Desde Santa Eulalia de Oscos:
Ferreirela, Barreiras, Ferreira, Talladas, Caraduje... y algo más
Siempre es agradable caminar por los
Oscos, y no sólo porque la comarca se haya puesto de moda tras el merecido
"Premio Princesa de Asturias". Su paisaje de media montaña con suaves
cuestas, valles encajados y riachuelos que en su día alimentaron batanes,
molinos y mazos, ofrece suficiente atractivo para muchas y variadas caminatas. Su
economía está principalmente basada en la ganadería para carne; por ello
presenta un terreno plagado de limpias y cuidadas praderías que se combinan con
abundantes zonas de matorral, pinares de repoblación y también bosque autóctono
por el que discurren los bien cuidados caminos que se pueden recorrer.
Su situación en el extremo
occidental de Asturias, más allá del río Navia al que vierten todas las aguas
de la comarca, le otorga fama de lejanía y mal acceso desde el centro de
Asturias. Pero no es así, aunque antaño sin duda lo fuera. Hoy, una total y
cómoda autovía nos lleva hasta Barres, a las puertas de Castropol y Vegadeo; y
desde allí, el hermoso y fácil puerto del Alto La Garganta nos introduce en los
Oscos por Villanueva o por Santa Eulalia. A este concejo de Santa Eulalia de
Oscos, el más suroccidental y menos extenso de la comarca, acudimos los del
grupo La Peñuca por iniciativa de Magín Casas, quien también coordinó esta
caminata circular desde Santa Eulalia al vecino concejo de San Martín.
Bosque, prado y agua; el paisaje de los Oscos en la foto de Ana Fabián.
Santa Eulalia (Santalla), la villa
municipal de su concejo, está situada a 547 metros de altitud. Junto al
edificio de la casa consistorial hay una amplia y vistosa plaza, y allí
iniciamos el camino descendiendo hasta el barrio bajo para recorrer los
primeros metros por la SE-1 que se va hacia Fonsagrada en Galicia. Pronto
abandonamos esta carretera para subir hacia las casas de La Pruida, un barrio
más de la villa. Desde allí seguimos un buen camino entre bosque y pradería, lo
que será bastante común a casi todo el itinerario de hoy: tramos de buen
camino, algún pequeño sendero siempre en buen estado y trozos de pista o
carretera.
Hermosa vista de Santa Eulalia desde la plaza del ayuntamiento.
Por este camino ascendemos hasta
situarnos sobre Ferreirela de Abajo, donde podemos apreciar la casa natal de
Marqués de Sargadelos, uno de los personajes importantes de esta tierra.
Descendemos hasta los alrededores del bien conservado edificio y salimos de la
aldea por un camino empedrado, con algo de barro y rodeado de praderías. El
continuo descenso nos lleva a encontrarnos con el río Agüeira en el punto donde
recibe las aguas del río Vilanova, que nace en el Alto La Garganta y atraviesa
la villa y el concejo que le da nombre, Villanueva de Oscos, para
desembocar aquí después de unir a sus aguas las de otro río importante de la
comarca: el Barcia. Éste también nace en el concejo de Villanueva, parroquia de
Xestoso, y después de un tramo haciendo límite natural entre Santa Eulalia y
Villanueva, ya en este último concejo, parroquia de Martul, desemboca en el
Vilanova.
Frecuente camino de hoy, rodeado de muros entre bosque y pradería.
Nosotros cruzamos sobre el río Agüeira
por un puente de piedra pizarrosa. Pero el río Agüeira merece aquí párrafo
aparte, puesto que se trata no sólo del principal cauce fluvial de Santa
Eulalia, sobre cuyas márgenes se asientan los mayores núcleos de población
del concejo. Es, además, el río que canaliza todas las aguas de los Oscos hacia
la cuenca del Navia, al que desemboca en el embalse de Doiras después de
recorrer gran parte del término de Grandas de Salime y atravesar el de Pesoz.
Por cierto: hasta lo más profundo del valle del río Ahío, uno de los
afluentes del Agüeira, hicimos hace algún tiempo nuestra anterior caminata por
los Oscos (En San Martín de Oscos, 28 de abril de 2014).
No se puede hablar de la geografía de los Oscos sin citar el río Agüeira.
Después de pasar el puente de piedra
llegamos a Barreira (As Barreiras), aldea situada a 420 metros de altitud con
calles empedradas y muros de piedra tallada. A partir de aquí, el Agüeira marca
vistosos meandros, y recorriendo entre amplias praderías su vega llegamos a
Parada (400 metros), y más allá, a Ferreira (360 metros), uno de los núcleos mejor
conservados de cuantos visitamos hoy. Llaman nuestra atención el hórreo bajo el
que pasamos para entrar en el pueblo, el amplio emparrado que recorre su
caserío y la bien conservada ermita de la Virgen del Carmen, inevitable en la
labor de los fotógrafos.
Puente de piedra típico en la zona, y al fondo, Barreira.
Desde Ferreira ya divisamos el
recorrido que realizaremos para alcanzar el punto más alto de la caminata. Para
ello descendemos hasta otro puente de piedra y cruzamos el río que tiene aquí
un pequeño embalse y, en sus alrededores, un área recreativa donde se anuncian
deportes acuáticos: canoas, natación, etc.
