Desde Candás al Cabo Peñas: Antromero,
Aramar, Luanco, Moniello, Bañugues, Llumeres, Viodo...
Quiso en esta ocasión el grupo La
Peñuca abrir la nueva temporada con una caminata propuesta y coordinada por su
presidente Albino González Ordiz; un recorrido costero por los municipios de
Carreño y Gozón. Ambos concejos se asientan sobre un área territorial de cerca
de 150 kilómetros cuadrados y ocupan la zona más ancha de la rasa marina
asturiana. Su amplia zona litoral nos ofrece la oportunidad para una caminata
de algo más de 20 kilómetros, desde la villa capital de Carreño hasta el punto
más septentrional de Asturias, pasando por pueblos, playas, acantilados, y
atravesando bastantes arroyos de su red fluvial.
Parte del camino a recorrer; al fondo, Luanco.
Iniciamos el camino junto al puerto
de Candás y subimos por la ladera que cierra la villa al norte hasta el
promontorio de San Antonio, donde está la ermita que desplazaron desde el borde
mismo del acantilado para evitar su derrumbe. Luego, descendemos bordeando la
playa de Rebolleres y dejando ya atrás la zona urbana; el descenso se acentúa
por una senda con escalinatas de madera hasta encontrarnos con el arroyo del
Pliego. Cruzar este arroyo a pie enjuto es
entrar en la ensenada de Antromero y en el municipio de Gozón, parroquia de
Bocines. En esta ensenada se forma la playa de San Pedro, con bastante piedra y
poca arena; la recorremos para salir por la carretera que baja desde el pueblo.
La playa de San Pedro en Antromero.
Antromero es el lugar más poblado de
esta parroquia, con importante economía agrícola y ganadera además de
floreciente turismo de costa. Atravesamos el pueblo y por una pista subimos hasta el llamado Alto
del Monte, para iniciar un nuevo descenso hacia Aramar, que ya pertenece a la parroquia de Luanco.
Frente a la playa de Aramar divisamos un islote con una ermita sólo accesible a pie durante la bajamar. En esta playa desemboca el río la Gallega, que se atravesaba por un puente derribado por los últimos temporales junto a un viejo molino, lo que nos obliga a atravesarlo ahora saltando de piedra en piedra sobre las aguas: agradables momentos y alicientes para andar el camino. En la playa de El Dique, unida a la anterior, desemboca el río Cañeo y hay allí un taller de carpinteros de ribera que pudimos visitar gracias a la amabilidad de su dueño.
Frente a la playa de Aramar divisamos un islote con una ermita sólo accesible a pie durante la bajamar. En esta playa desemboca el río la Gallega, que se atravesaba por un puente derribado por los últimos temporales junto a un viejo molino, lo que nos obliga a atravesarlo ahora saltando de piedra en piedra sobre las aguas: agradables momentos y alicientes para andar el camino. En la playa de El Dique, unida a la anterior, desemboca el río Cañeo y hay allí un taller de carpinteros de ribera que pudimos visitar gracias a la amabilidad de su dueño.
Cruzando sin puente el río la Gallega en la playa de Aramar.
A la entrada a la villa de Luanco
encontramos la playa de la Rivera. Fue puerto de ballenas, actividad pesquera y
fuente de riqueza para el pueblo durante los siglo XVI y XVII; desde 1890 a
1916 hubo allí un balneario y casa de baños; y en la actualidad cada año es el
escenario del campeonato de tenis playa. Asomados a esta playa y aprovechando
el buen sol de invierno, hacemos el primer alto en el camino mientras
contemplamos la villa por la que nos espera un recorrido
urbano bien agradable y entretenido: la iglesia parroquial de Santa María, que
en 1992 fue declarada "Bien de Interés Cultural"; la playa de Luanco,
la Punta del Gayo, el muelle del mismo nombre y la pequeña playa del Corral. Y
a la salida de Luanco nos incorporamos al GR E-9 Senda Norte.
Detalle de la villa de Luanco, capital del concejo de Gozón.
Este GR merece un pequeño
comentario, pues se trata de un desmesurado proyecto europeo de senda peatonal
y costera... nada menos que desde Rusia hasta Portugal. Lo que podemos decir es
que en Asturias hay habilitados 20 tramos, 190 kilómetros de paseo junto al mar, cuyo mantenimiento corre a cargo de los ayuntamientos. En el municipio de
Carreño hay tres tramos y dos en el de Gozón, uno de ellos el Luanco-Cabo Peñas
por el que nosotros caminamos ahora, si bien se encuentra señalizado como Senda
Luanco-Moniello-Bañugues.
