Les Praeres de Nava es uno de los lugares con más encanto en la sierra de Peñamayor, una montaña que en sí misma cuenta con muchos parajes mágicos. Mis amigos y yo somos entusiastas de Peñamayor, por donde hemos comenzado a caminar cuando aún éramos bien jóvenes y por donde lo seguimos haciendo muchos años después. Esta montaña, que nosotros nombramos simplemente como La Peña, se extiende de norte a sur en el centro de Asturias, desde los concejos de Piloña y Nava hasta los de Laviana y Sobrescobio, ocupando en medio gran parte del de Bimenes. Les Praeres de Nava se sitúan al nordeste del macizo y, como bien dice su nombre, son una vasta pradera que de mayo a octubre se puebla de ganado vacuno y caballar en busca de sus magníficos pastos.
Panorámica de Les Praeres desde la ladera del pico Varallonga
Se puede acceder a Les Praeres por distintos sitios. Uno de ellos, quizá el más habitual, es desde Nava por una pista que arranca pasado el pueblo de Piloñeta. Se trata de una pista abierta a los coches, pero nosotros aconsejamos que se suba a pie. Pasado el pueblo, y a la vera del río Prá hay un molino y una pequeña área recreativa. Alli se debe dejar el coche para disfrutar caminando por la sinuosa pista que va ganando altura y dejando a nuestros pies un hermoso panorama: una hora de camino, con una fuente a la mitad para abastecernos del agua necesaria.
Otro acceso comienza junto a la embotelladora de aguas de Fuensanta, donde hay aparcamientao para el coche, aunque también se puede venir desde el cercano apeadero de Feve. En este caso subiremos por Los Fornos, recorreremos Les Foces del río Pendón, un paraje de gran belleza, y tras subir al Mayáu Pastor llegaremos a Les Praeres. A la vuelta, para variar, en el Mayáu cogeremos una pista a la izquierda y bajaremos a Fuensanta por Tabléu y Vallorita. Desde aquí tenemos una buena vista de todo el valle del Prá con el palacio de La Frerrería esperando nuestra foto.
Una vez en Les Praeres no debemos dejar de subir a la cumbre del pico Varallonga para desde sus 865 m. de altitud contemplar toda la sierra de Peñamayor y también, a nuestra espalda, gran parte del centro de Asturias: Nava, Infiesto; más a la izquierda Siero, Noreña y Oviedo; y al fondo, si el tiempo lo permite, Gijón y el mar Cantábrico. Debemos caminar asimismo hasta la campa y el pico El Orosu (935 m.). Allí está el límite entre Nava y Bimenes, concejo que podremos contemplar en su totalidad desde la cumbre donde hay una caseta de la guardería de montes.
En fin, muchas más cosas se pueden decir de Les Praeres: por allí pasa la llamada Ruta de las Peregrinaciones que nos llevaría hasta Covadonga, allí cerca tenemos la fuente de La Biesca con agua siempre fría y buena... Y allí, también, está Aladino con el bar que fue de sus padres: los fines de semana ofrece bebida, buena comida y abundante conversación. Todo un aliciente para los amantes de la montaña.
La vega del Prá y Piloñeta desde la pista que sube a Les Praeres
Otro acceso comienza junto a la embotelladora de aguas de Fuensanta, donde hay aparcamientao para el coche, aunque también se puede venir desde el cercano apeadero de Feve. En este caso subiremos por Los Fornos, recorreremos Les Foces del río Pendón, un paraje de gran belleza, y tras subir al Mayáu Pastor llegaremos a Les Praeres. A la vuelta, para variar, en el Mayáu cogeremos una pista a la izquierda y bajaremos a Fuensanta por Tabléu y Vallorita. Desde aquí tenemos una buena vista de todo el valle del Prá con el palacio de La Frerrería esperando nuestra foto.
Los Fornos, inicio de Les Foces del río Pendón
Les Praeres y al fondo el Orosu
En fin, muchas más cosas se pueden decir de Les Praeres: por allí pasa la llamada Ruta de las Peregrinaciones que nos llevaría hasta Covadonga, allí cerca tenemos la fuente de La Biesca con agua siempre fría y buena... Y allí, también, está Aladino con el bar que fue de sus padres: los fines de semana ofrece bebida, buena comida y abundante conversación. Todo un aliciente para los amantes de la montaña.
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