Bordeando esta área, iniciamos el
ascenso hasta el pueblo de Talladas (As Talladas - 435 metros), donde vemos
señales del GR 109 Asturias Interior; y es que por aquí pasa la última etapa de
este recorrido por Asturias de punta a punta. Más adelante, en la parte final
del camino, volveremos a coincidir con esta ruta que también finaliza en Santa
Eulalia.
La entrada a Ferreira: sorprendente paso del camino bajo el hórreo.
Comienza ahora la segunda parte de
la caminata, que nos levantará desde el fondo del valle hasta lo más alto del recorrido.
Por estrecho sendero vamos remontando hasta llegar al cruce donde coincidimos
con el PR-AS 280 Ruta Monte Marón y Ascuita. Se trata de una ruta circular que
desde San Martín recorre este monte pasando por las aldeas de Ascuita y Villarín
de Trasmonte. Sin duda, es el itinerario más apropiado para llegar desde el
otro municipio a nuestro objetivo de hoy: la mina Carmina, sus instalaciones y
el monte que la cobija. Basta para ello seguir desde este cruce el PR hacia la
izquierda y por la ladera del monte, cada vez más despejado de vegetación,
pronto divisamos la bocamina principal y los dos edificios que la rodean.
La mina y el monte; el "algo más" de la caminata de hoy.
Estamos en el municipio de San
Martín de Oscos, y en un cartel informativo del propio Ayuntamiento podemos
obtener los principales datos de esta mina de plomo que funcionó en su última
etapa desde 1951 hasta su cierre definitivo en 1962. Siguiendo el mismo PR 280
pasamos las instalaciones mineras, a las que luego volveremos, y seguimos
subiendo hasta un nuevo cruce. Dejamos el PR que se va a nuestra derecha hacia
Ascuita para finalizar en San Martín, y hacia la izquierda nos vamos cresteando
por lo que se conoce como Pico la Mina (694 metros). Es en realidad un pequeño
cordal con tres cumbres sobre terreno de arenisca, pizarra y frondoso monte
bajo que se levanta en la vertical misma de la mina Carmina.
La mina Carmina: otra imagen de sus instalaciones y su entorno.
Hay desde allí una buena vista hacia
el norte a todo el monte Marón y las tierras de San Martín y Villanueva, hasta
el fondo del Alto La Garganta, por donde en esta ocasión ya asoma la bruma
marina. Luego, el regreso es obligado por el mismo camino hasta la mina. Su
interior se puede visitar si se cuenta con frontales o linternas, y en las
instalaciones externas siempre se encuentra resguardo para el momento del
descanso, la comida y la conversación.
El descenso por buen sendero entre
bosque de castaños, robles y abedules sigue el cauce del reguero de la Mina, al
que cruzamos varias veces hasta llegar a las proximidades de Talladas. Sin entrar
en el pueblo nos encontramos de nuevo con la señalización del GR 109 que por
aquí pasa, como queda dicho, camino de Santa Eulalia. Nosotros lo seguimos, contemplando
a nuestra izquierda la vega del Agüeira y los pueblos -Ferreira, Parada,
Barreiras- por donde discurrió la primera parte de la caminata.
Por el cordal del Pico la Mina, con buenas vistas hacia los tres Oscos.
Cuando nos encontramos con el río
Vilanova, lo cruzamos por un puente y llegamos a Caraduje (Caraduxe) a 420
metros de altitud. Se podría bordear el pueblo, dejándolo a nuestra derecha,
pero merece la pena adentrarse en él para encontrarnos con su bien remozado
caserío y la amabilidad de sus vecinos que nos informan de las características
del entorno, entre las que destaca el llamado Mazo de Caraduje, uno de los
muchos que funcionaron en esta comarca, en la que por lo demás son abundantes
los topónimos alusivos a la industria férrea.
Detalle de Caraduje y su bien cuidado caserío.
Por Caraduje pasa el GR 109, pero
también el PR-AS 119 Ruta del Forcón de los Ríos. Se trata de otro atractivo
itinerario circular que desde Santa Eulalia nos acercaría a la confluencia
-esto es, forcón- de los ríos Barcia y Vilanova, para luego traernos hasta aquí
antes de regresar a la villa municipal. Como éste es también nuestro destino
final, recorreremos la última parte de nuestro camino siguiendo las dos rutas
bien señalizadas por la carretera que, con algunas subidas y bajadas, llega
hasta Ferreirela de Arriba, casería situada a 570 metros de altitud, en donde
entramos después de pasar ante las instalaciones de un alojamiento de Casa
Rural.
Ambos caseríos de Ferreirela se unen
por medio de un sendero asfaltado. Nosotros desde el de arriba salimos a la
AS-33, y así por la carretera que comunica Santa Eulalia con las otras dos
villas municipales, Villanueva y San Martín, llegamos al punto inicial y final
de esta interesante caminata; una demostración más, por si hiciera falta, de
que merece la pena acercarse de vez en cuando a recorrer los Oscos y descubrir
que sus encantos no están tan lejos.
La vega del río Agüeira, con el pueblo de Ferreira en
su margen derecha; a la izquierda, parte del área recreativa.
Las fotos, excepto la primera, son de Juan Lobelle.
(El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 11 de marzo de 2017).
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