Después de Luanco, la senda hacia Moniello y Bañugues.
Por esta buena senda entre pradería
y algo de bosque ascendemos hacia el poblado de Moniello; a nuestra derecha
dejamos los acantilados: Punta la Vaca, ensenada Ñera y la playa de Moniello, a
la que se accede por la GO-2. Cruzamos esta carretera junto a un área recreativa
y pronto entramos en la parroquia de Heres que tiene su centro en Villanueva; a
la vista tenemos ya distintos pueblos de la parroquia de Bañugues. Descendemos
hasta el río la Llantada, lo cruzamos y en la cabecera de la misma playa de
Bañugues encontramos otra amplia área recreativa, lugar adecuado para el
descanso, la comida y la conversación aprovechando sus abundantes mesas y
bancos.
Praderías en la parroquia de Bañugues.
El camino se reanuda por la GO-1 pasando
junto al puerto de Bañugues, para abandonar pronto la carretera y entre pradería,
por buena senda señalizada como PR AS-257 ascender hacia distintas localidades
de esta parroquia de Bañugues: El Pueblo, Llugar y El Monte, donde hay
bastantes hórreos; dejando a la izquierda Quintana que es el centro parroquial.
En un nuevo descenso por la
carretera, ya vemos al fondo los acantilados de Llumeres y restos de las
antiguas instalaciones donde Duro Felguera explotó mineral de hierro desde 1860
hasta 1967. De la GO-1 sale una pista por la que bajamos a la ensenada y puerto
de Llumeres, que sirvió de embarcadero del mineral.
Instalaciones mineras sobre el alcantilado en Llumeres.
Cruzamos el arroyo Barreo y tomamos
la senda que asciende por la parroquia de Viodo, una más de las 13 que componen
el concejo de Gozón y la sexta y última que recorremos en esta caminata desde
Candás. El ascenso culmina al llegar a los
102 metros de altitud en el monte Coneo, después de atravesar el disperso caserío y cruzar
el reguero Cueva que desemboca en la playa de Cueva o de Viodo; ya estamos en la planicie desde la que
se divisa el extremo del cabo, el faro y otras instalaciones anexas. Estamos
también dentro del "Paisaje Protegido del Cabo Peñas", una estrecha
franja del litoral que se extiende desde la margen derecha de la ría de Avilés
hasta cerca de la villa de Luanco.
La isla del Carmen y su ermita en Aramar.
Por terreno llano y entre pradería,
atravesamos el reguero Coneo que desemboca en la cala de su mismo nombre, de
muy difícil acceso y sólo frecuentada por mariscadores y pescadores de la zona.
Luego, el paso sobre otro arroyo, el de la Gaviera, y llegamos a Peñas en la
AS-328. Un sendero adaptado por la orilla de la carretera nos acerca al extremo
del Cabo Peñas, uno de los accidentes geográficos más reseñados de Asturias, su
punto más septentrional y el segundo del Cantábrico, después de Estaca de Vares
en Galicia.
Desde Luanco hacia Bañugues; al fondo se adivina el Cabo Peñas.
Allí está, al borde del acantilado,
el faro más importante y de mayor alcance del litoral asturiano, inaugurado en
su versión moderna, dejando atrás la señalización con fuego en la quema de
troncos, en 1852. En 1929 fue renovado y su linterna adquirida por la Exposición
Universal de Barcelona; sobra decir que hoy está mecanizado e informatizado.
Desde la peña la Gaviera, en el extremo
oriental del cabo, la panorámica costera abarca desde el Cabo Busto, al oeste
hasta la Punta de Tazones, al este. Pero para mí es aún más impresionante,
desde cualquier punto de Peñas, la vista hacia el interior: el Sueve, los Picos
de Europa cubiertos de blanco y la práctica totalidad de la Cordillera. Y mucho
más cerca, La Peña, la sierra de Peñamayor, sobre el centro de Asturias:
inmejorable colofón para esta primera caminata del año.
El puerto de Candás fue el inicio del camino.
Las fotos son de José María Arnillas.
(El
grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 16 de enero de
2016).