Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

miércoles, 6 de abril de 2011

ENTRE PONGA Y AMIEVA

    Por los montes de Ponga y hacia Amieva realizamos una buena caminata que se inicia en la Collada Llomena para finalizar en Vega de Cien, después de culminar dos cumbres y un prolongado descenso de más de 1.000 metros. Collada Llomena, que como se ha dicho es el punto de arranque de esta ruta montañera, se encuentra a 900 metros de altitud junto a la carretera PO-2 que une Puente Vidosa con San Juan de Beleño, la capital pongueta de la que dista poco más de cuatro kilómetros. El camino, frente al collado de Bobia y adentrándose en el valle Carmenero, tiene como primer objetivo coronar el pico Silla de Cabestreño, de 1.274 metros de altitud. No es difícil y sirve de aperitivo para el segundo objetivo: la cumbre del pico Carriá, que con sus 1.432 metros se encuentra en la línea divisoria entre los dos municipios que estamos pateando. Pero alcanzar desde el Cabestreño el Carriá no podemos hacerlo por la cara sur, que es la que tenenemos frente a nosotros. Se debe, sin embargo, perder bastante altura en la vaguada que separa ambas cumbres, para bordear después la segunda dejándola a nuestra derecha e iniciar el ascenso por su cara norte, la que mira al concejo de Amieva. Hay en estos pasos algunas dificultades, pero nada insalvable si se cuenta con un buen guía de montaña como es Manuel San Juan, excelente para esta ocasión y tal vez una de las personas que mejor conoce estas montañas.
    Desde la cima del Carriá sólo queda descender hasta Vega de Cien, que en la margen del Sella nos espera a la exigua altitud de 190 metros. El descenso se prolonga: primero, por pradería de hierba alta; luego, por un imponete pedrero que obliga a extremar la precaución para evitar las caídas; más tarde, por pastos cercados con alambre de espino que se debe sortear, bien reptando, bien saltando; una zona boscosa y más pedrero, hasta caer en la pista que sirve a los pueblos de Monero y Gorgollones. Y siempre viendo al otro lado del valle, en la ladera de enfrente, los pueblos de Amieva, San Román y las crestas de los Picos de Europa que caen sobre el Dobra.
    Cuando llagamos a la pista estamos a la altura de 450 metros, por lo que aún resta más descenso. Abandonamos la pista, nos adentramos en otra zona boscosa y llegamos a una caleya empedrada que nos lleva hasta Vega de Cien, que, ahora sí, ya divisamos al fondo del valle junto al Sella y la CN-625. La caleya desemboca en la carretera que desde Vega sube hasta el pueblo de Argolibio, y por ella caminamos los últimos metros pasando junto a una hermosa fuente. En sus aguas limpias y frescas uno puede refrescarse después de esta caminata que ha de satisfacer a cualquier amante de la montaña.
                                                                                                               
                                      (El Grupo de Montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 26 de marzo de 2011). 

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