaza de este pueblo que cuenta con una licorería, un
dispensario de miel y una acreditada panadería; también varios hórreos, e
incluso una típica construcción que aún conserva el viejo sistema
"cebatu" de separación entre el albergue del ganado y la vivienda
familiar. Pero lo que más llama la atención son las hermosas vistas que desde
allí se disfrutan hacia el fondo del valle y otros pueblos del concejo; así
como la espectacular sierra del Crespón y la Xamoca, en el límite entre
Sobrescobio y Laviana. Una excelente forma de terminar un recorrido más por
este Parque de Redes que nunca defrauda al caminante.
Bonita postal desde algún luigar del camino; el pueblo, Tanes.
Las fotos son de José María Arnillas.
(El grupo de montaña La Peñuca de
Gijón realizó esta ruta el sábado, 13 de febrero de 2016).
Mui bona descripción y perguapes semeyes.
ResponderEliminarUn saludu Arturo