Ruta costera por La Mariña Lucense:
desde la playa de Las Catedrales hasta Ribadeo
La Mariña es una comarca situada al
norte de la provincia de Lugo; se divide en tres zonas y de ellas, La Mariña
Oriental es la más próxima a Asturias. Parte de esta Mariña la ocupa el concejo
de Ribadeo, el primero que encontramos una vez traspasado el río Eo por el
Puente de los Santos desde el concejo de Castropol, o como se hacía antes de
1987 por la N-640 más al sur, ya en Vegadeo. Pues bien, a esta comarca lucense
y su municipio de Ribadeo, acudimos los del grupo La Peñuca para realizar una ruta
puramente costera, propuesta y coordinada con esmero por Ramón Azcano.
La caminata comienza en la playa de
Aguas Santas (Augasantas), más conocida como de Las Catedrales (Das Catedrais).
Se trata de una playa muy reconocida por sus características paredes rocosas de
pizarra, largas grutas, pasillos de arena entre bloques de rocas, y sobre todo,
sus arcos rocosos de gran altura que recuerdan los arbotantes de una catedral y
así le dan su nombre turístico. Claro que todo ello debe ser contemplado
durante la bajamar, pues de lo contrario pronto se sumergen los pasillos de
arena e incluso zonas rocosas; aunque siempre queda la posibilidad de acudir a
los miradores, desde donde se puede contemplar la playa y todo su entorno,
declarado en 2005 Monumento Natural.
Al final del camino, la Ría del Eo y el Puente de los Santos;
Ribadeo, Figueras y Castropol.
En esta renombrada playa, situada en
la parroquia ribadense de A Devesa, iniciamos el camino en dirección oeste-este
hasta el límite mismo con Asturias. Un camino bien señalizado y bien
acondicionado sobre senda de madera, de losas o de tierra, siempre al borde de
playas y acantilados, dejando hacia el interior las praderías cercadas de
piedra o alambrada; en ocasiones, también cruzamos o recorremos algunos tramos
de carreteras que unen los caseríos del interior, y siempre que volvemos la
vista atrás alcanzamos otras zonas urbanas de la comarca: Burela, la más
alejada, Cangas, Nois, Foz...
El camino, entre pradería y siempre al borde del mar.
Son casi incontables las playas y
ensenadas sobre las que pasamos: la de Esteiro, próxima a este pueblo con
estación de Feve en la línea Gijón-Ferrol que sería la más adecuada para
acercarse al paraje de As Catedrais; luego la de As Illas, también con
formaciones rocosas que en la pleamar quedan aisladas, dando nombre a la
playa; las de Os Castros y Os Xuncos, etc. Y así, después de pasar junto a la
Pena dos Corvos y de cruzar entre el acantilado y una considerable laguna
conocida como O Foxo Longo, entramos en Rinlo, la única zona urbana que
encontramos en nuestro camino.
La playa de Las Islas subiendo la marea.
Rinlo es la parroquia más pequeña
del concejo de Ribadeo, pero también el principal núcleo urbano después de la
villa municipal. Fue importante puerto ballenero y hoy cuenta con un pequeño
pero activo puerto pesquero; las casas colgadas sobre el acantilado remarcan
"su fuerte carácter marinero", leemos en un panel informativo a la
entrada del pueblo. Allí hay una cetaria que vino a sustituir a otras dos cuyas
instalaciones abandonadas y en ruinas pudimos observar a nuestro paso; una
pequeña y acogedora plaza protegida del
oleaje junto a sus instalaciones, fue el lugar elegido para el descanso, la
comida y la conversación.
Después del descanso, cruzamos el
puente sobre el río San Julián que desemboca en el puerto, bordeamos el pueblo,
y de nuevo el camino y la música de las olas en el acantilado. A partir de
aquí, muy al fondo, la vista hacia adelante se pierde en la zona urbana de
Tapia de Casariego; más allá, pero también más al norte de lo que será el final
de nuestro recorrido. Nuevas ensenadas y playas: Coedo, Da Vela, Loureiro, Das
Groubas... y así hasta el mismo borde de la villa de Ribadeo.
El apretado caserío de Rinlo visto desde el puerto.
Amplia panorámica entre Rinlo y Ribadeo;
y muy al fondo, Tapia de Casariego.
Pero no es el momento de entrar en
la villa, sino de caminar hacia el norte por la LU-140 hasta el mirador de Illa
Pancha, con estupendas vista al camino recorrido y la costa asturiana; incluso la carretera
llega por un pequeño puente hasta la isla donde se levanta el Faro de Ribadeo.
Después, un bonito y bien cuidado paseo por la costa nos acerca hasta el borde
mismo de la Ría del Eo, y la sigue remontando por su margen izquierda entre
bosque de eucaliptos y pinos y alguna área recreativa. Es un agradable recorrido
pasando junto a los restos del Fuerte de San Damián, la espectacular Pena
Furada y un antiguo cargadero de mineral de hierro que funcionó hasta 1964.
El mirador y el Faro de Ribadeo en Isla Pancha.
Ahora sí, después de cruzar bajo el
Puente de los Santos, pasar por el mirador de la Atalaya, junto a la ermita de
San Miguel y el puerto deportivo, termina esta interesante caminata costera en
Ribadeo, la capital de La Mariña Lucense. Y Asturias, en la otra margen de la
Ría del Eo: el concejo de Castropol y la villa de Figueras.
Vista parcial de la playa de Las Catedrales subiendo la marea;
aquí fue el inicio de la caminata.
Las fotos son de Juan Lobelle.
(El
grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 20 de febrero
de 2016).
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